Arriba, abajo… el bebé pegaba una risotada, Hangyul acercaba su pancita a su boca y le hacía cosquillas, volvía a subirlo y Eric no dejaba de reír… Hyeong Jun le miró con envidia, él aun no terminaba su trabajo, esa semana había tenido muchos eventos que realizar, menos mal que tenía todo lo de su boda bien organizado, por lo menos era un problema menos, Hangyul había ido a su oficina a hacerle compañía porque todos se habían ido ya
-Debiste irte con Eric al departamento –Murmuro haciendo un puchero, sus ojitos estaban cansados y su hermoso cabello todo desarreglado y deslucido
Eric dormitó en los brazos de Hangyul y éste lo dejo en su porta bebé, entonces fue a donde Hyeong Jun y le masajeo los hombros, si estaba algo tenso, el trabajo era bueno porque ganaba más, pero la carga era enorme y tenía que buscar hasta el más mínimo detalle, pero era lo que le gustaba hacer y no quería quejarse
Lo único que le molestaba era tener a un novio sexy y amoroso en su cama y él que a veces por el cansancio se quedaba dormido entre sus brazos, odiaba el solo pensar que Hangyul dijera “no acepto” el día de su boda y todo porque estaba siendo desatendido, pero adoraba esas manos tan masculinas sobre sus hombros frágiles
Hangyul se regresó al sillón y se recostó, cerrando los ojos… eso no le pareció justo a Hyeong Jun que lo contempló largamente, con ese cuerpo tan perfecto, esos abdominales enloquecedores, esas piernas gruesas que presionaban las suyas con intensidad, el modo en que lo besaba y lo acariciaba… Una punzada despertó en su entrepierna y una oleada de deseo inundo su cuerpecito esbelto y menudo
Dejo su trabajo y fue hacia el sillón, recostándose encima de Hangyul, quien abrió los ojos y miró como su menudo novio se acomodaba sobre él, mirándolo fijamente, su precioso rostro un poco pálido, su nariz chatita y sus labios eran un complemento perfecto
-Te amo – susurró Hyeong Jun
-Yo también – Asintió Hangyul acariciando ese precioso rostro, ese cuello, su espalda y pellizcando su trasero
Hyeong Jun busco su boca para enfrascarse en un beso largo y maravillosamente romántico, suave, tierno, sin urgencia de nada, ambos suspirando de conectarse tan íntimamente con el solo roce de sus labios, Hangyul adoraba el rostro de su prometido, era todo ternura y a veces se transformaba en un gato salvaje
Ambos se abrazaron con fuerza, rosando salvajemente sus cuerpos, el deseo se desencadenó en los dos y no dudaron nada, al momento de que Hyeong Jun se quitó sus pantaloncitos y comenzó a desabrochar los jeans de su precioso prometido, donde se notaba tremenda erección, sus ojitos brillaron cuando lo sacó de esa prisión de tela, suspiró y acarició haciendo que Hangyul jadeara con esa preciosa voz ronca que tenía
-Mío – Dijo Hyeong Jun haciendo pucheros
Hangyul solo sonrió sin dejar de mirar esos enormes ojos relucientes, disfrutando de las manos de su novio acariciándolo… luego disfrutando de los labios de su novio, chupándolo… Uf, cerró por un momento los ojos, sintiéndose en la gloria, porque cada vez que pasaba, Hyeong Jun mejoraba en esos menesteres, estuvo así por un buen rato, hasta que su pequeño prometido, sintió que necesitaba sentir la rudeza de ese miembro dentro de su cuerpo
Hyeong Jun, decidió montar ese potro salvaje
No hay palabras sensuales para describir lo mucho que le gustaba a Hangyul que su prometido se sirviera lo que quisiera, él se quedaba ahí, recostado en el sillón, mientras que Hyeong Jun, preparaba su trasero para montarse, aquello estaba tan duro, precioso, gustoso, que no dudo en acomodarse y sentir como poco a poco entraba en él.
No sé cuál de los dos puso los ojitos en blanco primero, pero casi rompen ese sillón, porque Hyeong Jun estaba bueno para subirlo al toro mecánico por la destreza adquirida en la montada sin caerse, bueno, hasta Hangyul en un momento dado, llego a pensar que le iba a joder a su pobre penecito, el cual si muy gustoso y todo, pero a veces arremetía un poco rudo, que casi le decía “Despacito amor, que si lo chingas, ni habrá luna de miel”
¡Oh, sí, porque la luna de miel era sagrada!
Pero bueno, Hangyul como buen macho alfa, aguantó que su prometido gozara de la dureza de su poderoso miembro (Naaaa, bueno, sí) hasta hacerlo venir y finalmente emitir un fuerte jadeo gustoso, la criatura sexosa, quedó sobre su pecho, respirando agitadamente, por unos minutos solo hubo silencio, se escuchaban sus respiraciones agitadas, sus corazones agolpados, y el rechinido del sofá que estaba a punto de colapsar…
Hyeong Jun alzó la mirada y se encontró con esos ojos tan masculinos y rudos que poseía su hombre, le sonrió alegremente y busco sus labios para besarlo suavemente… Hangyul pensó que diría que volveria a trabajar
-Eric sigue dormido…
-Si…
-Vamos a hacerlo de nuevo – sonrió la malvada sirena sexosa
-¿EH? – Abrió los ojos Hangyul mientras pensaba… “padre nuestro que estás en los cielos” pidiendo por su alma y la de su pito, porque no sabía si podría parársele de nuevo, o sea, una vez que comenzaba, no tenía llenadero esa criatura
En tanto…
Bombon entraba alegremente en el departamento, después de regresar con Dong Pyo quien lo habia sacado a caminar un poco para que no se estresara encerrado ahí, el perrito fue a beber agua y recostarse en su camita, Pyo fue a beber un poco de agua cuando de repente, Seungwoo lo pescó por la cintura, besando el hueco de su cuello, Pyo se retorció y sonrió al sentir las cosquillas que su esposo le hacia
-¿Qué haces? – soltó su risita
-Nada – suspiró Seungwoo
-Apesto, sude un poco – Le dijo haciendo un puchero
-Mi esposito no apesta – Sonrió y de repente, Pyo fue levantado del suelo y Seungwoo lo colocó en su hombro
-¿Qué pasaaaaa? – Chilló Dong Pyo con su voz ronca
Seungwoo entró a la habitación con su preciosa carga y lo aventó a la cama, Pyo estaba sorprendido, por lo común, Seungwoo era más “tímido” por así decirlo, al momento de querer tronarle la campechana a Pyo, pero en ese momento, tenía una mirada salvaje y apasionada, el pelo estaba revuelto y sobre su rostro, mostrándolo más sensual que nunca, se despojó de su camisa, mostrando sus perfectos abdominales
Pyo tragó saliva, en verdad, ese torso que poseía su esposo, era digno de un Dios, era perfecto, en ese momento se veía finamente tallado por los ángeles, era perfecto el hijo de la chingada, estaba hermoso y más aún mientras se desnudaba sin dejar de mirar a Pyo, quien no supo si reír o temblar, porque cuando miraba esos ojos tan ardientes, era de temer, pero no podía dejar de mirar lo precioso e increíblemente sensual que se veía
El pequeño esposo se quedó sin respiración cuando después de la camisa, se quitó los jeans, dejándose ver con esa espléndida anatomía masculina y su poderosa desnudez, sus ojos automáticamente se detuvieron en su entrepierna, aquello estaba erecto… “llamándolo”… por un momento se perdió, hipnotizado, mirándolo
-Mis ojos están arriba – Dijo Seungwoo con todo seductor
Pyo parpadeó y alzo los ojos
-¿Quién eres y que has hecho con mi esposo? – Susurró Pyo acurrucándose
Pero Seungwoo se acercó a la cama y lo jaló hacia él, Pyo pegó uno de sus famosos grititos cuando Seungwoo lo pegó a su cuerpo y le sonrió, Pyo cerró los ojos cuando lo besó, los expertos labios de su esposo, se apoderaron de los suyos y lo hizo suspirar, las manos grandes y esos dedos largos no batallaron en quitarle la camisa a Pyo quien se estaba deshaciendo como azúcar entre esos poderosos brazos
-Si mi esposo se entera que lo engaño contigo, me mata – Jadeó Pyo aflojando hasta las ganas, mientras los labios de Seungwoo se hundían en su cuello chupándolo
-Tu esposo es un pendejo – Respondio Seungwoo con una actitud salvaje
-¿P-porque lo dices? – Chilló Pyo mientras los labios descendían por su torso pequeño y lamian las tetillas, haciendo que Dong Pyo se mordiera los labios y se retorciera de gusto
-Porque teniendo a una preciosa cosita como tú y no hacerle el amor como merece, es un crimen terrible – murmuro Seungwoo lamiendo su ombligo
La cosita de Pyo se puso más dura que su conciencia y abultó sus pantalones
-Si es cierto – apuntó Pyo – Mi esposo debería hacerme suyo todos los días… mi cuerpo siempre está listo para él
-Pobrecito de ti – suspiró Seungwoo
-¡OH! – Jadeó Pyo abriendo los ojos al sentir una succión… ¡Ay Diosito! ¿A qué hora le había bajado los jeans y apresado sus intimidades con esos labios que lo torturaban ardientemente? Miró hacia abajo y solo miraba la mata oscura de ese hermoso cabello que tenía su esposo, él estaba de rodillas en la cama, mientras Seungwoo inclinado
Seungwoo lo soltó y Pyo deseo un poco más
Hizo un gruñido entremezclado de placer y molestia por la caricia interrumpida
Su esposo sexy alzo la mirada y sus ojos se encontraron
-¿Qué quieres? – Sonrió Seungwoo
-Quiero – dijo en un susurro casi imperceptible – venirme en tu boca – le dijo en un puchero y sonrojándose… o sea… es que bueno… Seungwoo hacia buen trabajo con sus cositas y quería que llegara al final
-¿Y después? – Preguntó Seungwoo coqueto
-Después… te haré lo mismo – le respondió
Entonces Seungwoo lo tiró a la cama, quitándole por completo los pantalones, se volvió a inclinar, para perderse por completo en la entrepierna de Pyo, quien jadeó, se retorció y gritó lo que quiso, mientras que su esposo hacia que se viniera por completo, no es que tardara mucho, estaba demasiado excitado, Seungwoo no le dio tregua, lo dejo recuperar el aliento y Pyo tuvo que cumplir su palabra
Se bajó por los chescos igual…
Y así como él, también su esposo gimoteó a gusto, puesto que Pyo era una experta sanguijuela bien pegado al asunto, no pues si sabía cómo tocar la flauta en varios ritmos, si se ahogaba o se atragantaba era lo de menos, ese grado de cachonderia era lo que le gustaba a Dong Pyo, volverse salvaje y atacar a su esposo, hacerlo gozar con su boquita
-¡Ya, hazme tuyo! – Urgió Pyo al ver que ya estaba más que listo… y duro… muy duro…
Seungwoo lo jaló hacia él y lo besó apasionadamente, enredando ese cuerpecito pequeño entre sus brazos y piernas, Pyo se friccionó sintiendo la necesidad de que rozar íntimamente ese cuerpo perfecto de su esposo, cuando reacciono, ya estaba boca abajo y Seungwoo andaba hurgando los rinconcitos prohibidos
Pyo se relajó y dejó, aflojando todo su cuerpecito y disfrutando de las caricias que su esposo en ese momento se desvivía haciéndole…***se nos viene!! ¿Pyo? noooo, digo que se nos viene algo que mencionaron, no sera exacto a como lo dijeron, pero creo que sera divertido 😁
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Losing my Virginity
FanficDong Pyo y sus mejores amigos hicieron un pacto, dejar de ser castos y puros y convertirse en hombres con experiencia, el problema es, que muchos los ven más que como niños y los que los ven con ganas no son de su agrado ¿Lograran su objetivo? Pyo e...