¡Te odio Chat Noir! [Marichat]

Cuarenta y uno

— tal vez no venga— dijo nerviosa mientras camino de un lado para otro, escucho a Tikki reír bajo y la miro con una sonrisa distraída. Me preocupo por nada.

— yo creo que va a venir, aún tiene curiosidad por saber de ti, así que, lo más seguro que es venga por respuestas— comenta la Catarina.

— tienes razón, bien, ¿ahora qué le digo?— La verdad es que no había pensando lo que diría cuando le dije que le contaría sobre las marcas, suspiré resignada.

— hoy no tuviste ningún ataque, podemos tacharlo del calendario— tomó un marcador y se acercó al calendario. Asentí, es bueno ir mejorando poco a poco, aunque no se si esté bien que no le diga al doctor o a papá que ya no tomo esas tontas medicinas.

— si sigues así, pronto ya no será necesario que las tomes, o bueno, que tú papá sepa que ya no las tomas.

— hablando de papá, no escucho la televisión de abajo— abrí un poco la puerta que da paso a mi habitación, no había nadie— parece que salió, o está en su habitación— no le di importancia.

— haré mis tareas, ¿por qué no descansas un poco antes de la patrulla?— Tikki asintió y voló hasta la pequeña "recamara" que Marinette le había hecho.

La azabache se sentó en su escritorio y vio en el escritorio de la laptop la foto de su mamá con ella cuando era pequeña, una pequeña sonrisa triste se dibujó en sus labios y comenzó con sus deberes.

¥***¥

Adrien POV

— Alya, ¿sabes algo de Marinette?— la novia de Nino miro su celular y sonrió.

— al parecer tuvo que hacer algo importante, pero que está bien y que mañana sí viene— suspire aliviado.

— gracias, Alya— agradecí mientras ella asentía con la cabeza y se iba de la mano con Nino, regrese al salón con una sonrisa en mis labios.

— ese chico desprende un aura de enamorado— susurraban por lo bajo algunas personas, seguí caminando hasta llegar al baño.

— ¿Cómo estás chico enamorado?— siento un sonrojo en mis mejillas.

— nervioso, Plagg te dará dos cajas de queso si duras toda la noche— el kwami negro sonrió pícaro.

— cuatro y cierro el trato— asentí varias veces— siempre gano— si, Plagg siempre gana.

Cuando llego la noche, Plagg ya había acabado su cuarta caja de queso y yo estaba listo para salir.

— ¡Plagg, las garras!

Marinette POV

— y listo, no estaban tan difíciles como pensé— le di un vistazo a mi celular, me salió una llamada de Alya.

Conteste con algo de torpeza.

— ¿Hola?

— ¡Marinette! ¿Cómo estás?

— Alya, bien, ¿y tú?

— algo cansada, cuidar a las gemelas es agotador, Nino me está ayudando mientras mis padres regresan.

— seguro haces buen trabajo, Alya, siempre me ayuda tus consejos de niñera cuando cuidaba a Manon.