Cap. 22: ¡Pídeme más con tu acento satoori!

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Hangyul compro suficiente bebida y comida, se dirigieron a la dirección que Eunsang le tenía dado a Hyeong Jun, efectivamente, a los recepcionistas, les valía madre quien entraba y con quién, siempre y cuando pagaran en efectivo, porque eso era lo importante. Se metieron a la habitación asignada, para comer un poco, mientras Hangyul preparaba todo, Hyeong Jun reviso los cajones, encontrando también juguetitos como de los que le había hablado Eunsang… y que le dijo, según él, que ya los estaban usando ellos

Estuvo de curioso revisando todo, se le dio por prender la tele, solo para ver a un trío cachondo con un par de mujeres escandalosas y como tenía todo el volumen, del susto se tropezó y cayó en la cama, mirando absorto el cogimiento que había en la televisión, Hangyul tomo el control y le bajo el volumen divertido

-¿No quieres comer primero? – Le preguntó sonriendo

-Lo siento… no sabía

-¿No sabias que en este tipo de lugares, solo pasan películas de ese tipo?

-N-no…

-¿Quieres seguir viendo?

-¡Ahorita no! – Negó - ¡Oh, espera! ¿Esa posición? ¿Se puede hacer en verdad?

-Ya, ya, ven a comer – apagó la tv y Hyeong Jun hizo un gesto ¿Podría ver una película de esas con Hangyul cuando terminara de comer? Es más ¿Podría hacerle un oral? Digo, para que nadie le presumiera que se lo hace al novio, amigo, amante o lo que ande de lonche.

Cenaron tranquilamente, luego cada quien se fue a lavar sus manos, sus dientes, para que no quedara nada entre ellos, porque al momento del besuqueo no debía quedar huella de la cena, cuando Hangyul salió del baño, ya que los princesos van primero, pues Hyeong Jun estaba con la tv prendida, mirando una de esas películas, con la boca abierta y haciendo gestos adorables al ver a las muchachas gemir con esa fingida pasión

Hangyul se sentó a su lado, mirando a Hyeong Jun y su fascinación, en un momento dado, acaricio su cabello crespo, para luego abrazarlo, fue que el chico dejo de ver mujeres encueradas, para volver a mirar a ese hombre a su lado quien busco su boca para besarlo apasionadamente, porque bueno, ese delicioso bocado no podía esperar más, poco  a poco se intensificaron los besos y las caricias, las manos de los dos se daban permiso de tocarse mutuamente, por donde quisieran

Los deditos traviesos de Hyeong Jun acariciaron los muslos duros y firmes de Hangyul, recorriendo lentamente hasta el interior, buscando tocar el miembro, hasta lograr su propósito, lo noto endurecido, por lo que acarició suavemente, si estaba un poco avergonzado de hacer eso, pero bueno, se iba a aguantar la pena, ya que lo que deseaba, era conocer todos sus rincones, ya los había visto, pero no tocado de ese modo

Hangyul también acariciaba su cuello, sus hombros, bajando por sus brazos, inquietándose un poco por el toqueteo de Hyeong Jun, así que él también descendió sus manos para acariciar sus rodillas y sus muslos, así mismo, metió una mano más al interior, buscando acariciarlo íntimamente, el chico se estremeció al ser acariciado de ese modo, pero abrió un poco más sus piernas, dejando que la mano de Hangyul tuviera libertad de tocarlo libremente

Lentamente se recostaron en la cama sin dejar de tocarse, juntando sus cuerpos en un abrazo interminable, los dos se soltaron para poder envolverse con sus piernas y brazos, rodando sobre la amplia cama, para posteriormente, quitarle rápidamente la camisa a Hyeong Jun, dejando al descubierto su frágil figura, Hangyul atacó su cuello, haciendo que el chico gimiera deliciosamente, bajando sus labios por sus hombros, por su pecho, atacando sus pezones vírgenes, era la primera vez que la lengua de un hombre se posaba sobre ellos, se sorprendió, jamás pensó que tuviera tanta sensibilidad en esa zona, pero las caricias hicieron que arqueara su espalda

Hyeong Jun exhaló un jadeo

La lengua de Hangyul sabía cómo poner duro un pezoncito, después ir descendiendo, por su abdomen todo planito, con la carnita tierna como debe tenerla un chico de su edad, seguir bajando por su vientre, hasta llegar donde estorbaban los pantalones, hábilmente, Hangyul los quitó también, dejando al descubierto, todos sus tesoritos, Hyeong Jun se cubrió su carita llena de vergüenza, porque pues una cosa es creerse bien zorra y otra muy distinta estar ahí, desnudo frente al chico que te gusta

Hangyul beso su vientre, sus ingles, dejando lo mejor al final, poniendo muy ansioso a Hyeong Jun, pues tener ya su cosita bien firmes descubierta lista para ser sabroseada, ansiosa por tener un poco de atención, era terriblemente desesperante, Hangyul sobó un poco sus testículos y su pene erecto (¡Su cosita!) antes de darle un lengüetazo y hacer que moviera sus caderas ansioso

-Hyung – jadeó con su típico acento
Hangyul sonrió complacido de hacerlo estremecer de ese modo tan intenso… por lo que procuró hacerlo gritar aún más, masajeando y lamiendo, Hyeong Jun no podía tener quietas sus piernas, aquel toqueteo lo ponía muy ansioso, la lengua de Hangyul recorriéndolo de arriba abajo, chupando la cabecita y jugueteando con ella con su lengua, no era para menos, de la garganta de Hyeong Jun se desprendió un gemido intenso

Ya respiraba con dificultad, su pecho subía y bajaba, la boca de ese hombre torturaba su hermoso cuerpecito, claro que chilló cuando un dedito estaba buscando por allá, en el rincón prohibido entre sus nalgas, procuro no perder la calma, esa intromisión era muy necesaria, Hangyul buscó el lubricante, pues es que luego tanta saliva, se queda seca la boca y pues si luego lo besaba no iba a sentir mucha humedad, tan necesaria

Volvió a respingar su cadera cuando sintió el gel introduciéndose en su esfínter, era raro, si, un poco, sentir ese dedito hurgando tan íntimamente, pero luego Hangyul seguía comiéndose su cosita (pues sí, no era cosota) y eso lo distraía porque ya cerraba los ojos, gemía y respiraba rápido, cuando ni sintió que otro dedito más entraba a acompañar al otro (¡Es importante preparar el chiquito para que entre sin tanto dolor, información que cura!)

Pero obvio que llego un momento, en que el cuerpo de Hangyul, pidió satisfacción, ya también tenía bien parada la… conciencia de que se iba a cenar al pollito, así que se separó y Hyeong Jun protestó cuando las caricias se rompieron, abrió los ojos y miró como Hangyul se quitaba la camisa ¡Oh, sí! Luego procedía con los pantalones ¡Uf, papá! Quedando en unos ajustados bóxers, donde se abultaba perfectamente, el instrumento de placer de los hombres ¡Ajúa! Por lo que lentamente se los comenzó a quitar… y Hyeong Jun no quitaba los ojos de encima, sobre todo cuando se los quitó por completo ¡OMG!

Y luego se deslizó como un felino por entre las piernas y los brazos de Hyeong Jun para besarlo apasionadamente, aplastando de nuevo su cuerpo, éste lo envolvió y abrazó, fundiéndose en un beso apasionado, mientras sus miembros se restregaban en sus pieles, sus lenguas también se entrelazaron y jugaron entre sí, Hangyul soltaba esa boquita para atacar su cuello, le fascinaba hacerlo y ponerle los ojitos en blanco a Hyeong Jun.

-¡Hangyul, por favor! – suplicó

-Te ves tan sexy cuando suplicas por sexo…

-Es mi primera vez – susurró tembloroso – Sé gentil

-No te preocupes, lo sé – sonrió acariciando esa carita y besando sus cachetes ruborizados

Se quitó de encima y lo acomodó boca abajo, para volver su noble labor, de seguir ensanchando el esfínter, con un poco más de lubricante, mientras él se daba una manita en su propio asunto, pa ponerlo duro y estuviera bien firmes para cuando hiciera la intromisión, en esas hermosas nalgas redonditas que tenía la criatura, con tres dedos trabajando bastaron para hacerlo jadear, y para saber que ya estaba listo

¡Ay Hyeong Jun☹, por bailar esa cosa de fancy casi te dejo sin coshar! Pero te perdono tu mal gusto 😤😤😤

En fin…

Hangyul se acomodó para poder introducir su poderosísimo pene dentro de las nalgas de Hyeong Jun, lentamente, como debe ser para no lastimar al chico, obvio, Hyeong Jun pegó un respingo al sentir la invasión, pero procuro quedarse quieto, aflojar lo más que pudiera esos músculos, permitir que entrara, sus manos se aferraron a las sábanas al sentir que poco a poco, se adentraba y sentía una mezcla de dolor y placer, porque finalmente, el que estaba entrando, era el del elegido y eso lo excitaba mucho

-¡OH! – jadeó cuando Hangyul intento moverse y apretó sus dientes

-¿Estás bien? – Preguntó ese hombre al escucharlo – si te molesta mucho, dime, para ir más lento o quitarme

-N-No, estoy bien, solo… más lento…

-Está bien bebé…

Procuro poner un poco más de lubricante, ir más despacio, aunque la urgencia por penetrarlo con fuerza le ganaba, pero se aguantó como todo buen tigre alfa, decidido a que su amorcito, disfrutara y no sufriera tanto esa primera vez… y por si pensaban que Minhee era el único chillón, pues no, Hyeong Jun no pudo ocultar unas lágrimas cuando sentía que aquello entraba, porque finalmente, ya oficialmente, dejaba la virginidad a un lado… aunque esa ya la había perdido desde el primer dedito dentro del chiquito, no hay que ser

Pero bueno, Hangyul, logro su cometido de meter todo su miembro en ese cuerpecito, dejarlo asimilar un poco, que se acostumbrara a ese cuerpo extraño, para poder moverse libremente, ya sin causarle tantas molestias, poco a poco, dentro, fuera, lentamente, sosteniendo las caderas, escuchando gemir delicadamente a Hyeong Jun, moviéndose generosamente, aunque su cuerpo le pidiera el ¡Dale duro cabrón! No, él se mantenía firme, dejando que por esa primera vez, el chico sintiera bonito y no estuviera solo con el dolor a cuestas

Primero estuvieron así, mientras Hangyul movia las caderas majestuosamente entrando y saliendo de aquel cuerpo sensual, Hyeong Jun jadeaba placentero, hasta que llegó un momento, en que salio de aquel cuerpo y lo puso boca arriba, para levantarle sus piernas al hombro y entrar de nuevo, para mirar esa carita empapada de lágrimas que hizo estremecer a Hangyul

-¿Estás bien?

Hyeong Jun asintió y alzo sus caderas para que el chico siguiera, no era tiempo para detenerse, quería seguir adelante, por lo que Hangyul entendió el mensaje y entró de nuevo a su cuerpo, él dejo escapar un jadeo y cerró los ojos, Hangyul se atrevió a mover un poco más sus caderas, la estrechez le provocaba mucho placer, por lo cual, luchaba para evitar moverse muy duro, y en esa posición era mucho más excitante, porque veía el rostro hermoso y glorioso de ese chico, los gestos de placer y verlo gemir, era mucho más de lo que podría aguantar

-¡Oh, Hangyul hyung!

-¿Te está gustando Hyeong jun?

-S-si ¡Oh! – jadeaba y eso encendía más la sangre del tigre

En un momento dado, como buen macho que era, tomó el miembro de Hyeong Jun para masajearlo, eso hizo que jadeara aún más y que la excitación en sus cuerpos aumentara, no pudo más, tuvo que aumentar las embestidas dentro de él, porque ya era imposible contenerse, pero Hyeong Jun era buen chico, no protestó, porque también él, sentía la necesidad de que le diera con fuerza, tampoco detuvo su boquita, comenzando a decir cosas que Hangyul no entendía muy bien…

-¡Deja de hablar con tu acento que no te entiendo! – Sonrió

-¡Carajo, no te detengas! – Chilló de forma mandona… ¡Pos este!

Losing my VirginityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora