30 Días [De Spiritshipping]

Hanahaki disease

–¿Has escuchado sobre hanahaki disease?

Judai veía con duda a su amigo. Johan a veces hablaba de cosas extrañas cuando se emocionaba por los insectos, pero nunca inventaba palabras.

–¿Qué es?

–Es una enfermedad que te hace escupir flores... Sé que solo funciona si estás enamorado y no eres correspondido.

–Eso suena algo triste.

–Sí... ¿Crees que eso exista?

–¿No existe?

Preguntó ingenuo mezclado con asombro. Johan sólo se limitó a sonreír sin siquiera darle una respuesta.

Esa noche, Judai se veía al espejo mientras abría su boca buscando algunas flores, la idea le parecía algo extraña pero a la vez quería ver que clases de flores iban a salir de su boca.
Estuvo un momento en esa posición pensando en el amor no correspondido que tenía por Johan pero aunque deseaba ver esas flores su vista solo se volvió borrosa recordando porque Johan no lo amaba de la misma forma que lo hacía él.

Al día siguiente Judai volvía al bosque donde Johan le pedía que buscaran ciertos insectos y después los liberaban. Podía ser un pasatiempo infantil pero el castaño amaba estar a solas con Johan en ese bosque.

–Sobre lo de ayer... ¿Tú has vomitado flores?

–No.-Respondió de inmediato mientras buscaba un insecto entre las hierbas.–Tal vez soy correspondido.

–¿Hay alguien que te guste?

La mirada castaña de Judai se llenó de esperanza mientras su rostro comenzaba a subir de temperatura.

–Tal vez... No estoy seguro, hace poco llegó un chico nuevo a mi escuela, es agradable pero no tanto como tú.

–¿Te sientes atraído hacia él?

–Judai... ¿Estás celoso?

Johan lo observó divertido mientras Judai rápidamente se daba la vuelta para que su amigo no viera su rostro enrojecido.

–¿Por qué lo estaría?

–Porque me quieres.

–Eso no tiene—.

–¿Oíste eso?

Judai comenzó a prestar atención mientras observaba a Johan algo preocupado. Corrieron de inmediato al lugar donde los guiaba ese ruido. En el habían tres tipos golpeando a un indefenso chico que se encontraba cubriéndose su cabeza entre sus manos.
Ambos no lo pensaron dos veces y fueron a socorrer al desconocido.
Aunque fueran más en número, ambos se enfrentaron a ellos, recibiendo algunos golpes pero también dejando su marca en el rostro de los demás adolescentes. El enfrentamiento finalizó cuando uno de ellos sintió que su mandíbula dolía bastante debido al golpe que Judai le había dado.
El castaño veía feliz como se iban pero luego veo como el labio de Johan sangraba un poco haciéndolo preocuparse.

–Gracias. Ya que me ayudaron déjame curar tu herida.

Judai observó al desconocido que acababan de ayudar. Parecía fuerte pero también entendió que los golpes que recibió eran abusivos.

–Por cierto me llamo Fujiwara. Estuve explorando un poco pero ellos vieron los objetos que usaba.

–No te preocupes, además ya estamos bien. ¿Cierto, Judai?

Johan parpadeó varias veces al ver que el castaño veía fijo a la nueva persona que conocían.

–¿Lo conoces de algún lado?-Susurró llamando la atención de su amigo.