Ocho

229 15 0
                                    

Libra salió de la habitación temblando mientras se aferraba a la camiseta de Acuario (igual que Géminis, solo que él iba del lado derecho) y a la mano del signo de los gemelos, los tres tenían una venda que cubría sus ojos, por lo que no podrían ver hacia la sala, la cual podía llegar a apreciarse desde el balcón que formaba el pasillo de la escalera.

El mayor encabezaba la caravana y avanzaba despacio para que nadie se estampara con nada.

Un ligero crujir de los goznes de las viejas puertas les llamó y se dirigieron allí.

-¿Es acá?- interrogó el acuariano tomando el picaporte.

Y la puerta se abrió, sí, era allí.

El trío de chicos ingresó a la habitación y la puerta volvió a sellarse.

Tan solo les llevó un segundo descubrirse los ojos para encontrarse de lleno con otros otros dos de sus compañeros: Virgo y Escorpio.

Ambos chicos permanecían tirados en el suelo y se mostraban por completo inconscientes.

-¿¡Están muertos!?- los dos signos de aire más pequeños se ocultaron tras Acuario quien permaneció totalmente quieto mirando la escena que se presentaba frente a sus ojos.

-No- dijo al final -Están vivos-.

-¡Ay, creí que los habían hecho pollo!- exclamó Géminis corriendo hacia ambos chicos -¡despierta Virgo!- gritó mientras le daba una sonora cachetada al castaño -No es hora de dormir señor general, me quiero ir a casa- agregó, mientras le daba otra.

-¡Géminis no los golpees!- le advirtió Libra mientras detenía la mano del pequeño -Sabes cómo se pone-.

...

Sagitario abrió los ojos, un líquido le caía sobre el ojo derecho, al parecer le sangraba la frente y el anillo de metal no estaba en su cuello. Tanteó a su alrededor y advirtió que estaba en una caja o un armario.

Estaba totalmente mareado y perdido. Y la cinta en la boca apenas le dejaba respirar.

"Estúpido resfrío" pensó mientras trataba de calmar su pulso.

...

-¿Están bien?- Acuario miro a Escorpio, al parecer no estaba lastimado, es decir, no más lastimado desde la última vez que se había visto. 

Virgo estaba sentado en el suelo, y no articulaba palabra alguna, había sido dominado por un fuerte temblor y permanecía muy atento a cualquier movimiento que el escorpión quisiera hacer hacia él.

Los tres signos de aire sentían a la perfección la tensión que se estaba manejando por allí, sin embargo estaba más que claro que ninguno de los tres diría nada, los dos eran muy similares para manejar su enojo y ambos aguardarían al momento perfecto para ensañarse en una disputa.

Así que, sin mucho más que decirse, todos comenzaron a buscar algún lugar ideal para poder pasar los pocos minutos de paz de la manera más productiva posible. Dormir.

La situación era, en cierto modo, extraña: Libra se había quedado pegado a Virgo, Escorpio permanecía en el medio de la sala y Géminis estaba sobre Acuario.

Ninguno de ellos hablaba, tres de ellos estaban casi dormidos, apenas podían aferrarse a una ligera conciencia que amenazaba con desecharlos, sin embargo dos mantenían sus ojos muy abiertos.

Libra se paró, de repente como si una descarga hubiera reactivado su energía -o, su temor- se movía errático y caminaba de lado a lado.

-Lib, ¿estás bien?- Géminis había despertado debido al suave taconeo que emitían los pasitos pequeños del chico.

-Estoy asustado, la orden va a llegar en cualquier momento, hace ya más de diez horas que estamos acá-.


Asesino zodiacalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora