Capítulo 8

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-¿Crees que deberíamos llamar al médico?-Pregunté.

-Es un resfriado Carol, tranquilízate.

El jueves por la mañana descubrí que mi abuela seguía sin encontrarse bien. Por un momento Conchi y ella intentaron esconderlo. Pero mi abuela ya no podía fingir. El color de su cara había cambiado. Después de discutir con ella conseguí que se tumbara y descansara.

Pero no estaba tranquila. Mi abuela era una persona mayor y por lo tanto no tenía tantas defensas como alguien más joven. No me fui tranquila de casa. Aunque ellas me sonrieron abiertamente, en el momento en el que cerré la puerta estuve a punto de llamar a Julia y volver para cuidar a mi abuela. Ya habían pasado dos días desde que Martín me había puesto el ultimátum. Y no podía atrasarlo más. Julia se había ofrecido a ayudarme con lo relacionado con Diego y no podía estar más agradecida.

En la calle podía ver el sol tan brillante de Valencia. El cielo reflejaba el paso de la tormenta de ayer, dejando la atmosfera liberada y pura. Aún había algún charquito por la calle. Estaba cerca del restaurante donde había quedado con mi compañero, pero algo consiguió desviar mi ruta. Crucé la calle hasta la acera de enfrente. Una de las tiendas oficiales del Valencia mostraba una imagen de Diego Rodríguez, su gran estrella, junto a dos compañeros. Rápidamente las ideas surcaron por mi cabeza. Fotografié la imagen y la subí a Instagram. No podía ser sutil. Porque como dijo Martín, tenía muy poco tiempo. Y si no me daba prisa, tendría graves problemas.

Al llegar al restaurante Julia me esperaba sentada en la mesa. Me contó acerca de su último viaje y lo feliz que estaba con los resultados.

-Fue increíble. Ahora entiendo porque tiene tantísimos fans.

-Siento mucho lo de la portada. No sabía que Martín te había dado la portada...

Mis fotografías habían cubierto más de quince portadas de la revista. No me podía quejar. Era buena en mi trabajo. Al principio, fui un desastre, como todos. Pero una vez empiezas a crecer dentro de ese mundo, solo tienes una opción. Comértelos a todos o no sacarás nada. Julia por el momento había cubierto tan solo una. Estaba iba a ser su segunda portada y aunque no fue mi decisión. Martín pudiese haberle dado a ella la portada. No le mencioné mi pequeño acuerdo con Martín. Y eso iba a seguir siendo un secreto entre nosotros dos. No es que no confiara en ella, pero en los temas de mi trabajo solía ser muy reservada.

-Oh, no te preocupes. Ya llegarán más portadas.

Iba a responderle, pero mi móvil sonó.

"@Diegorodríguez14 ha respondido a tu historia"

Lo dejé encima de la mesa para poder continuar hablando con ella.

-Estoy segura de que la próxima será tu portada.

-No lo creo. No me pasa desapercibido que Martín nunca me da buenas exclusivas.

-Ya lo conoces. Es un poco especial.

-Sólo te da buenas exclusivas a ti Carol. No es nada bueno.

Y por un momento desapareció la mujer dulce que solía ser. Bebí un poco de agua y me aclaré la garganta. No solo me daba a mí buenas exclusivas. Muchos de nuestros compañeros habían cubierto verdaderas exclusivas con un buen reportaje.

-Laura y Amanda han cubierto muchas exclusivas mejores que las mías.

-Ya. pero ahora Laura cubre conciertos y Amanda bodas

No le respondí. No entendía a que venía este comentario.

-Bueno no importa ¿Cómo va con Diego?

A través de CarolinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora