Cap. 53: La decepcion, la traicion

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Hyeong Jun estaba terminando de organizar con sus colaboradores, las ultimas doce fiestas, entre ellas, la boda de Dong Pyo y Seungwoo, terminando con los detalles, cuando su secretaria le aviso que tenía tres citas pendientes, por lo que dejo el resto en sus manos y se fue a su amplia oficina, donde entrevistaría personalmente a sus clientes adinerados (Como somos pobres, pues ya nos jodimos, pero podemos ir a meserear en alguna fiesta)

Atendió animadamente las primeras dos, entre cada entrevista, duraba un promedio de dos horas y volvía a citarlos para detalles o cambiar algo que no les agradara, cuando no podía él, mandaba a sus asistentes, pero siempre procuraba estar con sus clientes. Estaba esperando al último cliente, cuando de repente, tocaron la puerta y al alzar los ojos, le vio…

Quedo helado…

Hangyul estaba ahí

De pie, mirándolo fijamente con la mano en la puerta, se había quedado petrificado al mirarle también, apenas y se podía creer. Hyeong Jun miró a ese hombre, el cual seguía siendo tan sensual y guapo, más maduro y más varonil,  la ropa que llevaba era tan elegante y fina, sin duda, casi todo un señor, su corazoncito golpeteo con fuerza y sus ojos casi se llenaron de lágrimas

Casi…

Hasta que apareció a su lado una mujer, rubia (A la fuerza) alta, muy curvilínea y con unos pechotes que se podían ahogar en ellos, era realmente hermosa, le tomó del brazo a Hangyul y lo arrastró hacia el escritorio de Hyeong Jun, quien abrió los ojos sin dejar de mirar como ella lo abrazaba de un modo tan… íntimo… Hangyul del mismo modo, le miraba fijamente, absorto, jamás imagino verlo ahí

-Buenas tardes, señor Song…

-Llámeme Hyeong Jun – Dijo con dificultad, en verdad esa mujer… era una muñeca, no se veía más alta que Hangyul, por sus tacones de unos 15 cm, sino porque tenía pechos grandes, cinturita breve y caderas de infarto, llevaba un vestido completamente pegado y no se le veía ninguna lonja, el vestido le quedaba perfecto, era corto y sus piernas estaban torneadas y eran largas, ella se sentó con elegancia, se notaba que era una mujer fina y de mundo.

-Estamos aquí, mi prometido y yo, para la realización de nuestra boda, nos dijeron que usted es el mejor, tengo tan buenas referencias, que me dije, Suzet, no lo dudes, tienes que hacer esta fiesta muy, muy lujosa…

-Hola Hyeong Jun – le saludo Hangyul a media sonrisa, nervioso, se sentó y la chica arrimo su silla para quedar pegado junto a él y sostener su brazo

-Hola Hangyul – Murmuró mirándolo con dolor, o sea, en el fondo sabía que él quizás ya tenía a alguien, pero nunca pensó que se iba a casar con una chica, la cual era bastante hermosa, y tenía dos flotadores por pechos, quizás eran falsos, pero… recordó vagamente, que a ellos como que les gustaban chichonas

-¿Se conocen? – Preguntó Suzet a Hangyul, sorprendida

-Le di clases de natación cuando él iba en el instituto

“Y clases de educación sexual”

-¡Que maravilloso!

-Nunca pensé que tuvieras este tipo de negocios

-Claro – sonrió Hyeong Jun con ganas de mandarlo a la chingada –Estoy aquí para hacer de sus fiestas, unos eventos magnificos

-No espero trato especial ya que ustedes se conocen – sonrió Suzet – Pagaremos lo que sea, porque la fiesta quede a nuestro nivel, tiene que ser, simplemente de ensueño, tiene que gritar, que el amor flota por el aire

-Ya veo que la quieren… el siguiente mes…
-Sí, su secretaria me dijo que esa fecha está disponible y acepté… Quiero que todo el decorado sea en blanco, azul cielo y rosa pálido

Losing my VirginityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora