cap. 42: crepusculo chafa

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La noche estuvo de miedo en medio del bosque… y obvio, hacía frío, Yohan estaría muy arrepentido de quedarse ahí en medio de la nada con Eunsang, si no es porque su novio no demostraba miedo alguno, al contrario, él solo se concentraba en abrazarlo, besarlo y aparte, desnudos, bajo las sábanas y sus chamarras, sus cuerpos calientitos se prodigaban mucho amor… el puto miedo dio cuando tuvieron que ir a miccionar, ahí veían a Yohan alumbrando el penecito de Eunsang y viceversa, digo, no le fuera a saltar un bicho

De regreso, se volvieron a abrazar y a acariciarse de nuevo, por lo menos, la casa de campaña era resistente y el frio, aunque penetraba, no era tanto, ya que ellos, se encargaban de que sus cuerpos se mantuvieran bien calientes durante el resto de la madrugada… por eso es que al amanecer, Yohan recogió la casa de campaña y bajaron del cerrito, con los ojos cargados de sueños y el cuerpo adolorido… por el suelo y el cogimiento

En cuanto llegaron, los chicos los esperaban con comida, así también, con noticias, como Eunsang no había recuperado aún su móvil, su madre estaba tratando de localizarlo, ya que se había enterado que el campamento se había incendiado (no en su totalidad) pero todos habían tenido que ser desalojados y estaban a punto de irse de regreso, Eunsang hablo con su madre y le dijo que se iría con sus entrenadores, ya que solo había un camión y no cabían todos, además que el lugar le gustaba y quería disfrutar un poco más…

Si, la convenció de quedarse unos días más
Así que fue a buscar a los encargados del campamento, para recuperar su móvil y que su madre le dijera a la directora que se quedaría, la mujer estaba tan asustada, que no se opuso, allá él, pero ella se llevaba a los mas que pudiera a salvo, además el viaje no era muy agradable, estar mirando películas cristianas sobre hombres que se les quitaba su gusto por otros hombres (según) y escuchando que se iban a ir al infierno si no se les quitaba (Bueno, los cristianos no sé si creen en el infierno)

-¡Qué bueno que me dejaron quedarme! – Le sonrió a Yohan

-Lo se…

-¡Ahora si podemos jugar a Crepúsculo!

-¿Cómo?

-Tu eres Edward, yo Bella (si te queda mijo, eres igualito de emo y despistado) me llevas al bosque a perdernos… te desnudas bajo el rayo del sol, yo digo que brillas… y luego me chupas… donde quieras ¿No?

-Eh… - Miró a su alrededor… Seungyeon, Seungwoo, Hangyul, Minhee, Hyeong Jun y Dong Pyo, escuchando con interés sus ideas para hacer el delicioso de nuevo en el bosque ¿Y no les importaba que los mosquitos les picaran las nalgas? (Es que no hay porque hace frio, dicen)

-¿Si, si, si? – Brincaba Eunsang valiéndole madre que lo escucharan

-S-si – respondió tímido y sonrojado, pero más porque Seungwoo y Hangyul le miraban con ojos interesantes, chido el juego de roles…

-¡OK! – Dijo Seungyeon –Yo voy a jugar con que Minhee es un pastel de arroz y me lo voy a comer completito…

Minhee le lanzó ojos asesinos

-Delicioso, amorcito – sonrió haciendo un gesto de lamerse los labios con su lengua

-¿Y nosotros a que jugamos? – Suspiró Pyo mirando a Seungwoo

-A que tú eres un clavito, él un martillo… y te va a clavar en la cama – Le dijo Minhee venenosamente

-¡Oye!

-Pero tiene lógica – suspiró Seungyeon divertido.

-Yo te voy a clavar a ti, pendejo – Chilló Pyo poniéndose frente a él, de puntitas

-Seungwoo hyung, controla a tu chaneque por favor – y puso a Minhee frente a él – Defiéndeme pastelito de arroz

-Voy a dejar que te pegue donde alcance a ver si se te quita lo chistosito – Le dijo Minhee entre dientes, pero ya Seungyeon lo abrazaba por la cintura y apoyaba su cabeza en su hombro, soplándole la oreja y eso puso nervioso a Minhee porque, pues si le doblaba las rodillas cuando hacia eso

-Estamos perdiendo el tiempo, ya desayunamos… cada quien que se vaya con su cada cual y nos vemos para comer o a cenar, si acaso – Dijo Hyeong Jun colgándose del brazo de Hangyul, tenemos pocos días para pasarlo juntos por completo

-Sí, sí, sí, ya quiero regresar con Yohan al bosque – Aplaudió Eunsang

-Ora pues – señaló Hangyul divertido – vete con tu caperucita roja al bosque, que el solo espera su lobo feroz para que se lo coma

-Como si tu no hicieras lo mismo – le alzó las cejas – ya vi el desmadre en el jacuzzi, no pienso meterme ahí, hasta que no lo lave la mucama, seguro lo enpuercaron haciendo el delicioso ¿verdad?

-Solo una vez – señaló Hangyul
Yohan hizo un gesto, pero se llevó a su morrito a su habitación, se bañaron los dos juntos, sobre todo porque a Yohan le gustaba enjabonar bien todos los rinconcitos de Eunsang y de paso le hacía harta cosquilla porque el otro parecía pulpo moviéndose de un lado a otro y risa y risa… más bien parecía que habían comido hongos alucinógenos

Así que cuando terminaron, la caperucita y el lobo feroz, o bueno, Bella y Edward, se fueron de regreso al bosque, para perderse en él, obvio, el verdadero juego, era el de Adán y Eva y solo llevar una hojita de parra en sus cositas, obviamente los dos andaban buscando la serpiente (el miembro de Yohan) para que le metiera… la idea del pecado en la mentecita de Eunsang (que anda desatado la verdad, ya está en modo cachondo)

Hangyul se encerró de nuevo en su habitación con Hyeong Jun porque ¿para qué chingados estar mirando casitas de madera, arbolitos y cielo cuando tenía frente a él, al hombre que se quería comer todos los días? Así le doliera el pene después de tanta gozadera, ninguno de los dos se iban a dejar ir vivos…

Distinto para Seungyeon, que tenía que enamorar primero a Minhee, así que ahí iba de su perrito faldero, paseando con él, enterándose del chisme completo del campamento, luego comprando algunos bocadillos, mezclándose con otros turistas, porque al final de cuentas, era un sitio pintoresco, Seungyeon tenía que portarse como todo un caballero, para que Minhee aflojara sus carnes y aceptara regresar con él a la cabaña

En tanto, que Seungwoo y Dong Pyo, durmieron bien abrazaditos parte de la mañana y tarde, porque como se habían desvelado, estaban con sueño y cansados, solo se despertaron, cuando les dio hambre… más tarde, para bajarle el amodorramiento a Pyo, lo obligo a bañarse, de hecho se metió para tallarle su espalda, ante el berrinche del pequeño

-¡No me talles tan duro! – Se quejaba Dong Pyo sentado en un banquito haciendo pucheros mientras que Seungwoo lo enjabonaba de pies a cabeza, restregando bien todo, hasta sus webitos, porque bueno, si hay chupasion, pues tiene que estar limpio el asunto

-Te quiero completamente limpio – sonreía Seungwoo

-¡Me va a arder la piel! – Chilló

-Es que eres alérgico al jabón – se burlaba de él

-Odio bañarme – Chilló - ¿Por qué eres tan limpio?

-Ya, ya, no te quejes tanto… mi adorable puerquito – le beso los labios, pero seguía tallándolo.

Losing my VirginityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora