Dos

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-Jodeeer- soltó el rubio. Su cabello ya estaba muy largo, tanto que le era difícil peinarlo.

Un suave toque se oyó en la puerta.

-¿Quién?- soltó el escorpión tratando de mirarse en el espejo para deshacer uno de los nudos.

-Soy yo, Piscis- la voz del menor se oyó ahogada por la puerta de nadera que los separaba.

-Pasa-.

Escorpio se había quedado totalmente solo luego de que Tauro saliera corriendo -de forma muy rara, incluso para él- hacia el baño esa madrugada. Se había levantado a las seis y luego siguió su rutina de todas las mañanas, lavarse el pelo y conseguir desenredarselo con éxito. Toda una proesa.

-¿A punto de cortarlo?- la mano de Piscis le detuvo y tomó el cepillo -Ven que te ayudo- el pecesito era muy paciente y tierno cuando de ayuda se trataba -Estaba buscando a Tauro, para que me ayude con el merengue de una torta, nunca me sale- comentó.

-¿Vos no lo viste por algún lado?, salió corriendo hoy como a las cinco. Creí que estaría tirado en el sofá durmiendo o algo así- Escorpio miro al menor por medio del espejo -¿Tal vez con Libra?-.

-¿Libra?, ¿por qué sugieres que estaría con Libra?- el chico lo observó confundido.

Escorpio supo inmediatamente, a juzgar por su expresión que no debía continuar por allí.

-Ya sabes, a Libra le cuesta un poco física y Tauro resuelve los problemas con los ojos cerrados- suspiró calmado al ver el asentimiento despreocupado del menor.

-¿Has visto a Sag?- el pez parecía estar buscándo a medio mundo.

Escorpio frunció el ceño y le miro.

-¿Por qué lo buscas?- interrogó con dureza -Debe estar con Acuario o Géminis-.

-Por nada, es que Centi siempre me da buenas ideas para cocinar- Piscis había bajado la vista y no le miraba ni de reojo.

"Centi", ¿por qué mierda ese apodo otra vez?, odiaba la cercanía entre esos dos. Y eso le confundía.

De repente se volteó, encarando al chico, y arrancándole el cepillo de entre los dedos comenzó a empujarlo hacia la puerta.

-Me tengo que ir a hacer algo, chau. Gracias por la ayuda- su característica frialdad se salió de repente y cuando fue consciente de su arrebato de ira ya era tarde.

-Lo siento si hice algo que te molestó- se oyó del otro lado del muro de madera.

-Mierda- susurró.

[...]

El atardecer estaba cerca y todo arriba se veía rosado y de tonos pasteles.

-¿No van demasiado rápido?- murmuró Capricornio al ver el movimiento de las nubes.

-Van a la velocidad justa- Virgo se sintió en paz.

-Esa tiene forma de cerdito- murmuró Cáncer con ternura.

-Hum- Virgo se acomodó sobre Cáncer y acotó -Sí, tenes razón-.

-Ese tiene forma de helado- Libra estaba recostado sobre la pierna de Capricornio y sostenía la cabeza de Leo sobre su estómago.

-Mierda, hace frío pero tengo ganas de comer helado- el león sacó su celular y marcó con rapidez un número -¿Piscis?, ¿queres saber que hacer?, haz helado casero. Me estoy muriendo de hambre- y cortó sin aguardar nada. Era el rey, ¿no?

-¿Alguien hablaba de helado?- Géminis y Aries siempre aparecían cuando se trataba de comida.

-Cangrejito, ¿vamos a caminar?- Virgo se paró y lo tomó de la mano, tratando de arrancar al de mayor altura del suelo.

Asesino zodiacalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora