cap. 77 : Mi lucha por ti

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****sorry se subio mal


Hangyul tenía los ojos cargados de sueño, pero estaba sentado en la orilla de su cama mirando fijamente a Hyeong Jun, quien aún estaba bajo los efectos de los calmantes, pero estaba ya en la misma habitación que él, en los sillones, Suset dormía plácidamente en los brazos de Yohan… ¡Bueno, es que los dos dormitaban ahí y ella se ladeo y cayó sobre él! Tuvo suerte que Eunsang estuviera en casa con Lía, porque ya saben que es harto celoso

Los amigos decidieron turnarse para hacer la guardia mientras estuvieran en el hospital y la primera le había tocado a Yohan y Suset no había querido dejar solo a Hangyul, aparte, se supone que era “la novia” y pues su deber era estar ahí con él. Las quemaduras de Hangyul no eran tan severas, así que tampoco es que necesitara muchos días de hospitalización, pero él estaba decidido a no salirse sin Hyeong Jun

La mujer en cuestión, fue arrestada por secuestro, tortura, era la hermana de aquella mujer tetona obsesionada por Hyeong Jun (Aclaro, no era yo, porque sigo viva… o quizás fingí mi muerte pa irme a otro país) que quiso vengarla porque por su culpa se suicidó, ya que ella solo quería que ese niñito la amara y gozara de su sensual cuerpo… ¡Oye no! Se nos iba a ahogar pobrecito niño en todo ese tetaje, además a él le gustaban otras cosas más interesantes, los abogados tanto de Suset como los que Seungwoo y Yohan pusieron, se encargarían que nunca saliera, por psicópata

Poco a poco Hyeong Jun abrió los ojos y parpadeó, estaba oscuro y su cuerpo tembló y comenzó con un ataque de ansiedad, intentó ponerse en pie en la cama, casi se muere del infarto cuando alguien lo sujetó ya que intentaba bajarse

-¡Tranquilo Hyeong Jun! – Susurró Hangyul procurando no despertar a los demás

-¿Hangyul? – Se aferró a su brazo – Está muy oscuro aquí – jadeó

-Voy a prender solo una luz – volvió a susurrar – No hagas mucho ruido, Yohan y Suset duermen, están muy cansados

Hangyul noto el temblor de sus manos al sujetarlo con fuerza, prendió el foco y sus ojos se encontraron, ya las lágrimas surcaban sus mejillas, ese precioso rostro tenia hematomas y heridas, su labio que estaba roto, yacía con un par de pequeñas suturas

-Ya no llores, estás a salvo, todo está bien

-No me dejes – susurró y se aferró a él

-¡Oh! – Jadeó Hangyul y apretó los dientes

-¿Qué, que te pasa? – Se incorporó un poco y vio que tenía puesta una bata de hospital y su brazo estaba vendado - ¿T-te lastimaste?

-No es nada – susurró – No te preocupes… tú debes descansar ahora, duerme

-¡No quiero, tengo miedo! – Sus ojos volvieron a llenarse de nuevo (pínshi facilidad pa llorar como heroína de telenovela, por algo es La Vistima)

-Yo estoy aquí contigo, estás muy lastimado, debes procurar descansar

-Quédate conmigo… no apagues la luz

-Está bien… descansa – Lo recostó de nuevo en la cama y lo arropó, acaricio su rostro y le miró apasionadamente… Hyeong Jun vio esa chispa amorosa en sus ojos… supo en ese momento, que, a pesar de todo, jamás había podido dejar ir a ese hombre y ahora que había regresado, menos podía dejárselo a ella ¿Podría luchar por él hasta el final?
Con la luz del día no fue bueno para Hyeong Jun…

Logro mirar sus pies y sus manos, con las marcas de los cordeles que habían lacerado su piel, eso tardaría bastante para que se desvaneciera lo más que se pudiera, aparte en su tórax y abdomen, aun habían hematomas que dolían cuando se movía mucho, aparte el brazo lesionado no lo podía mover y tenía que estar sujeto con el cabestrillo, así que debía tener mucha ayuda, eso lo mantuvo llorando un buen rato de nuevo

Y para colmo, cuando Yohan tuvo que irse porque debía ver a su esposo e hija, aparte de que tenía que trabajar, pues Suset era quien le ayudaba a Hyeong Jun, incluso para acompañarlo al baño, porque a Hangyul lo llevaban también a la sala de curaciones para curarle las quemaduras y bueno, le aplicaban cosas que lo hacían no poder moverse por un buen rato

-Cuando vengan a suplirte podrás ir a descansar al hotel – le dijo Hangyul mientras Hyeong Jun dormitaba

-Así lo haré, pero regresaré en la noche

-Me parece bien

-¿Quieres que te ayude a bañarte? – Le preguntó curiosa

-¿Qué?

Suset soltó una risita

-Me hubiera gustado que él lo hubiera escuchado – señaló con la cabeza a Hyeong Jun

-No seas cruel – suspiró – está padeciendo mucho

-¿Es en serio Hangyul? – Preguntó curiosa

-¿Qué cosa?

-Pudiste haber escogido algo mucho mejor… pero… ese chico, o sea, si es lindo y todo pero… ¿En serio has estado enamorado de él por todos estos años?

-Él me estuvo esperando…

-¡Pero no puede esperar hasta después de la boda! – Suspiró vencida

Hyeong Jun pego un ronquido y se centraron a mirarlo

-¿No está agonizando?

-¡Suset!

-¡Ya, ya, ya! Voy a comer algo cariño, te portas bien

-No iré a ninguna parte - Sonrió

Eunsang miraba a modo celoso a Yohan… no le había gustado nadita que pasara la noche con ella en el hospital, pero tampoco podían quedarse los dos, Lía estaba pequeña y quería estar con su papi, en su casa, en su camita, así que prácticamente los dos durmieron juntos, extrañando a Yohan y mandándole mensajitos.

“Buenas noches papi” “¿Cenaste?” “Mañana quiero que juegues conmigo” “No te acerques mucho a esa perra quita novios” “Me traes un dulce cuando llegues” “Ni te atrevas a verle los pechos” “Te quiero mucho papi yohan” “Te amo, extraño tu cuerpo en mi cama” “Besitos papi, te veo mañana” “Quiero hacerte el amor cuando regreses”

-¿Y si pudiste dormir? – Le preguntaba Eunsang cuando Yohan llegó temprano a su departamento, para cambiarse e irse a trabajar, claro, primero para abrazar y besar apasionadamente a su esposo y a su dulce hija llenar de besos su carita

-Sí, de hecho, Hyeong Jun estuvo bajo sedantes, Hangyul fue quien lo cuido prácticamente

-¿Y ella?

-También durmió… sobre mi hombro, casi toda la noche – suspiró

-¡Ah! ¿Se te estaba arrimando?

-Un poquito – Le decía, obviamente, amaba despertar los celos en Eunsang, por eso le confesaba aquellas cosas banales

-¡Pues ya no te quedas más en la noche, yo iré en tu lugar! – Le dijo agitando el cuchillo de mesa que usaba para cortar los panqueques de Lía

Yohan luego pensó que si Eunsang iba siempre en la noche, tendría que registrar la mochilita, no llevara algún arma, digo, por si acaso…  lo que menos querría después es ver a su esposo en la cárcel por intento de homicidio… y lo peor sería es que lo admitiría: “Si señor juez, intenté matar a esa perra quita hombres, pero no pude, si me suelta, volvería a intentarlo” así que tuvo arrepentimiento por andar picándole la cresta al gallo.

Wooseok también había tenido que ir a trabajar, toda la mañana y tarde, en la noche llego a su departamento, pero no estaba Jinhyuk, seguramente él también estaba ocupado y se iría a dormir a su departamento, así que esa noche seguramente la pasaría solo, suspiró, la verdad no tenía ganas de cenar, así que se recostó en la cama y se durmió enseguida, aún era temprano, pero no esperaba nada.
De repente… se sobresaltó

Jinhyuk besaba su cuello y sus manos buscaban introducirse entre su pijama, se giró a mirarlo absorto, él atrapó su boca y lo besó perdiendo el asco por si tenía hilo de baba, Wooseok aún no sabía de su absorto, que ni protesto cuando Jinhyuk se acomodó para quedar sobre él, mirándolo con intensidad

-¿Qué pasa? – susurró Wooseok

-Creo que esta noche te mereces algo inolvidable…

-¿Si?

-Has sido un chico muy bueno – sonrió contemplando ese hermoso rostro tan perfecto

-¿Por qué?

-Porque creo que en el fondo, no eres la persona fría que finges ser ante los demás… he visto que la gente si te importa y más si son amigos – acarició su rostro y Wooseok se ruborizó – Lo que hiciste por tu amigo, fue importante para mí, porque eso me demuestra que aunque tenga que soportar tu mal genio… en el fondo, eres perfecto para mí

Jinhyuk volvió a buscar su boca acariciándola con sus labios, propiciándole un beso de seda, eso hizo que se le erizara la piel a Wooseok y se le parara tantito… Dejo que Jinhyuk lo presionara sobre el colchón con el peso de su cuerpo y se amoldaran los dos en un solo abrazo, se miraron por un buen rato, Wooseok tenía curiosidad ¿En verdad él le gustaba mucho a Jinhyuk para aguantarlo con todos sus demonios? ¿Podría tener una relación estable finalmente con un hombre que le gustaba?

Wooseok rodeo con sus brazos el cuello de Jinhyuk para contemplarlo mejor, tenerlo así es como siempre había deseado en toda su vida, quizás al principio no había sabido escoger a sus parejas, no se había arrepentido de acosarlo desde el principio y había perdonado que le rompiera el corazón… algo le decía que ahora, jamás haría algo que lo lastimara

-¿Me deseas?

-Todos los días – respondió sonriente

-¿Debo creerte?

-La tengo dura desde que pensé en venir lo antes posible a verte…

-Sí, ya te sentí – susurró tímidamente

-Esta noche te voy a dar hasta por las orejas

-¡JA! – Sonrió fuerte - ¿Pues qué me vas a hacer?

-Muchas cosas…

-¿Sería malo que me enamorara de ti? – murmuró en un gesto puro de inocencia

-¡Oh! Yo pensé que ya estabas enamorado de mí – sonrió Jinhyuk acariciando su rostro y pellizcando sus mejillas pálidas

-Presuntuoso – hizo un gesto

-¿Yo? Se supone que tú eres el chico lindo

-Bésame – alzo su rostro

Jinhyuk suspiró y correspondio a esos labios ansiosos que añoraban sentir el calor de los besos de ese hombre que estaba en su cama, abrazándolo con intensidad, que no tenía pensado dejarlo ir y que le daría todo el amor del mundo, esa noche fue tan especial la entrega, que al día siguiente, a los dos les costó trabajo levantarse, por tanto, tanto, tantísimo, amor y sexo obviamente.

Losing my VirginityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora