Losing my Virginity

Cap. 39: Que silvestre eres 😒

El viaje fue harto infernal, y no por los ronquidos de las criaturas, sino porque era muy largo y estresante, cuando cambiaron de conductor, Hangyul iba alerta, mientras que Hyeong Jun todo apendejado al lado, según él, muy alerta, pero iba más dormido que despierto, se le ponían los ojitos en blanco y babeaba, Hangyul medio frenaba y se zarandeaba y reaccionaba. Luego cuando a Seungwoo le tocó manejar, se encargaba de pellizcar a Pyo, quien se encabronaba y le echaba ojotes, luego envidiaba a Hyeong Jun quien estaba encaramado sobre Hangyul y seguía babeándole la camisa.

Llegaron a su destino, era un hermoso pueblito que debería llamarse “La chingada” porque ahí se fueron todos (Igual y así se llamaba) había un hermoso hotelito, donde pidieron información y resultaba que tenían que irse caminando hacia el campamento, porque no había acceso a vehículos, aparentemente solo era entre una hora y dos de camino cuesta arriba…

Los chicos se miraron asesinados por algún oso, asesino en serie… etc. Pero no iban a dejar morir solo a Yohan, sobre todo porque Minhee fue el primero en decir que subiría, así que bueno, rentaron unas cabañitas para dejar sus cosas,  dormir esa noche tranquilamente, al día siguiente tomaron su mochila con lo indispensable después de desayunar, así que comenzaron a tomar el caminito y echarle ganas la caminada

Llegaron al campamento, pero no se adentraron, se quedaron espiando a las orillas, esperando ver a Eunsang  o a Seunyeon, quien ya sabía que irían, por eso cuando su padre se fue, no se quiso ir con él, alegando que “quería escuchar más sobre lo que enseñaban en el campamento” y su padre encantado que quisiera ser tan cristiano

Obviamente cuando salió a buscar señal, para ver si ya habían llegado y para tomarse una foto de su pito porque era ya su costumbre, enviársela a Minhee todos los días, así que cuando se la sacó por entre la maleza para tomarle la foto

-¡Hey! – Saltó Minhee agarrándole el pene y metiéndolo dentro de sus jeans

-¡Auch, duele, con cariño! –Se quejó

-¡Aquí están todos! – Chilló Minhee

Seungyeon miro por su hombro y miró a los chicos, Seungwoo le tapaba los ojos a Pyo, Hangyul también con Hyeong Jun y Yohan miraba a todos lados menos a ellos

-¡Pues que miren lo bueno, no seas egoísta, amorcito!

-¡Que gracioso! ¿Les enseño el mío también?

-Que celoso amorcito – sonrió y le plantó un beso – que bueno que viniste, porque tengo ganas de un buen palito

-Palito el que te voy a meter si no te comportas – Jadeó molesto

-Que perro eres amorcito, solo te aguanto porque me traes pendejo y caliente por ti – negó besándolo de nuevo y apretándole una nalga

-Pensemos ahorita en Eunsang ¿Dónde está?

-No lo sé, son varios grupos, no tardan en salir al receso, en cuanto lo vea yo les digo y… ¡Ah! Ahí está – señaló - ¿Lo vieron?

Eunsang iba guiado por una mujer, tan alta como él, lo tenía bien sujeto y le arrimaba sus shishis a su brazo, los chicos miraban por sus binoculares, hasta que Hyeong Jun, quien tenía buena vista, sin los binoculares, adivino quien era esa pinshi vieja

-¡Ah, la asaltacunas que me emborrachó! – Señaló molesto

-¿Esa mujer?

-¡Si, y luego me obligo a agarrarle las shishis!

-¡Ay no, asco! – Hizo un gesto Pyo

-Si es íntima de Hangyul – y le volteo a ver molesto - ¿verdad?

-Es la directora de este campamento – dijo Seungyeon

-¡Pues hay que apartarla de Eunsang! Seguramente quiere comérselo – Chilló Pyo

-Se me hace conocida – susurró Seungwoo

-Sí, está por graduarse de la universidad, es nuestra nonna – Respondió Yohan – Por lo visto, le gustan pollitos

-Sí, pero son nuestros pollitos – Espetó Seungwoo – Debemos evitar que siga arrimándole sus pechugas a Eunsang

-Pues uno de nosotros se tiene que sacrificar – Apuntó Seungyeon

-Hangyul…

-¿Yo?

-¡No! – Negó Hyeong Jun

-Entonces tú, Hyeong Jun, dices que ya te manoseo…

-¡Oye!

-¿Yohan?

-Si le gustan chiquitos, eso no funcionara conmigo porque me conoce

-Lo mismo conmigo – suspiró Seungwoo

-¿Pyo? – Gruñeron

-¡Ay no que miedo con esas viejas locas! – Casi chilló

-¿Entonces? – Se volvieron a ver a Minhee

-Pues está alto, pero aún tiene cara de bebé – Dijo Yohan – Como mi Eunsang

-¿Yo? – Gimoteó Minhee de solo imaginar el tener que estar en brazos de esa horrible mujer manoseadora… aunque luego se acordó de que Seungyeon es igual y casi se le pasaba el susto, pero pues no es lo mismo que te arrimen las chichis a que te arrimen el camarón

-¡A la verga, yo voy! – Dijo de repente Seungyeon – Mi nene no va a ir con ninguna vieja psicópata, yo me sacrifico, en cuanto vean que me pone la mano en una nalga, salvan a Eunsang y recen por mi – se volvió a ver a su novio – Minhee… te amo amorcito, pero tengo que sacrificar mis principios de cero mujeres, por ti…

-¿Qué?

Y se dio la vuelta para dirigirse a donde esa mujer tenía bien agarrado a Eunsang y se interpuso entre los dos, coqueteándole a la mujer, quien soltó de inmediato al chamaquito, para agarrar al otro y se lo llevo de ahí bien sujeto de la cintura, dejando a Eunsang solito, fue que Pyo aprovecho para ir por él y rápidamente lo jalo hacia los arbustos, en tanto que Minhee se puso su chamarra, la capucha, tomó un palo que había en el suelo

-¿Qué haces Minhee?

-Voy a matar a esa mujer – les dijo y se adentró corriendo rumbo al camino que había tomado Seungyeon con esa señorita, dejando a todos con la boca abierta

-¿Esto es un remake de campamento sangriento?

-No lo sé…

-¡Aquí está! – De pronto aparecieron Pyo con Eunsang

-¡Bebé! – saltó Yohan

-¡Oh! – Sonrió al verlo - ¡Estás aquí! ¿Viniste al campamento?

-Vine por ti…

-Aquí dicen que ya no puedo ser tu novio, porque eres hombre y yo debo tener novia

-Al demonio – le dijo y se acercó a él, abrazándolo y besándolo, mientras que los demás se voltearon mirando a todos lados…

Todo iba bien hasta que escucharon un grito femenino…

-¡Verga! ¡Seguro Minhee ya mató a esa mujer!