Un poco de abrigo

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Era un día frío, a pesar de ser casi las dos de la tarde aún se podía visualizar la neblina por las calles. Judai observaba el frío ambiente por la ventana hasta que entre la neblina apareció una figura bastante familiar para él. Tomó su abrigo y salió de su hogar.

–¡Johan! ¿Qué haces aquí?-Preguntó claramente preocupado por la salud del otro.

–Solo estaba aburrido en casa.-Sonrió mientras rascaba su nuca.

–Dime la verdad.-Hizo un pequeño puchero.– Por ahora estar aquí afuera no es conveniente.

El de cabellos castaño algo molesto pero preocupado a la vez lo hizo entrar a su hogar, luego fue a preparar un poco de chocolate caliente para su invitado.

–No soy un niño, Judai.

–Eso pareces. ¿Y bien? ¿Qué hacías ahí afuera?-Se cruzó de brazos con un rostro serio mientras tomaba asiento.

–Umh... Vi el espíritu de una carta, parecía asustado y fui a ayudarlo.

–Ya veo... Pero tu salud. Mirate, no llevas ningún abrigo contigo.

Johan juntó sus manos en señal de disculpa y luego le dio un sorbo a la bebida caliente que se le había servido. Mientras el otro disfrutaba el contenido de la taza, Judai sonrió enternecido por la actitud de su amado, después de todo estos meses como su pareja habían sido maravillosos y Johan cada vez mostraba más ese lado suyo de que amaba ayudar a los demás, tanto como personas y espíritus.

–¿Sucede algo?-Preguntó el de ojos claros.

–No, solo que sigo amándote cada vez más a pesar de lo descuidado que eres a veces.-Respondió con una dulce sonrisa mientras su rostro perdía el toque de molestia que tenía anteriormente.

–¿Sabes? El chocolate no es suficiente.-Sonrió travieso mientras el rubor pinto las mejillas de Judai.

"..."

–Así está mejor, ¿no lo crees?-Preguntó alegre mientras estaba cubierto con una enorme manta de polar y entre sus brazos acurrucaba a su novio.

–... Sí, claro.

–¿Qué sucede?

–Cuando fuiste a mi cuarto, no pensé que traerías esto.

–Pero así está bien.-Contestó de inmediato mientras atraía más el cuerpo del otro hacia él. Acomodó su rostro en el hombro de Judai y mientras cerraba sus ojos susurro.– Luego de esto no me voy a contener.

–¿Eh? ¿Dijiste algo?-Observó a Johan pero este yacía dormido, con cuidado se volteó hacia su dirección y lo abrazo fuertemente mientras el también comenzaba a sentir sus párpados pesados.– Estoy tan agradecido por tenerte a mi lado.
Terminó por decir para luego entregarle un fugaz beso en los labios y acurrucarse a su lado.

🔹🔹🔹🔹

Reto del día: Abrazarse, acurrucarse o darse mimos

30 Días [De Spiritshipping]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora