cap.12: chiquitos (de edad) pero picosos y piciosos

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Hyeong Jun llego muy agitado a la habitación de Pyo y se recostó en su cama, procurando calmar su respiración  y la agitación, Dong Pyo despertó de su letargo, olvidándose un poco del beso que Seungwoo le había dado y se volvió a verlo, su amigo tenía las mejillas sonrojadas y una sonrisa de oreja a oreja por la travesura

-No te esperaba tan pronto, estabas decidido a hacerlo en la alberca

-Llegaron sus padres – respondió – tuve que dejarlo…

-Pero parece que obtuviste algo bueno – se acomodó de lado preguntando curioso

-Solo un poquito más y Hangyul será mío… me gusta su cuerpo esbelto y desnudo, es tan masculino

-Lo se… por eso me gustaba espiarlo mucho cuando se bañaba, hasta que ya fije mis ojos en alguien más y decidí portarme bien

-Pero eras mañoso ¿verdad? Porque bien que me dijiste como bajar a verlo

-Bueno – puso sus ojos en blanco – la carne es débil, yo debía tener algunas fotos de él, sin ropa y pues, descubrí como bajar y subir de mi casa a la suya para espiarlo de más cerca

-Y por eso me dijiste de los 3 lunares – apuntó

-Si – sonrió divertido

-Te prohíbo que vuelvas a espiarlo, ya casi es mío – le dijo Hyeong Jun seriamente

-Lo sé pero…

-¿Pero?

-¿Qué hago con esto? – preguntó Pyo mientras sacaba debajo de su cama una cajita en la cual habían 10 0 quizás 100 fotos de Hangyul siendo un Dios griego, desnudo y hasta con imágenes de su miembro

Hyeoung Jun se ruborizó demasiado
Solemnemente se levantó, las guardó en su mochila, se regresó con Pyo y le miró fijamente con los brazos cruzados y suspirando profundamente, debía hablar seriamente con su amigo, porque el novio, amante, chacal o lo que tuviera de lonche en ese momento, se respeta y mucho, nada de andar mirando mercancía ajena

-Ya no vuelvas a espiar a mi hombre… me llevare las fotos, para que no vuelvas a caer en tentación

-Como digas- sonrió Pyo - ¿Cenamos?

-Sip. Ya me dio hambre – y los dos bajaron alegremente a cenar algo.

El que también regresaba a casa era Minhee, Seungyeon lo llevaba abrazado por los hombros de modo alegre, sabiendo que el otro estaba más tenso que gorda con una faja, él procuraba animarlo, pero Minhee había tenido pensamientos funestos toda la tarde noche, como siempre, rayando en lo exagerado

-La comida estuvo rica – le decía Seungyeon – Jamás imagine que te gustara tanto el pollo frito, a mí también, somos almas gemelas
Minhee pensaba en cómo se lo quitaría de encima

Sus ansias se volvieron más aterradoras cuando lo condujo de nuevo, a la puerta de su habitación porque enamorado que se respeta, va a dejar a su chico a la puerta de su casa, habitación o donde sea, más no lo dejó abrir aun, lo pego a la puerta y contempló ese rostro bonito a media luz, en ese pasillo había un absoluto silencio, ya que la mayoría de alumnos se habían ido fin de semana a sus casas

-Que pases buenas noches – le sonrió pegando las manos a la puerta e impidiendo que Minhee se moviera, éste lo miro con los ojos aterrados, si, pensaba Seungyeon que le iba a costar mucho trabajo que ese príncipe se relajara

-A-adiós – se despidió nervioso

Pero Seungyeon no se iba a ir así nada más, de súbito, se inclinó para besarlo ávidamente, provocando que Minhee se paralizara ¡Carajo! No dejo de reconocer que los labios de ese chico eran increíbles y atrevidos, aunque seguía aterrado, no pudo objetar y se quedó quieto dejando que lo besara, e incluso que se pegara un poco más, hasta que Seungyeon bajo los brazos y rodeo la cintura del chico, pegándolo a él sin dejar de devorar esa boquita hermosa y sensual que Minhee tenía y que celosamente no se la daba a cualquiera para ser besada

Así estuvieron un buen rato, pegados a la puerta de su habitación, mientras Seungyeon lo besaba en las penumbras de aquel pasillo, que hasta parecía tenebroso en esos momentos, solo el eco de sus besos se escuchaban, hasta que la cosa comenzó a calentarse y sentir harto calor, por lo que Seungyeon decidió soltarlo aunque en sus ojos se adivinaba el brillo del deseo, eso hizo temblar a Minhee de un modo asombroso ¿También lo deseaba?

-Cuando quieras te enseño un tatuaje – le susurró Minhee

-¿D-donde lo tienes? – susurro preguntando

-Ahí – señaló con su mano, los ojos de Minhee bajaron hacia la entrepierna y debido  a la poca luz, no advirtió Seungyeon como sus mejillas pasaron del pálido color al rubor y calor, sobre todo porque ya se notaba un abultamiento, era lógico, ese beso tan apasionado, los había calentado un poco, no imaginaba si tardaba más

-Pero ya sé que hoy no – sonrió Seungyeon acariciando su rostro – nos vemos mañana bebé

¿Bebé? ¿El? Curioso, tenían casi la misma estatura

¡Y él no era ningún bebé!

Seungyeon se dio la vuelta y se alejó rápidamente de ahí, antes que le dieran ganas de meterse a esa habitación y comerse completo a Minhee, debía ser paciente, aunque ya lo estaba enloqueciendo, en unos pocos días, ya no podía pensar en otra cosa, más que ese chico entre sus brazos… desnudos… necesitaba una ducha

El que no necesitaba una ducha… bueno si, pero no, era Eunsang, quien ya se había bajado por los chescos… y era muy diligente… el pobre Yohan estaba ahí, recostado en la cama, con sus ojos cerrados, gimiendo dolorosamente, mientras que Eunsang nomás no quería soltar ese dulce de entre sus piernas ¿Cómo es que en poco tiempo había aprendido como chuparla de ese modo? Si solo habían visto 15 minutos de una película porno en donde Eunsang puso mucha atención cuando la muchacha le hacia la chupasión al muchacho y… después de eso, Eunsang decidió aplicar lo aprendido

Quizás el weon no había aprendido aún a cambiarse los calzones o lavarlos, pero sin duda, ya sabía cómo comerse ese gansito hasta sacarle el relleno cremoso, se suponía que solo iban a estar ahí unas horas, después de desflorar, de robar su inocencia ¿¿?? A Eunsang, Yohan lo iba a mandar de regreso a su habitación, sin embargo, no fue posible, ese chico lo calentaba más que el sol de verano y estaban muy gustosos dándole placer al cuerpo

Jamás había visto a un chico ponerle tanto esmero cuando le hacían sexo oral, esa lengua se desplazaba como la seda de arriba abajo, ni siquiera hacía gestos o arcadas cuando la metía dentro de su boca, succionando ávidamente, era muy diligente y nomás no iba a soltarlo hasta que se viniera, Yohan ya sentía que no solo le sacaba los niños crudos, sino hasta su vida, de todos sus novios (porque pues con esa guapura, tenía hartos, el ultimo un tal Cha Junho, termino por aburrirlo y por eso andaba libre, solterito y sin nadie, hasta que se encontró con Eunsang) de todos, él era el que mejor le hacia la chupasion

-Maldita sea, me voy a venir Eunsang – Gruñó Yohan beibi al sentir que ya no podía aguantar más el lengueteo y la succión que él le hacía no solo en su miembro, si no en sus webitos también ¿Cómo podía Eunsang andar con la boca llena? Es un misterio de la vida, solo se sabía que después de eso, Yohan no podría dejarlo ir tan fácilmente y que le hiciera la felación a otro hijo de su madre.

-¿Ya vas a descar…? – Y pues bueno, un accidente, cualquier hombre lo tiene… Yohan jadeo con violencia mientras descargaba toda su furia en la carita de Eunsang… colgando hasta de sus pestañas, pero bueno, dicen que es buena para una mascarilla facial ¿No? Pero pues casi deja bizco al pobre Eunsang

-Lo siento – jadeo Yohan recostándose por completo en la cama, respirando profundamente, mientras Eunsang se limpiaba la cara y de paso jugaba con el líquido viscoso, si bueno, porque también es importante saber si la consistencia del líquido seminal es buena, si es más bien pastosa o pegajosa, quizás muy aguada ¡Cualquier novio que se respete debe saber eso de su alfa!

Cuando Eunsang se limpió su carita con agüita y con jabón, regreso a donde Yohan ya dormitaba, por lo que no dudó en empiernarse con él, jalando la sábana para envolverse ambos, así que muy a gusto, ese día no volvería al dormitorio, porque se quedaría durmiendo junto a ese hombre que le había robado, no solo su cuerpo, sino también su corazón ¿Estaría consiente Yohan, lo que era tener a Eunsang por novio?

Ya para la madrugada, el cuadro era curioso, porque no solo Eunsang lo tenía empiernadísimo, si no también, Yohan lo abrazaba, sin duda, ya no podía rechazar tanto a esa criatura, que le había demostrado, que como amante, no podía haber otro igual de complaciente, aunque pareciera que le faltara una neurona, no era así, solo era distraído, pero bien que para muchos menesteres, no necesitaba más que aplicarse

Así que muy temprano, Eunsang regreso a su habitación, oliendo a jabón chiquito de hotel.

Y desvirginado… terrible, oremos.

Losing my VirginityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora