Losing my Virginity

Cap. 115: Bien psycho

Los ojitos pispiretos de Hyeong Jun estaban llenos de aquella imagen… ya por culpa de eso seguía distrayéndose en la realización de su proyecto, pero no sabia si era más porque la presencia tan masculina y sexy de su “marido” paseándose de un lado a otro de su oficina con ese atuendo tan increíble, mostrando su magnifica figura… o era porque también tenia en el pecho la cangurera donde llevaba al bebé

Con el paso de los días, Eric parecía estar a gusto entre los dos, Hyeong Jun ya se estaba acostumbrando al olor que había en su oficina, tan característico de cuando hay un bebé en casa, Hangyul había salido del trabajo, así que se había pasado a la oficina, para ayudarle a cuidar al bebé, mientras Hyeong Jun terminaba los proyectos o se iba por una hora a revisar algún evento, él se encargaba de cuidarlo

Incluso al regresar de una supervisión, Hangyul dormitaba en el sillón con el bebé sobre su pecho, fue imposible no tomarle una foto, porque se veían hermosos los dos, no lo quiso despertar en ese instante, se sentó con cuidado en su escritorio y siguió trabajando, hasta que Hangyul reaccionó abriendo sus ojos y sonrió al verle

-Ya casi termino – le dijo Hyeong Jun

-Tómate tu tiempo – respondió Hangyul

-Si Eric se porta bien, a lo mejor podamos ir a comer algo al salir de aquí

-Ya no llora mucho, así que creo que estaremos bien

Hyeong Jun le sonrió tiernamente, Hangyul se acercó y depositó un beso en sus labios y siguió cargando a Eric, hasta que finalmente salieron de la oficina, directo a comer algo y posteriormente a su departamento.

Una vez que Eric yacía en su cuna, Hyeong Jun se encargaba de quitarle la camisa a Hangyul mientras que depositaba muchos besos en su pecho, restregando su naricita chata sobre su piel y aspirando su perfume, una suave melodía se dejo escuchar en el ambiente, ambos comenzaron a dar vueltas en la habitación como si estuvieran bailando, al tiempo que Hyeong Jun pasaba sus manos por su espalda desnuda y seguía dándole besitos en su torso

Hasta que finalmente cayeron en la cama sonrientes y mirándose con los ojos limpios y llenos de amor, entonces besaron sus bocas y entrelazaron sus lenguas en otro tipo de baile sensual y frenético, las manos de Hyeong Jun recorrían aquella espalda ancha de Hangyul y se deleitaba con todos esos músculos duros y perfectos que tenía, su cuerpo menudito se acoplaba perfecto al suyo, le gustaba cuando era aprisionado por sus poderosas piernas y sentía, sobre todo, la dureza… de todo su vigor

En esos pequeños momentos, la pasión se desbordaba sin piedad, el deseo de ser uno solo se volvía poderoso, Hyeong Jun era la chispa, para que Hangyul se encendiera y se encargara de explotar tanta sensualidad en su vientre, era imposible detenerse con él, una vez que empezaban, aún ese extremo deseo persistía y aumentaba con el paso del tiempo, Hangyul se convertía en un depredador cuando se trataba de Hyeong Jun

Poseerlo, estar dentro de su cuerpo, sentir la tibieza de sus entrañas, era lo que más lo hacía delirar, Hyeong Jun no se cansaba de decirle que lo amaba con todo su corazón, que lo amaría siempre y que nunca sería de otro hombre más que de él… a veces Hangyul bebía sus lágrimas de la felicidad que sentía de estar entre sus brazos, además, era excitante las posiciones que se aventaban que no eran las usuales porque pues, Hyeong Jun tan menudito y flexible, Hangyul todo músculos, pues lo cargaba a su antojo

Si esas cuatro paredes hablaran…

Al finalizar, el que quedó más cansado fue Hangyul, quien se durmió profundamente, mientras lo hacía, el bebé protestó y Hyeong Jun con la camisa de Hangyul puesta (como debe ser) se levantó para abrazarlo y arrullarlo, lo miró sonriente, le acarició su cabellito y apenas y se podía creer, que él había procreado esa criatura, le hizo cosquillitas en su nariz y se volvió hacia su hermoso, sabroso y sensual hombre que tenía dormido en su cama

-Te voy a dar tu biberón en la cocina, para que no despertemos a papi

El bebé levantó sus manitas y las agitó, así Hyeong Jun salió para hacerle la fórmula, darle de comer, revisar que el pañal estuviese limpio y luego lo regresó hacia su cuna después de quitarle el aire, en pocos días, desde que se puso en tono serio, ya había aprendido a hacerlo sin ensuciarse o pegotearse… y sin tragar pipí cuando lo cambiaba de pañal

Luego, lo volvió a arropar no sin antes darle un besito en su frente y cachetotes, para luego ir a arrejuntarse al cuerpo de su hombre, sonriendo ampliamente mientras lo abrazaba y se envolvían en las sábanas… obviamente, en la madrugada, Hangyul lo buscó de nuevo porque, pues cuando hay harta necesidad y se pone dura la cosa, hay que usarla

Mientras tanto…

Sungmin… se despertó durante la madrugada, era emocionante dormir en la cama de su amor, tenía la almohada pegada en su nariz por el delicioso aroma de su loción, pero no era suficiente, se levantó y salió silenciosamente hacia la sala, donde Wonjin dormía, él estaba en el sofá cama, al parecer como había la calefacción, no tenía frío, estaba casi descubierto, solo una ligera sábana le cubría parte de su torso y piernas, mostrando el resto de su esbeltez

Como deseaba acercarse, tocarlo, deslizar sus dedos por sus brazos, sus piernas, su pecho, tocar su rostro, besarlo, sobre todo eso, besarlo con ansias infinitas, sentir el cosquilleo de esa lengua dentro de su boca, mordisquear sus labios, sentir la experiencia de un hombre como Wonjin, con esa carita de ángel que lo hacía lucir tan joven como él (Aunque aquí no es que se llevaran muchos años y si Wonjin ya era pediatra, era porque era demasiado brillante)

Su piel se veía bonita, a Sungmin le brillaron los ojos ¿Qué se sentiría acariciarlo, tocarlo? Parecía un ángel bendito durmiendo, con su cabello todo alborotado, sus extremidades largas que fácilmente podrían envolver su cuerpo, así lo observó por mucho tiempo, hasta que sintió que su cuerpo comenzaba a calentarse, el deseo comenzó a invadirlo de un modo tántrico, se asustó cuando comenzó a endurecerse

No, no, no… debía regresar a la recámara y respirar profundamente, procurar que se le bajara las ganas que le daban meterse bajo la sabanita y suplicar un poquito de amor… justo se iba a dar la vuelta cuando tropezó con un jarrón e hizo un alboroto, se giró con violencia y Wonjin se levantó de repente, el ruido había sido intenso y eso petrificó a Sungmin

-¿Eh? – Jadeó Wonjin y se restregó los ojos buscando la fuente del ruido

Sungmin no pudo esconderse, así que salió hacia la tenue luz que iluminaba el sitio, caminó lentamente hacia ella e hizo una reverencia, Wonjin le miró extrañado, asi que Sungmin solo señaló la cocina y se dirigió a ella… buscó un vaso para llenarlo de agua, justo cuando Wonjin se acercó… Maldita sea, sin la bata, podía observan todo su cuerpo larguirucho, solo con la camiseta y unos shorts puestos, ni siquiera pijama, como que advirtió que no andaba ropa interior, eso lo sonrojó aún mas

-¿Qué buscas? – le preguntó

Éste levantó el vaso

-¡Ah! ¿Ya  te terminaste el agua que te deje en la habitación?

Mierda… Sungmin asintió recordando ese detalle

-Recuerda que no debes tomar agua helada, solo fresca – le quitó el vaso de las manos y Sungmin sintió una descarga cuando sus dedos lo rozaron, tembló y se contuvo… porque pues… la casa sola, ellos solos, en poca ropa…

Procuró contenerse y controlar su respiración

Pero es que Wonjin era un muñeco

-Mañana temprano entrare a buscar mi ropa para cambiarme y ducharme, así que no te espantes y sigue descansando, como te dije, si necesitas algo, me mandas mensaje y lo envió por ti, no debes salir por el tipo de aire, el humo, los contaminantes que puedan dañar tu garganta, procura poner el humidificador de aire y descansar, es lo único que debes hacer

Sungmin asintió de nuevo seriamente

Era tan líder, tan autoritario ¿Sería dominante en la cama o solo era una fachada? Bueno, no importaba, él podría con los dos roles… luego reacciono ¡Deja de pensar en tener sexo con él que eso nunca va a suceder! Chingadamadre… parecía que no podía pensar más que en abrazarlo, oler su piel directamente, mordisquear su cuello, lamer sus tetillas y… y… puta bida

Wonjin se dirigió a enseñarle donde podía obtener agua templada y le dio el vaso, Sungmin hizo la reverencia y se fue a su habitación, era una suerte que no pudiera hablar más que a señas, se metió rápidamente a su habitación y tuvo que tirar el resto del agua de la jarra y dejar solo el vaso, y eso porque tenía que tomar las pastillas temprano, de lo contrario, tomaría agua del grifo del baño, porque ya no saldría de esa habitación

Obviamente, le costó trabajo volver a dormir y se mantuvo envuelto en las sábanas, donde el cuerpo de su amado, se envolvía muchas veces así apretando las almohadas contra su pecho y su cabeza, hasta que fue vencido y se sumergió en un sueño profundo, en su mundo de caramelos donde Wonjin era su rey (currrrsi que son estos hombres)

Muy temprano, Wonjin entró a la habitación, para meterse a la ducha, salir envuelto en una toalla, meterse al armario donde se vestía, con la puerta entreabierta, pensando que Sungmin dormía, si lo hacía, pero obvio que al sentirlo entrar, abrió sus ojos y espió bajo las sábanas, lo miró entrar al baño, luego salir solo con la toalla puesto en las caderas, moverse sigilosamente hacia el armario, su cuerpo largo y esbelto, lucia tan blanco y precioso, con algunos lunares y pecas, era perfecto ese hombre

Pudo espiar como se cambiaba de ropa interior, aunque no verlo al cien, así que si quería verle sus nalgas planas, pos no se pudo, ni el paquete a ver qué tan bueno estaba, luego sus pantalones, su playera, su camisa, escucho abrir y cerrar cajones, el sonido del spray de la loción, porque antes muerto que oler a perro mojado, luego lo vio salir un momento

Dormitaba de nuevo cuando la puerta se abrió de nuevo y eso lo sobresaltó levantándose de la cama y lo miro entrar de nuevo

-Soy yo – le dijo – sigue durmiendo, voy a lavarme mis dientes… en la cocina deje desayuno, si te cuesta trabajo deglutir, puedes tomar licuado dela cocina, pero antes déjalo que se le quite la heladez ¿de acuerdo?

Sungmin asintió

Wonjin se metió al baño y salió rápidamente

-Me voy al trabajo, ya sabes, por favor, no hagas estupideces, lo que necesites o te pase, me envías un mensaje, estaré siempre pendiente de ti

Maldita frase rompe calzones y enamoradora “Estaré siempre pendiente de ti”

¿A qué juegas Dr. Bonito?

Sungmin asintió y lo vio salir, dejando en el aire, el olor de su loción y su esencia masculina, impregnando el ambiente, seduciéndolo aún más y dejándolo con ganas de que le diera un besito de despedida antes de irse a trabajar, se dejó caer entre las almohadas y maldijo su suerte ¿Por qué de entre todos los hombres tuvo que posar sus ojos en los de Ham Wonjin? ¿Por qué no aflojar con Cha Junho quien estaba más que dispuesto en enseñarle todo con respecto a las artes carnales?

Bueno… se salió de la cama, fue a buscar el cesto de la ropa sucia y sacó la playera de Wonjin, olió su aroma y se la llevo a su cama, para seguir reposando y abrazando la prenda sucia… psicópata…

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