•Don't stop loving me• 3°《Daniel Seavey & Jonah Marais》

Six.

-hola-habló casi en un susurro mostrándome una cálida sonrisa que me hizo temblar levemente.

No lo hagas, por favor no sonrías

-hola-hable con un hilo de voz, algo a penas oyente.

-hace mucho tiempo no te veía-llevó su mano hacía su nuca acariciando los pelos más bajos de su cabello.

Y como si de magia de tratará los recuerdos llegaron como balde de agua fría.

El cumpleaños de Zach, el cumpleaños de Corbyn, el de Aubrey, maldita sea, aléjate de los cumpleaños de mis amigos.

-s-s-si-tartamudeé torpemente, aclaré mi garganta y luego intenté poner una sonrisa-sí, mucho tiempo-hablé nuevamente en un hilo de voz.

Comencé a sentir unas indescriptibles ganas de llorar y en pocos segundos sentí mis ojos aguarse lo que me obligo a mirar hacía otro lado.

-¿que haces aquí?-lo miré tragando con fuerza para que con ello se fueran también las lágrimas que amenazaban con salir.

Jonah me miró con la boca entreabierta seguro ideando alguna mentira en su cerebro y maldiciéndose internamente por no prepararse para tal pregunta.

-Yo um...sólo...-hizo una mueca-¿vine a ver a un amigo?

-¿me preguntas a mí? yo te estoy preguntando a ti-ambos soltamos una pequeña risa.

El sonido de su risa fue música a mis oídos, me movió todo el esqueleto o lo miré con anhelo tal como un niño mira su juguete preferido.

-Estás muy lindas-sentí el calor subir a mis mejillas y deduje que me estaba sonrojando-aún te vez super tierna cuando te sonrojas.

Respiré con dificultad y luego ladee un poco mi cabeza intentando que las neuronas que se habían tomado un paseo momentáneo por la presencia de Jonah volvieran nuevamente a su lugar y me ayudarán a reaccionar o a poder hacer algo coherente y no parecer una estúpida.

-yo um...

-¿estás sola?-preguntó al notar que nada coherente saldría de mi boca, miró a mi alrededor confirmando que no había nadie acompañándome.

-estoy con Zach-preferí omitir el nombre de Mía para que no le naciera la curiosidad de querer verla-está en...en la librería.

-¿Zach en una librería?-hizo un mueca.

-muchas cosas han cambiado-elevé mis hombros y él asintió.

-te eh extrañado-habló sincero mirándome directo a los ojos-Suelo extrañarte todo el tiempo, como si fueras a darte cuenta-se rió algo nervioso por sus palabras-creo que no debí decir eso-se sonrojó levemente.

-está bien-asentí para que no se preocupara.

Vi a Zach salir de la librería con Mía en brazos mientras la pequeña le mostraba con alegría el libro, rogué para que el morocho no me encontrara entre la gente pero de reojo noté como comenzaba a moverse.

-¿y que has hecho?-preguntó-dos casi tres años creo que es suficiente tiempo como para que muchas cosas pasen-se rió mostrándome sus hermosos dientes-Eh escuchado bastantes de tus nuevas canciones, es bueno saber que aún sigues en ese mundo-asentí sonriendo.

-sí, a pesar de todo es algo que amo hacer y dudo que algún día pueda dejarlo a voluntad, aparte sabes que las letras fluyen como agua en mi cerebro asique no puedo parar de escribir-solté una risa nerviosa-¿y tú? ¿has hecho algo más luego de Why Don't We?-negó algo decepcionado de saber que no le había seguido el rastro como él a mí.