Historia de Johan

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Su vista borrosa y el sonido de una fuerte brisa lo hizo despertar.
Al primero que vio fue a O'Brien, quien lo observó alegre mientras salía corriendo en búsqueda de un médico. Jim tomó su mano mientras comenzaba a llorar.
Johan no entendía nada.

Una brillante luz para ver las reacciones de sus pupilas fue lo que recibió por parte del médico y una que otras preguntas.

–¿Así que tuve un accidente?

–Estuviste inconciente casi una semana. No nos vuelvas a preocupar así, amigo.-Dijo en un tono preocupado Jim.

–¿Dónde está Judai?

Sus amigos se observaron con el ceño fruncido para luego observarlo a él.

–¿Quién?

–No me hagan esta broma. ¿Dónde está Judai?

–Johan en verdad... ¿Quién es ese tal Judai?

El otro los observó asustado mientras Jim decidía volver a llamar al médico.

Se encontraba observando por la ventana mientras recordaba a Judai; los días que pasaba junto a él y esa noche que tuvo el accidente. Recordaba perfectamente que el castaño estaba a su lado como copiloto. Pero aunque le contara sobre eso a sus amigos, ninguno de los dos recordaba a Judai.
Incluso le preguntó a su médico sobre su pareja pero este le indicó que solo él había llegado al hospital.

Mientras se recuperaba, Johan mantenía el recuerdo de Judai siempre. Esa misma tarde hizo un retrato de su pareja y se los enseñó a Jim y O'Brien.

–Es un dibujo muy lindo, Johan.

Dijo con una sonrisa Jim mientras Johan negaba.

–Él es Judai. Por favor... Díganme cómo está él.

–Johan, en verdad no sabemos quién es Judai. ¿Quizás nos habías ocultado ese romance?

–Claro que no. Amo a Judai y lo presumo ante todos.

Eso hizo pensar a Johan y pidió que le dieran su teléfono celular, pero el aparato había sido destruido durante el accidente.

–Necesito saber más sobre ese día. ¿Los llamé antes o—?

–No te habíamos visto en días. Dijiste que tenías mucho trabajo.

–Pero Karen y yo te habíamos visitado tres días antes de que sucediera el accidente.

–¿Dónde?

–En un lugar de comida rápida.-Dijo divertido Jim mientras Johan fruncía el ceño.

–¿Un poco más específico?

–En un edificio. En el centro de la ciudad.

Johan asintió. Esperó días hasta que le dijeran que estaba mejor.
Decidió ir al edificio que Jim le dijo. Dentro también habían muchas oficinas, una llamó particularmente su atención.
No creía mucho en la hipnosis pero era su última opción. Suspiró profundo y decidió entrar a la oficina que ofrecía esa ayuda.

–Bien. Cierra los ojos y deja que el sonido te guíe.-Susurró la mujer con voz tranquila mientras hacía que Johan prestara atención al sonido de la fuente de agua que estaba en ese lugar.–¿Qué ves?

–Judai y yo estamos en el automóvil... Estamos hablando sobre que este viaje nos serviría como reconciliación. ¿Eh? ¿Habíamos terminado?

Johan abrió los ojos pero la terapeuta le indicó que los volviera a cerrar.

–Mis frenos no sirven. Le pido a Judai que cubra su cabeza pero Judai... Lo siento. No puedo hacer esto.

Johan abrió los ojos mientras comenzaba a llorar en silencio.

30 Días [De Spiritshipping]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora