Diez [bis]

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-Leo, hazte a un lado- Sagitario lo corrió sin problema alguno y solo se apeó de la cama, estaba tan cansado que no podía dormirse y la tensión del lugar lo estaba destrozando. 

Apretó el rosario que le colgaba del cuello y por un segundo pensó en rezar, otra vez, como un imbécil, buscando a Dios y a su afamada ausencia, negó y se sentó contra la pared, acomodándose en un hueco y tirando la cabeza hacia atrás, hacía frío, por lo que contrajo sus piernas y poco a poco comenzó a perder la consciencia.

...

-Esto es algo así como diario de una pasión- una voz profunda hizo que todos reaccionaran a la vez -No en vano son la familia fuego- agregó.

La persona estaba del otro lado de la puerta, podía apreciarse su sombra pero no podían reconocer de quién se trataba o si siquiera habían tenido la oportunidad de hablar con su asesino antes, pues su voz llevaba un claro modificador.

-Ahí lo tenemos al maricón, cambia su voz y nos encierra como corderos, da la cara- Aries se había incorporado en la cama y parecía muy dispuesto a ir a aporrear la puerta como si no hubiera un mañana (probablemente no lo había).

-¿Por qué no vienes entonces?, la puerta está abierta- la invitación sonaba llena de maldad, había que ser idiota para no advertir que se trataba de una puta trampa.

Pero Aries se paró y habría llegado de no ser porque Leo lo agarró del cuello y lo arrastró hacia la cama, más puntualmente al borde derecho de la cama, a donde no llegaría si disparaba o algo por el estilo, la puerta no apuntaba directamente al mueble, sino que estaba derecha hacia un pequeño pasillo que desembocaba en la pared que mostraba el límite de la habitación, es decir, estaba enfrente de donde Sagitario permanecía sentado, bien podría dispararle a través de la puerta, pero conociendo su método de: "primero revela tus secretos y luego te desaparezco" no lo haría.

-Nadie abrirá la puerta- determinó el arquero, parándose.

-Perfecto- coincidió el extraño -¿Saben por qué los convoqué a ustedes tres en particular?, al igual que el resto tienen una vinculación más o menos directa con Phoenix, pero, entre ustedes, estoy interesado en otro secreto- río con diversión, estaba encantado de hacer lo que hacía -Leo, Aries, ¿hay algo que quieran decirle a Sagitario?-.

Ambos gemelos se miraron con los ojos entrecerrados, ¿algo que ambos hubieran hecho?, imposible, la última vez que hablaron de forma coherente había sido a los nueve jugando escondidas.

-¿No se les ocurre?, entonces voy a refrescarles la memoria, ¿les parece?- otra risa, se burlaba de saber algo que ellos no -Aries, ¿qué era lo que querías hacer con Géminis en este viaje?, una..., ¿separación?- otra carcajada -Era tan..., estúpido- volvió a reír y dio un ligero golpe contra la madera de la puerta, como si no pudiera contenerse de la gracia que le ocasionaba -Y tú Leo, ¿cuál es la razón por la que te acostabas con Libra?, sabes que provocabas que fuera golpeado, ¿no?, pero te gustaba usarlo, porque él se parece a cierta persona...- otra risa -Ambos tan egoísta y a la vez tan mimados- su tono había cambiado, de repente era oscuro y serio, con odio.

-Déjalos, no importan sino quieren decirme algo- Sagitario avanzó hasta sus dos hermanitos y se colocó delange de ellos.

-Por favor, deja ese maldito complejo de hermano mayor, ¿no te parece que es demasiado?- interrogó y golpeó la puerta -Leo no te dirige la palabra y Aries solo causa líos haciéndote dar la cara para cuando vas a sacarlo- acotó, parecía que apretaba los dientes.

-No puedo pedirles que den más de lo que ya dan- contestó el centauro, temblando. Una parte de él continuaba queriendo mandar a todo y todos a la mierda para disfrutar de su vida. Pero no podía.

-¿Aún te sientes culpable?- había metido el dedo en la llaga -Al menos evitaste que atacaran a Aries, ya supéralo, le das rienda suelta a Leo con su bocota porque sigue profundamente herido por no haber estado- un risa -Le das rienda suelta a Aries para que no sienta que es excluído de la familia, ¿te apena no poder haberle dado más atención de la que le diste?- tocó la puerta dos veces -Te gusta un cierto equilibrio, te lo reconozco, más aún considerando todos los excesos a los que te sometes-.

-¿Qué quieres?- el arquero estaba a punto de explotar en rabia.

-Ya se los dije. Mellizos, hablen- ordenó.

Ninguno dijo nada. Los tres permanecían en silencio, Sagitario aún les daba la espalda a ambos y no parecía dispuesto a mirar a ninguno de los dos. Aries levantó un mano y atrajo la mirada del león.

"¿Qué cosa?", articuló.

"No sé", fue todo lo que recibió.

-Si así lo quieren...- otra risita más -Le juro que estaba rogando por esto. Sagitario, párate delante de puerta-.

-¿¡Qué!?- el ariano volvió a poner el grito en el aire -¡Podrías matarlo!-.

-Cierra el pico mocoso, Sagitario, hazlo-.

El arquero asintió y se colocó donde pedía. Respiró profundo y avisó su posición.

-Bien, ahora, desnúdate- continuó.

-¿¡Qué!?- ambos mellizos sintieron que todo les giraba.

Sagitario no dijo nada, ni siquiera los miro, pero pareció haber un ligero click en su cabeza, su expresión lo dibujó.

-Dale- apuró el desconocido.

El arquero se quitó los pantalones, la ropa interior y cuando iba a proceder a quitarse la remera la voz lo detuvo.

-No, espera- risa -¿Ahora sí recuerdan o advierten a qué me refiero?-.

Ninguno dijo nada, ambos tragaron saliva. Parecían petrificados por completo con los ojos fijos en el cuerpo semidesnudo de su hermano mayor.

-Háganlo-.

-¿¡Qué!?- Aries reaccionó y se sentó más atrás.

-Lo que oyeron. Quiero que lo hagan, los tres; demuéstrenle a su hermanito mayor lo que sienten-.









....

¿Escribo la escena?

Estoy entre un sí! Y no....

:v

Lpm, no se imaginan hace cuantos meses se me ocurrió esto (fueron los caps que perdí :'v), me siento satisfecho, necesitaba incesto :v viva....! 

Asesino zodiacalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora