Cap. 10: Cuando eres virgen, pero no eres normal

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En ese mismo día, pero a las 12, Eunsang esperaba en las afueras del internado, finalmente, llego un coche, dentro del cual, iba Yohan... suspiró ¿Qué hacia él siguiéndole el juego a ese chamaquito? Debía decirle las cosas, o sea, si besaba rico, pero... eso de ser novios... cuando el niño lo vio, lo saludo alegremente y se acercó rápidamente a él, luciendo unos jeans ajustados y una hermosa playera, luciendo en verdad, muy apetecible ¿Sería capaz de llevarlo al hotel y amenazar con acostarse con él?

Eunsang ni esperó siquiera a que Yohan le dijera que podía subir o que si iban a salir, nada de eso, él simplemente como buen novio, se subió al coche y encima de todo, rápidamente le robó un beso y se puso el cinturón de seguridad, dejando al universitario al estilo "Me quedé así ira" eso lo desarmaba por completo

-¿A dónde iremos primero? – preguntó alegremente

-A... donde... quieras – susurró, la verdad es que no había planeado nada, excepto lo del hotel

-Tengo hambre, llévame a comer

-Ok, vamos a comer – respondió vencido ¿Por qué simplemente no podía mandarlo a la chingada? Decirle "No quiero nada contigo, me vales güey, alv" pero no, ahí estaba como perrito faldero, detrás de él, no podía creer que un universitario en sus 20, le hiciera caso a ese niñato

Sin embargo... la actitud alegre de Eunsang cuando fueron a comer, después cuando lo obligo a llevarlo al parque de diversiones, no se subieron a ningún juego, solo estuvieron mirando aquí y allá... Yohan tuvo que comprarle unos peluches... uno que otro caramelo... se tomaron un chingo de fotos que Eunsang insistía... cuando dieron las 5 de la tarde, ya le dolían los pies, pero parecía que el muñequito aun tenía cuerda para rato

Yohan se quedó descansando en una banca del parque, mientras Eunsang iba a lavarse las manos, cuando regresó, se sentó a su lado y le miró sonriente, sus ojos parecían muy curiosos y brillaban con intensidad

-Quiero besarte – le dijo Eunsang y Yohan se ruborizó... maldito crio...

-Aquí no podemos

-¿Y a qué hora nos vamos a...? – susurró mientras acariciaba su pierna

Maldita sea... en serio... ese niño...

Yohan se puso de pie y lo jaló del brazo, Eunsang lo siguió dócilmente, era la primera vez en toda su vida de galán estudiantil, que un chico mucho menor que él, lo ponía nervioso y echaba su mundo de cabeza, si lo que ese chico estaba buscando, era hacerlo con él, pues le tendría que dar gusto, así que subieron a su coche y buscaron el hotel más alejado que encontraron

Después de pagar y obtener la llave, volvió a subirse a su coche y se metieron para buscar el cuarto que les habían dado, suerte que cada cuarto tenía su cochera y la puerta privada para entrar sin que nadie viera nada, Eunsang entró alegremente... ¡Ay, por Dios! Iba mirando todo de un lado a otro, revisando los cajones... encontrando condones, lubricantes, uno que otro juguete desechable

Cuando Yohan salió del baño, Eunsang fue hacia él, abrazándolo por el cuello y besándolo con fuerza, el instructor no tuvo más remedio que ceder al beso y abrazarlo por la cintura, el chico se pegó a él lo más que pudo, profundizando el beso, ya a esas alturas, Yohan tuvo que demostrarle a Eunsang como se besaba de verdad, ya era suficiente de niñerías, bastante le encendía la sangre como para seguir negando el deseo

Entonces si...

La chamarra cayó al piso, Yohan metió las manos bajo su playera, tocando su piel desnuda, tan suavecita, no dudó en quitársela, esto hizo que Eunsang se ruborizara, sobre todo cuando los labios de Yohan soltaron su boca, buscando su cuello, aspirando el olor dulzón y de bebé que aun tenía Eunsang, éste cerró los ojos y se mordió los labios mientras se estremecía con esas caricias, entreabriendo los labios para dejar escapar débiles gemidos amorosos, Yohan recorrió su cuello, la línea de su clavícula y el hombro, mordisqueando al último

Losing my VirginityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora