Recientemente el europeo Johan Andersen había ganado cierta fama debido a que poseía un extraño artefacto que volvía en realidad lo que él dibujara. Había sido un regalo de su abuelo así que él no sabía a qué se debía que los dibujos salieran de la hoja, además, no era egoísta, pensó que sería bueno ir por el mundo cumpliendo algo que las personas necesitaran. Pero también habían reglas, habían varias cosas que al ser dibujadas no salían de la hoja.
Se encontraba en un parque de Japón mientras dibujaba en su cuaderno de dibujos. Unos niños se sentaron a su lado mientras lo observaban. Johan pensó que sería bueno darle un obsequio a esos niños con su artefacto. Grave error, en cuanto lo sacó las personas del parque lo rodearon para poder usar esa maravilla que Johan poseía.
Él no podía escapar así que solo intento tomar todas las peticiones de las personas.Era tarde y la mayoría estaba feliz con algunas cosas bastantes innecesarias. Johan suspiró mientras se levantaba para buscar un hotel. Sintió un ligero jalón en su chaqueta que lo hizo darse la vuelta con un rostro de pocos amigos.
Pero ese rostro hostil desapareció de inmediato al ver el rostro del otro. Parecía suave, con labios ligeramente partidos y unos ojos brillantes que lo cautivaron de inmediato. Se quedó así unos minutos hasta que el otro desvió la vista.–Oh... Lo siento.
–No importa. Johan ¿Verdad? Leí algo sobre ti hace días en internet. ¿Tienes donde pasar la noche? Conozco una posada hermosa.
Johan sonrió mientras negaba.
–Entonces te llevaré ahí. Vamos de inmediato.
Luego de unos cuantos minutos, Johan observó una posada con un auténtico estilo japonés. Al ser tan grande pensó que estaría repleta de personas pero el otro negó diciendo que solo la ocupaban para aguas termales y rara vez alguien pasaba la noche ahí, confundiendo aún más a Johan.
Al entrar, recibió la bienvenida de una persona en la recepción, la cual el castaño presentó como Yubel. También el gato de la posada quiso saludar, el cual él presentó como Pharaoh.–Bienvenido a la posada, Yuki. Cómo dije, principalmente usamos las aguas termales pero luego de leer sobre ti, haremos una excepción y podrás quedarte más tiempo que solo para descansar.
–Sí, tenemos muchas habitaciones que no solemos usar a menos que sea un caso de emergencia.-Añadió Yubel.–Judai, puedes guiarlo a su habitación, luego que tome un baño, la cena será servida a las ocho en punto.
–Bien, sígueme.
Johan asintió.
Mientras el castaño sacaba el futón, Johan decidió interrogarlo.
–¿Judai?
–¿Sí?
–Yubel y tú... ¿Son novios?
–Claro que no. Somos familias, fuimos criados juntos.
–Ya veo...
–¿Te preocupaba eso?
Sonrió con una sonrisa pícara mientras Johan se sentía apenado.
–No, no, solo me dio curiosidad.
–Listo. Te mostraré las aguas termales.
Johan asintió mientras era nuevamente guiado por el castaño.
–Esta es tu bata, úsala hasta que salgamos de aquí.
–Entiendo.
Johan comenzaba a despojarse de sus ropas mientras veía a Judai.
–¿Te quedaras ahí?
–Debo guiarte, además, quiero ir también. Así que lo mejor sea que me desnude también.
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30 Días [De Spiritshipping]
Fanfiction30 días para contar una historia nueva de la peculiar pareja de adolescentes. Amor y desamor, felicidad y tristeza, todo vinculado al lazo que comparten Judai y Johan. [RETO]