Asa

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-Hola, Ranalli, ya estoy llegando. Deciles a los polis que me hagan espacio para poder pasar- Asa estaba cansado. Lo habían llamado de madrugada porque había habido un asesinato masivo, o algo así fue lo que entendió.

-Sí, ahora aviso, esperame un segundo Orión-.

La casa era enorme. Carísima, seguro. ¿Otra vez habían sido pendejos con plata lo que se habían mandado la cagada?, la puta madre. Pendejos de mierda.

-Orión, lamento haberte despertado. Pero, sos el fiscal a cargo. Y ya sabes...- Ranalli era un novato, todo el mundo lo gastaba. Y a esas altura estaba un poco acobardado por su puesto.

-No importa. ¿Qué pasó?- lo mejor era ir al grano cuanto antes.

-Son doce chicos, al parecer estuvieron encerrados unos cuatro días, están todos muertos- Ranalli sabía perfectamente que era mejor ser escueto. De lo contrario se ligaría una buena tanda de insultos, estaba harto de ese trabajo, maldito el día en que lo eligió.

Ambos hombres entraron por la puerta principal. La ventana delantera estaba rota. Un chico rubio estaba sentado a su lado, su cuerpo era atravesado por los pedazos de vidrio. Orión se acercó a él y lo miro de forma superficia, sin tocarlo. Tenía el tobillo derecho roto. El cuello estaba marcado levemente, muerte bastante reciente.

Asa se paró y continuó avanzando seguido de Ranalli quien temblaba al ver los cuerpos. Aquello era espeluznante.

Pasaron del vestíbulo y llegaron a un living.

-Oh, Dios- murmuró Ranalli dando un salto al ver un cadáver sentado en los pies de la escalera.

Orión le miro sin mucho interés y pasó de largo hasta el comedor. Luego tendría que ver los once cuerpos, analizar sus estados y trataría de reconstruir su historia. Se pudriría de ello en solo dos días. Asi que trató de tomárselo con calma.

-Asa, tenemos a los doce identificados. Vení un segundo- uno de los forenses llevaba una libreta en mano con varias hojas y fotografías.

Orión asintió y se retiró de allí, haciendole un gesto a Ranalli para que le acompañase.

En el jardín había una carpa comedor armada de forma improvisada en el terreno desprovisto de llanura. Una mesa blanca era el centro y sobre ella reposaban muchos papeles, un par de computadoras y algunos bolígrafos sin capuchón.

-El mayor de ellos, Tauro- el viejo le tendió una foto, en ella posaba un chico de cabello negro y vibrantes ojos verdes. Era de instagram. -Veinticuatro años, atleta, a punto de ingresar al equipo olímpico del país. Un joven muy prometedor- cortó y luego tendió otra imagen -Era novio de Libra, diecisiete años. Uno de los mejores promedios de la Gran Academia- Tauro y Libra estaban en la foto posando frente a un arcade. Tenía el pelo castaño, ojos iguales y el rostro lleno de pecas.

-¿No había quejas de parte de los padres de Libra, con respecto a que Tauro fuése mayor?-.

-El pibe solamente tenía a su madre, y había estado en contacto con Tauro desde niño. No hay nada en contra del mayor-.

El forense aguardó un segundo a que Asa se agendara a ambos chicos en la memoria. Y prosiguió.

-El segundo, Sagitario veintitrés- extendió la foto -Bailarín, ha salido de gira con el teatro en muchísimas ocasiones. Iba al psquiatra dos veces por semana, depresivo con tres intentos de suicidio- el chico de la foto sonreía haciendo un corazón con sus manos -Él también tenía a su novio entre medio de los muertos-.

-¿Eran todos gays o qué?- interrogó Orión algo sorprendido por la coincidencia.

-Solo están esas dos parejas. El resto eran solo amigos. Aunque Sagitario era hermano de dos de los menores hallados- contestó tranquilo y extendió la siguiente foto -Ahí está con su novio, Acuario, de veinte años- ambos chicos salían en la foto, Sagitario estaba durmiendo y el signo de aire le estaba escrachando.

-¿Sus hermanos?- interrogó.

-Diecisiete, ambos, mellizos- extendió dos fotos. Uno de ellos posaba con ropa extraña y el otro estaba tomandose una selfie bajo la cama mientras hacía señas de silencio y de fondo se veía un par de pies.

-El primero, Leo, algo problemático. Estudiante promedio e influencer en ropa de moda- revisó las anotaciones en sus hojas -El segundo es Aries, amaneció en la cárcel varias veces. Solía meterse en muchos problemas, fue vendedor de drogas cuando tenía catorce-.

-¿Y los padres?-.

-No tienen, Sagitario los mantenía, y había conseguido meterlos junto con Libra, en la misma escuela. Era un favor de los directi-.

-¿Por qué?-.

-Buena relación, y el promedio con el que acabó la secundaria.-

Ranalli tomaba pequeñas notas en su agenda y asentía tratando de recordar los datos. Pero aún le costaba. Sentía que su cerebro lloraba de frustración.

-Escorpio- tendió otra imagen, el chico posaba junto a una pileta -Natación, ya en el equipo olímpico, medalla de plata. De adolescente fue acusado de alguno disturbios, pero nada grave, hurto, robo, peleas callejeras...-.

Escorpio se veía feliz. El cabello rubio era largo y estaba atado en una coleta alta, le llegaba a la cadera.

"Era un chico con un buen futuro" pensó Ranalli, imaginandose su cadáver en algún lugar de la casa.

Orión vio la expresión de lástima en el chico y chasqueó los dedos. No quería que empezara a fabricar sentimientos por un montón de fiambres.

-Dame los informes, voy a leerlos en mi casa, quiero que fotografíen cada rincón de la porquería esta y analicen los cadáveres para mañana a la tarde. No dejen que la noticia se filtre. Y las pruebas, no quiero que las saquen. Dejen todo cubierto y no permitan que ningún cuerpo ajeno a la investigación y los altos cargos ingrese. Me tengo que ir-.

Asa volteó con brusquedad y alejó a Ranalli. Pasando por la estrecha entrada que os objetos acumulados habían formado y acercándose a su auto.

Miró la hora, iba a llegar tarde si no le metía acción a eso. Se subió y comenzó a alejarse, ignorando completamente a Ranalli quien le estaba llamando y al sonido de su celular.

[...]

Abrió la puerta con cuidado, sin embargo los goznes de aquella enormidad sonaron como si se encontraran en una película de terror.

-La concha de la lora- murmuró con enojo. Y apresuró a sentarse en la fila de atrás de todo.

No era fan de las iglesias, nunca lo había sido. Escuchar a un tipo predicar algo en lo que él nisiquiera se creía le reventaba, pero su nadre había sido muy devota a esa cosa. Entonces el arreglo era: vayan hijos de puta, es por mamá. Vaya ironía en la frase.

Desde atrás podía ver la calva incipiente que su hermano mayor luchaba por ocultar y a su izquierda veía a su hermana. No quería acercarse a ellos, pero tarde o temprano lo haría. El chillido de la puerta volvió a oirse. Asa volteó y se topó con su padre.

-¿Llegué muy tarde?- murmuró el anciano sentandose a su lado.

-Ni idea, acabo de entrar- contestó acomodándose el traje y haciéndose a un lado para darle el espacio suficiente.

Ambos se quedaron en silencio, mirando fijo al tipo que no paraba de parlotear. Y ambos sintieron el mismo escalofrío que ese lugar les provocaba.

1202 palabras.

HEEEEY, HOLAAAA. Estoy en clases :3

Bien, paso a comentar, este es el espacio que yo uso para comentar todas las cosas random y estupidas que me pasan.

En mi escuela hay una fiesta para el estudiante. Y la temática eran colores. Todos estábamos vestidos de blanco, pero..., sí pero (le tengo mucha manía a esa palabra) el extranjero (pa' quien no sepa, hay un extranjero en mi escuela de intercambio), como buen Leo cayó con una CORONA diciendo que él era el rey.

Y no solo eso, anda por ahí diciendo que es un chico linda, sí, con a. Porque el chico este no sabe que hay dos personas en castellano. Ay mi vida...

Y se sienta atrás mío, asique lo escucho despotricar en inglés a menudo. Es bastante molesto...

Asesino zodiacalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora