Forty Nine.

108 21 20
                                    

Penúltimo

Abrí lentamente mis ojos, mis parpados estaban pesados, no podía mover mi cuerpo, me sentía débil ¿Qué pasaba?
Al poder ver mi entorno vi a Daniel sentado junto a la cama sentado en la silla, tenía su brazo apoyado junto a mí y su cabeza sobre el mismo, una de sus manos sujetaba la mía y la otra la acariciaba con lentitud y suavidad. Del otro lado de la sala vi a Zach sentado en el sofá y a Steph sentada sobre su pierna, la chica acariciaba su cabello con suavidad y ambos hablaban con rostro de preocupación. En la ventana vi a mí hermano charlando con Jack.

Me moví un poco en mi lugar y al quitar mi mano del agarré de Daniel me gané una mirada preocupada de su parte.

—Cariño—se incorporó rápido golpeando la silla contra el suelo haciendo que se escuchara un fuerte estruendo—lo siento—se disculpó al ver mi rostro—. ¿Cómo te sientes?—todos se acercaron rápido rodeándome.

—Ahogada—hablé sincera.

—Cierto, aléjense un poco—habló Zach hacia los otros.

—Iré a decirle al doctor que ya has despertado—asentí hacia la voz de mi hermano.

—Yo iré a decirle a Corbyn y Christina—Jack salió de allí también.

—Me alegro que ya hayas despertado—Zach besó mi mejilla con amor—. Pero nosotros no podemos estar aquí—reí suavemente hace su comentario.

—Vendremos luego—susurró Steph caminando fuera de la habitación de la mano de su marido.

En cuanto estuvimos solos giré mi rostro hacia Daniel, me miraba con ojos cristalizados pero con una gran sonrisa. Acerqué mi mano hacia su rostro y acaricié su mejilla.

— ¿Cómo están los bebés? ¿Ellos están bien?—asintió rápido.

— ¿Tú cómo estás?—solté una leve risa.

—Estoy bien, ¿Por qué están todos tan preocupados?—apretó los labios.

La puerta se abrió y el doctor entró haciendo algunas anotaciones en una pequeña libreta. En cuanto elevó la vista me regaló una sonrisa.

—Zoe, al fin despiertas—rio acercándose— ¿Cómo te sientes?

— ¡Estoy bien!—exclamé confundida.

—Seguro no lo recuerdas, pero estuviste inconsciente, por unas cuantas horas, mira—apuntó la ventana para que notara el sol que iluminaba perfectamente todo—. Ya es medio día.

— ¿Medio día?—pregunté confundida, él asintió.

—Mientras te hacíamos la cesárea perdiste mucha sangre, lo que hizo que quedaras un poco inconsciente, pero ya estás bien, ¿cierto?—sonrió y yo asentí—bien. ¿Qué te parece si utilizo un poco de mi buen poder de persuasión y hago que traigan a los nuevos integrantes de la familia con sus padres?

—Sería maravilloso—sonrió asintiendo.

—Haré lo que pueda—salió de allí totalmente feliz.

— ¿Inconsciente?—Daniel asintió suavemente.

—Por más de una hora estuviste dentro del quirófano, no sabía nada de ti ni tampoco de los bebés—tragó duro y su voz se quebró—me tenían muy preocupado—acaricié su mejilla.

—Cariño, lo siento mucho—negó suavemente y sujetó mi mano.

—Lo bueno es que ya están bien—la besó suavemente—los tres.

— ¿Los has visto?—asintió— ¿Cómo están ellos?

—Muy pequeños—ambos soltamos una leve risa—pero están bien, a pesar del riesgo están bien, al menos eso me dijeron—asentí—aún están en observación, por lo que no te recomiendo que te emociones en poder verlos ya.

— ¿Por qué lo dices?

—Porque no pueden sacarlos de la habitación, Corbyn y Christina están con ellos ahora—asentí suavemente.

Daniel abrazó mi brazo y recostó su cabeza junto a mí. Algunos de los chicos aprovecharon a entrar a la habitación mientras el horario de visita seguía activo. En cuanto finalizó tuvieron que irse, asegurando que volverían el día de mañana. Zach, que aún traía su cómico pijama de dinosaurios, prometió que regresarían en un rato para traerle algo de ropa a Daniel y algo para comer también.

— ¿Quieres que cierre la cortina?—preguntó Daniel en un susurró y yo asentí.

En cuanto volvió me hice a un lado para que, con cuidado, se acostara junto a mí.

—Mmm, ¿Zoe?—habló luego de un rato.

—Dime—hablé mientras mis dedos se movían suavemente sobre la palma de su mano.

— ¿Podríamos casarnos?

—Creí que ya había dicho que sí a eso—reí suavemente.

—Me refiero a ya.

—Estoy en el hospital, no se ve muy posible—negó riendo.

—Me refiero a cuando salgas, no quiero esperar otros cuantos meses. Y la verdad que toda la situación que hemos vivido me ha gritado que aproveche cada momento contigo, ninguno sabe si estaremos mañana.

— ¡No seas dramático!—reí golpeando suavemente su abdomen.

—Lo sé, soy un dramático, pero hablo enserio—elevé mi cabeza para mirarlo—. Por favor cásate conmigo—le sonreí.

—Claro que me casaré contigo—aseguré—tal vez no hoy, tal vez no mañana o dentro de una semana. Pero te prometo que me verás caminar hacia el altar con un lindo vestido blanco, dispuesta a decir que sí a pasar una vida entera contigo—sonrió satisfecho por mi respuesta.

—Puedes estar segura que también estaré dispuesto a decir que sí para pasar una vida entera contigo.

—Más te vale—rio.

°°°°

°°°°

Adivinen quien está llorando mucho...Yo, tú, todas, ahr. Me gusta pensar que ustedes sufren tanto como yo jsjs

 Me gusta pensar que ustedes sufren tanto como yo jsjs

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estoy perdida señoras, ¡PERDIDA!

Bueno, dejo mi dramatización. ¿Cómo están? ¿Se sienten conforme con este final? la verdad yo sí, es el final que había idealizado desde la primera temporada, desde que tuve la idea inicial sobre estas historias, (#sorryforJonah).

Bueno, ¿listas para el final? yo no.

Aclaración:luego de este será simplemente el capítulo final, el epílogo y una nota de agradecimiento...no creo que mucho más. Asi que, bellas mías, si en verdad aman mucho esta historia, les recomiendo disfrutar los últimos momentos porque este es definitivamente el final de este triángulo amoroso.

•Don't stop loving me•  3°《Daniel Seavey & Jonah Marais》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora