DÍA 6: Organization | Family

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✒ Trama:
En medio de cadáveres y sangre, un asesino
descubre una nueva razón para seguir vivien-
do: la protección de su nueva familia...

✒ Personajes:
• Yukichi Fukuzawa
• Natsume Sōseki

*Contiene elementos de otro fanfic mío*

♦♦♦

Es curioso observar cómo las personas que arrebatan vidas suelen ser las que más las valoran, las que más sienten el peso de la vida. Caminar por aquellos charcos de sangre no me resultó ningún impedimento. Ya estaba acostumbrado.

Al fondo, pude divisar una habitación con la puerta abierta. Mi objetivo se escondía allí. Avancé con paso seguro, esquivando cadáveres por el camino, y entré sin ningún tipo de reparo. Allí, sentando sobre unos baúles, estaba la persona que estuve buscando durante tanto tiempo…

—Yukichi Fukuzawa.

El joven de pelo plateado y con espada en mano alzó la vista. Tenía la cara manchada de sangre tras la última reyerta y sus ojos se asimilaban a los de un lobo: fríos y sin ningún tipo de emoción en ellos.

—¿Quién es usted?

—El hombre que te salvará de este presente.

El joven alzó una ceja.

—¿Usted? No parece alguien del otro mundo.

Sonreí ante su sinceridad en sus palabras. Justo lo que buscaba.

—Respóndeme a una pregunta: ¿por qué trabajas de asesino?

—¿Usted cómo sabe eso?

—Lo sé todo sobre ti. Pero respóndeme, por favor.

El joven miró hacia el suelo.

—Es lo que me enseñaron. Si tú no atacas, ellos te atacarán. He sido entrenado para esto. En los tiempos que corren en Yokohama es mejor cazar que ser cazado.

—Razón no te falta… Pero, ¿y si te dijera que tus creencias son erróneas?

—Le mataría aquí mismo.

—Inténtalo.

Sin mediar palabra, el albino llegó hasta mí con una espectacular velocidad. Su espada estaba a punto de asestarme el golpe fatal cuando se detuvo cerca de mi cuello.

—No ha hecho el ademán de esquivarla.

—Porque sé perfectamente que no me vas a matar.

—¿Por qué…?

—Ya te lo he dicho: lo sé todo sobre ti.

Con un suspiro, enfundó la espada y me dio la espalda.

—¿Es usted un anciano que se dedica a dar consejos sobre la vida?

—Más bien soy un prejubilado que busca la paz de esta ciudad.

El joven se paró en seco y se giró con detenimiento hasta observarme.

—¿La paz?

—Exacto. 

—¿Y me necesita a mí?

—Muy bien, parece que lo vas entendiendo.

—¿Por qué necesitaría a un asesino como yo? Soy un criminal.

—La sociedad te ha convertido en un criminal, pero tú puedes cambiar eso. Si amas esta ciudad, claro.

—¿Qué imbécil no amaría su hogar? —preguntó bajando la cabeza.

—Eso era lo que quería oír, sí, señor. 

—Pero… ¿Por qué yo?

—Porque, como asesino, aprendes a valorar más una vida. Y eso es lo que quiero de ti. Déjame ayudarte, Yukichi —le tendí la mano—. Déjame entregarte una razón para vivir.

El joven miró sospechosamente mi mano y agarró su espada.

—No me fío de usted.

—Entonces, hagamos algo: mátame y termina con esto… Si puedes, claro.

El albino gruñó y se abalanzó sobre mí, desenfundado la espada de nuevo. Esta salió volando y el chaval terminó en el suelo. No había necesitado moverme. Bastaba con una mirada de mi antiguo yo para haberle congelado.

—Usted… ¡¿QUIÉN ES USTED?!

—Natsume Sōseki, encantado —me presenté mientras me colocaba el bombín—. Y creo que, a partir de hoy, seré tu maestro, Yukichi.

Le tendí la mano de nuevo.

—Deja esta vida y toma la que te voy a dar. Te daré una razón para vivir, te lo prometo.

El joven seguía asustado en el suelo.

—¿Qué razón puede tener un asesino como yo para vivir?

—Alguien a quien puedas proteger. Si para ti las vidas te dan igual, prefiero que sea cuando luches contra malos de verdad. Quiero que te unas a mí y que protejas con tus dotes a la organización de la que te voy a hacer cargo.

—¡¿Yo?! ¡¿Dirigiendo una organización?!

—Tus padres te abandonaron, ¿cierto? Conoces el sufrimiento de estar solo. Entonces, protege a aquellos que se sienten igual. Eso es lo que quiero darte como razón de vivir…

Sonreí cuando observé que su mirada brillaba.

—Quiero entregarte una familia a la que puedas proteger. Tu familia. Tu organización. Y, de paso, la paz de Yokohama.

De pronto, de sus fríos ojos empezaron a caer lágrimas.

—¿En serio piensa que yo soy la persona adecuada?

—Estas lágrimas ya me lo han confirmado. Eres alguien con un gran corazón, Yukichi.

El joven terminó por darme la mano y le ayudé a levantarse. Fue ahí cuando cerramos nuestro pacto.

Cuando ambos salimos del lugar, Yukichi se detuvo.

—Una pregunta, Natsume-sensei… Usted ha dicho que quiere cambiar mi presente. ¿Por qué el mío justamente?

Sonreí ante aquella pregunta y miré el cielo estrellado, recordando la sonrisa de aquella persona...

—Porque no quiero que cometas el mismo error de convertirte en lo que yo fui.

BSD || BungouTober 2O19Donde viven las historias. Descúbrelo ahora