Twenty Four.

196 32 47
                                    

La noche había sido insufrible. Me dolía hasta respirar y eso era pésimo. Había tomado el error de levantarme en la noche y acercarme a la puerta de la habitación de invitados en donde Daniel se había quedado. Me acerqué y lo escuché a través de la puerta, se escuchaba como sollozaba e incluso como a veces sólo explotaba y lloraba. Las lágrimas salieron instantáneamente, me recosté en la pared y me senté junto a la puerta por un rato...Daniel no había parado de llorar y eso cada vez me dolía más.

Cuando desperté Daniel ya no estaba...me había dolido pero no sorprendido.
Corbyn fue el primero en llamarme para corroborar que estuviera bien, no lo estaba pero él no necesitaba saberlo. Jonah fue el segundo...él ni siquiera preguntó como estaba, simplemente dijo que estaba camino a mi casa con su delicioso café casero y algunas cosas más para comer.

Cuando el timbre sonó me acerqué a la puerta intentando poner mi mejor sonrisa. Jonah negó y sin decir nada me rodeó con sus brazos abrazándome con fuerza, lo recibí y sentí tranquilidad entre sus brazos.
Al pasar comenzó a hablar de cosas disparatadas para distraerme. El café estaba delicioso y lo comprobaba con cada trago.

-Pero luego a Svea se le cayeron todos los huevos que habíamos recogido y fue muy triste-concluyó su historia con una sonrisa y no pude evitar sonreír-¿te gustó el café?-asentí feliz.

-Estaba delicioso, gracias Jonah-le sonreí.

Acerqué mi mano a él y tomé la suya para apretarla levemente, me miró inexpresivo.

-No debes agradecer.

-Lo hago por todo en general, eres el último que debería estar aquí...después de todo eres mi ex y no deberías estar conmigo.

-¿porque sea tu ex significa que no puedo preocuparme por ti?-elevó una ceja-Zoe...sabes lo importante que eres en mi vida, no pienso hacerme a un lado y dejarte con tu sufrimiento si se que estás mal-negó-Nunca lo haría Zoe, Mis brazos siempre estarán abiertos para ti, sólo recuerdalo-asentí suavemente.

-Tengo que aceptar que cuando no estabas me sentía tan vacía-hablé sincera-Dolía no tenerte, pero debía acostumbrarme a ello. Y lamento todo lo que te hice pasar, lo lamento....lo único que pudiste llevarte de mi fueron malos recuerdos-negó rápido.

-Cállate-lo miré asombrada-No sabes lo que dices, estás dolida y sientes necesidad de disculparte por cosas que no son ciertas. Aparte de todo, yo fui él que te dejó ir, y ese fue mi mayor error-negué.

-Supongo que ambos nos dejamos ir....Nunca entendí lo mucho que te extrañaba hasta que comenzaron a pasarme cosas y no estabas ahí para escucharme o apoyarme-sonrió de costado.

-Yo igual-elevó sus hombros-Siempre me pasaba lo mismo, con cada canción o noticia, cuando celebraba algo y esas cosas...te recordaba y me daban ganas de contarte todo-sonrió triste-Tal vez a eso se refiere la gente cuando hablan de tocar a una persona hasta el alma-mis mejillas se sonrojaron un poco-me tocaste hasta el alma Zoe-se rió mirando hacia otro lado-pero está bien, simplemente seguiré fingiendo que ya te he olvidado.

Me alejé un poco de él y di un largo suspiro.

-Lo lamento-se disculpó negando-no debería venir con todas estas cosas estando como estas, soy un idiota-negué.

-Está bien-me encogí de hombros.

Estuvimos un rato más sentados en la mesa del comedor hasta que Jonah me invitó a meternos a la piscina. Aseguraba que no era nada en doble sentido y que simplemente era para relajarme, le dije que no y me quedé dentro de la casa mientras le daba su libertad de hacer lo que quisiera.

El timbre sonó y maldije, nunca nadie me visitaba pero ahora que no quería ver a nadie todos decidían venir.

-Hola Corbyn-saludé al ver al rubio del otro lado de la puerta.

•Don't stop loving me•  3°《Daniel Seavey & Jonah Marais》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora