Habían pasado una noche muy agradable, ahora que no se tenían que esconder de nadie pudieron reír, con verdad... explorar.
Naruto a pesar de que sentía hervir su sangre al compartir su cama con Hinata no rebasó aquel límite que se había auto impuesto, no quería presionar de ninguna manera, además tenía dañarla o lastimar a su prometida, Hinata en cambio, fue libre de tocar a Naruto, acariciando su cuerpo y permitiéndose dar y recibir placer... claro... sin llegar más allá, si claro, era humana, pero entendía el punto del rubio.
Así que simplemente se dedicaron a conocerse lo suficiente, sin presión. Tomando en cuenta que Naruto se iría a una misión de dos semanas disfrutaron entonces su compañía.
A la mañana siguiente, al abrir los ojos, Naruto miro a su futura esposa, era extraño, ya había despertado a su lado antes pero era diferente, sin prisa. Ella fue abriendo los ojos y le sonrió dándole los buenos días, para luego abrazar a su prometido.
Se levantaron con calma, tomando su tiempo, y desayunaron antes de dirigirse a la entrada de la aldea, donde Naruto saldría en la misión con Sai y con Shino.
Llegaron antes que ellos.
..............
-Suerte Naruto kun.
- Gracias, volveré pronto- le sonrió cálido mientras la acercaba para abrazarla de nuevo.
- Si llegó a tener una misión te dejaré una nota en la mesa.- se apretó más a él.
- Buena idea, aunque la verdad quisiera - sonrió- quisiera verte en casa cuando llegue.
- No podría asegurar eso- sonrió melancólica.
- Lo sé, pero sería agradable.
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-Espero no interrumpir.
-Sai! Buenos días.- rió nervioso el rubio que sostuvo a Hinata por la cintura provocando un sonrojo en ella.
-Buen día Sai- sonrió apenada.
- Me alegra ver que su relación va bien, Naruto.
-Ehh gracias jajaja.
- Hinata, espero que Naruto sepa hacer un buen trabajo con su...
-Ahhh!!! cállate!!! tú tus ideas raras!! No le digas eso a Hinata!
-Eh?
- No... no es nada, no le hagas caso Hinata- respondió nervioso- Sai vámonos ya!
- Eso mismo iba a decirte, Shino se adelantó y nos espera en el próximo cruce de senderos - sonrió como siempre el pálido.
-Bien...- se volvió a Hinata- te veré pronto.- le dio un beso rápido y luego ambos se dirigieron a donde los esperaba el Aburame.
