Cap. 103: Jugando con fuego

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No, no era fácil... nadie dijo que sería así de complicado, pero se las estuvo viendo negras, él, todo un hombrecito frágil y de corazón sensible, así que estaba lidiando con esa crianza, maldita sea, tampoco su hombre, alto, guapo y sexy, podría hacerse cargo de esa pequeña molestia, así que tenía que bañarlo, alimentarlo, mimarlo y jugar con él... Pero cuando vomitó su leche y su popó era muy aguada y apestosa, se apanico y de inmediato tuvo que irse al hospital

Ahí lo alcanzo el amor de su vida

Lo miró sentadito, tan menudo y frágil con los ojos llorosos, apenas lo miró, no pudo evitar hipar más, ya que se sentía mal, habían quedado en que lo cuidaría muy bien, se lo estaba quedando con él, para ser maduro y responsable, sin embargo, estaba fallando terriblemente, no merecía ni siquiera las caricias en su cabello

- ¿Qué pasó? – Le preguntó

-No sé que hice mal, pero comenzó a vomitar y hacer popó muy apestoso – sus ojitos se llenaron de lágrimas – se veía realmente mal, creo que se me va a morir

-No digas eso, esperemos que nos digan cómo está

- ¡No me odies!

- ¿Cómo podría odiarte?

-Soy un mal papá – jadeó lloroso hasta que se abrió la puerta del consultorio

-Pasen – le dijeron y pasaron de inmediato

La criatura estaba en la mesa, con suero puesto y le pasaban un medicamento vía intravenosa, eso le rompió el corazón, no pudo evitar que las lágrimas brotaran de sus hermosos ojos, hipo sin prestar atención a nada, hasta que la voz de su hombre, lo volvió a la realidad

-Bombón estará bien – suspiro Seungwoo

Dong Pyo se volvió a verlo y tomo el pañuelo que le ofreció para limpiar sus ojos, luego se volvió a ver al perrito, que le movía la cola débilmente, ahogó un suspiro y centró su atención en lo que el veterinario les decía

Se lo pudieron llevar un par de horas más tarde, esperando que le terminaran de pasar el suero y el antibiótico, luego le dio la receta y los cambios de alimentación que tendría, así como las fechas para vacunas y desparasitación, Dong Pyo lo colocó de nuevo en su cestita y se lo llevaron a casa, en el automóvil, seguía llorando

Cuando finalmente regresaron, dejo a Bombón en su lugar, limpiando perfectamente el área, luego se fue a sentar junto a Seungwoo que ordenaba comida, no les iba a dar tiempo preparar algo, así que eran mejor comprarla... Dong Pyo rodeo su cintura con sus bracitos y se acurruco en su pecho, se sentía muy triste, pero al menos, el perrito estaba bien, Seungwoo tomo su rostro y le besó sus labios de corazón con mucha ternura

-Tu esposito es un tonto – susurró Dong pyo – Tiene miedo de que vuelva a cometer otro error con bombón, no estaré contento si le pasa algo malo

-Yo lo sé mi amor, pero no seas tan drástico contigo mismo, son cosas que pasan cuando se tiene que cuidar de otra persona más... lo mismo me paso contigo ¿Qué cuentas le daría a tu madre si algo malo te pasaba? Pero aquí estás... sano, salvo, lindo y... caprichoso

-Tengo que programar las dosis y medicamentos que le daré a bombón

-Ese es mi chico responsable...

Pyo sonrió e infló los cachetes, dejando que Seungwoo tomara su pequeño rostro y lo llenara de besos y abrazos, le gustaba cuando su hombre le mimaba y le acariciaba de ese modo, finalmente, contentó toda su atención en un beso amoroso y suspiró, esa boca grande que tenía su esposo, hacia maravillas sobre su boca pequeña, así que se dejó querer y dar una buena dosis de cariñitos hasta que finalmente lo soltó para bajar por la comida.

Losing my VirginityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora