Asesino zodiacal

Géminis

El chico apretó sus labios, y miro al mayor, que le sonreía divertido. Todo su cuerpo temblaba y pensaba que el algún momento iba a desmayarse, el cuerpo inconsciente de Cáncer estaba desparramado en el suelo y no se animaba a tocarlo, Libra, por otro lado, estaba desplegado sobre su silla, descuartizado. Muerto, igual que todos los demás, el olor se había vuelto insoportable pero no había llegado ni al cuarto de la derecha (donde ambos mellizos reposaban, casi sin vida) ni al de la izquierda (donde podían oírse los pasos apresurados de Virgo que parecía tener un ataque de pánico).

-¿Quieres jugar con ellos?- el mayor lo miro, con una sonrisa de lado a lado -¿O quieres ir con ellos?- agregó, apelando al miedo que el menor sentía por él y la situación. Su ropa escurría sangre y sujetaba el cuchillo con el que había desmembrado a Libra con fuerza, sabiendo que no iba a usarlo con Géminis, pues el niño estaba asustado.

El pequeño no respondió, solo se achicó en su silla, no quería nada, ni siquiera quería formar parte de ello, tenía lágrimas secas por todo el rostro y la sangre de Aries en una de sus manos, la cabeza le goteaba. Todo sucedía rápido y al mismo tiempo lento, había tratado de aferrarse a su mejor amigo, pero no había podido sacarlo de la habitación, al contrario, Acuario lo había golpeado por ello y ahora estaba al borde del desmayo por la herida latente.

-¿Acaso no te gusto?- de repente Acuario sonrió, haber usado al chico le había permitido tener un mayor número de ojos entre los nueve ajenos, debía convencer al niño de que era así, porque tal vez aún podía hallarle algún valor en alguna movida.

Géminis negó, aterrado.

-Prefiero a Leo- susurró, temblando.

Acuario sonrió, divertido, la insolencia le divertía. Era dulce, casi placentero ver al pequeño geminiano luchando por librarse de aquella mierda.

-¿Ser o no ser?- el mayor sonrió, parándose -Esa es la cuestión- agregó, extendiendo su mano hacia Géminis -¿Serás mi aliado o no?, respóndeme- exigió, atrapando la mano del rubio.

-¿Por qué no le pediste esto a Shaggie?- interrogó el chico, tratando de soltarse con el terror de quien piensa que su mano será amputada de repente.

-Porque Sag es dependiente de sus hermanos, jamás va a perdonarme por haberle quitado a sus dos cosas favoritas en el mundo- sonrió, agachándose, llevándose la mano de Géminis a la boca, y depositando un beso -Puede que parezca frío, pero sabes que tiene un complejo de hermano mayor- susurró sobre la piel suave del contrario -Igual me sorprende, aceptaste sin pensarlo mucho, sin embargo ahora te arrepientes, ¿no es así?- subió hasta la muñeca y volvió a unir sus labios contra la dermis ajena -Porque sabes que esa familia pondría las manos en el fuego por ti y Libra, ¿no?- esta vez el beso fue sobre la parte interna del codo, un escalofrío recorrió todo el cuerpo -¿O es por Aries?- Acuario rió, burlista, divertido -Tenías sentimientos confusos, ¿no es así?-.

-Basta- espetó el chico, arrancando su mano de las garras de aquél depredador -No quiero oír esto- murmuró, fijándose en Cáncer.

Acuario se alejó de Géminis, con el ceño fruncido, y se preparó para la última jugada.