Uno

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"Era demasiado elegante"

-CHICOS- Géminis parecía haber visto un muerto, mantenía sus ojos bien abiertos, estaba pálido y su respiración iba rápido.

-¿Qué pasa?- Acuario se volteó en su asiento privilegiado (e incómodo, pero eso era lo que se pagaba por ser el copiloto) y lo observó con preocupación, en pocos segundos la camioneta se detuvo. Todos lo miraban.

-¿Cuándo llegamos?- sonrió demostrando inocencia y torciendo la cabeza hacia la derecha.

-QUE TE DEJES DE JODER- le grito Leo apagando por un segundo su celular y escrutándolo con dureza -CUANDO TENGA QUE SER- de todos los alli presentes el león parecía ser el más estresado.

-Cállate Drama Queen, que yo soy quien tuvo que oirlo todo el camino- respondió Tauro girando los ojos y tomando la llave para girarla y continuar, pero fue detenido por Aries quien se había adelantado hasta allí aplastando a varios de sus amigos.

-Deja que otro conduzca, abuelo.-

-Yo- Sagitario estaba sentado atrás de todo junto a Capricornio que descabezaba sueño, abrió la puerta y caminó con tranquilidad hasta el lugar del conductor, relevando al toro de su cargo -Ándale, duérmete un rato- ordenó con tono determinado mientras le indicaba que tomara su asiento.

Una vez listo el arquero miro que su amigo estuviese dentro de la camioneta y con la puerta cerrada para continuar camino.

Pocos minutos después habían avanzado un gran trecho, pues Sagitario no era un conductor confiable, para aclarar las cosas, pero poco importaba, la ruta estaba (practicamente) abandonada por lo que cruzarse con alguien no era opción.

-¿Y toda esa niebla?- murmuró Acuario entrecerrando los ojos y acomodandose en el lugar del acompañante.

-Estamos cerca de un lago- respondió Sagitario sin bajar demasiado la velocidad y recordando las clases de Geografía de apoyo que se había tenido que tragar para no reprobar hacía años atrás.

[...]

La ruta parecía estar infestada de baches, porque cada dos por tres sentían fuertes sacudones, y no ayudaba en nada ver que afuera la neblina parecía hacerse aún más densa.

-¡Sag, frena un poco, no se ve nada!- gritó Virgo, sabiendo de ante mano que no le haría mucho caso.

-De los únicos cuatro que podemos conducir, Tauro está dormido y los tres somos iguales, asi que ve relajando o se va a hacer muy largo- comentó Escorpio en tono desinteresado, para luego retomar su lectura silenciosa.

De esa forma continuaron unos breves minutos más hasta que la frenada repentina los sacudió a todos.

-¿¡Y ahora que mierda pasa!?- Piscis no solía decir groserías, por el simple hecho de que no le llamaban la atención, pero haberse dado la nariz contra el asiento lo había agarrado desprevenido.

-Hay algo tirado adelante- respondió Acuario bajándose junto con el conductor, quien ya le había sacado unos cuatro metros de ventaja.

Ambos chicos se acercaron despacio al bulto extraño que estaba tirado en medio de la carretera.

-Es un ¿perro?- Sagitario trató de hallar forma en aquél cadáver mientras le toqueteaba con cuidado y de repente, como percatándose de algo, se apartó con violencia y limpió su mano en el asfalto de la ruta -Esta cosa no está atropellada, Acuario lo descuartizaron- el centauro lo tomó de la mano y lo arrastró al vehículo -Súbete.-

-¿Qué pasa?- Cáncer se veía preocupado ante la reacción de los dos chicos.

-Que nos volvemos, eso- respondió Sagitario sin emoción alguna en su voz, mientras consultaba la hora (era un tic nervioso que había desarrollado con el paso del tiempo).

Asesino zodiacalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora