DÍA 20: A Book | A Song

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✒ Trama:
Porque el imbécil de Ranpo se había olvidado
de los que simbolizaba aquel objeto...
El primer caso que llevaron juntos el detective
y la doctora.

✒ Personajes:
• Akiko Yosano
• Edogawa Ranpo
• Atsushi Nakajima

♦♦♦

Cada momento está formado por pequeños gestos y acciones que, tras volver a realizarlos, nos evoca a aquellos momentos, con sus sentimientos y todo. Yosano se dio cuenta de esto un día, cuando ordenó a Ranpo que hiciese limpia en los cajones de su escritorio de la Agencia por el bien del propio mueble (los cajones se atascaban cada dos por tres y, cuando el joven detective intentaba por todos los medios sacar los “informes” que le había pedido Fukuzawa, debía desmontar la mitad de la mesa para poder abrirlo).

Al principio, Ranpo refunfuñó bastante, asegurando que aquello no era el trabajo digno del mejor detective de la era, pero la sierra que portaba la doctora con una grata sonrisa le hizo cambiar de opinión.

Durante un largo rato, todo lo que salía de los cajones eran papeles de caramelos y más caramelos sin comer (caramelos que pensó que Kenji se había comido y hasta lo había denunciado), pero luego ya vinieron los “informes” de hace años, libros de misterio y, al fondo del todo, sacó un enorme estuche con un disco de vinilo dentro y un libro recopilatorio. Ranpo lo ojeó algo confuso, pensando cómo pudo terminar tal baratija en su humilde cajón. Cuando fue a tirarlo a la basura, Yosano lo detuvo.

—¡Espera! ¡¿Qué se supone que ibas a hacer?!

—¿Tirarlo? —ladeó la cabeza, sin llegar a entender la finalidad de tal pregunta obvia.

—Ranpo… ¿Sabes de quién es el disco?

El joven observó la carátula con detenimiento. En ella salía una mujer de la edad de Yosano cantando mientras viste una túnica griega. El título del disco era: "La ciudad de la armonía".

—¿De quién es? —se asomó por encima del hombro Atsushi.

—Ni idea… ¡Pero parece un aburrimiento! —y lo lanzó a la papelera, encestando gracias a su entrenamiento con los envoltorios de los caramelos.

Atsushi notó cómo se le encrespaba el pelo. La temperatura de la estancia había bajado como diez grados de golpe y un silencio incómodo reinaba en ella. Alzó la vista y pudo observar a la doctora completamente callada y algo impresionada. Durante toda la limpieza que efectuó el detective, no volvió a abrir la boca para nada.

—Bueno, ¡ya está! ¿Contenta, Yosano-san? —preguntó con una sonrisa mientras guardaba el último libro en el cajón.

—Ranpo…

El joven siguió con su sonrisa, esperando una alabanza por su gran trabajo.

—Eres un idiota.

Antes de poder reaccionar, la mujer se encerró en su clínica.

—¡¿Pero qué he hecho yo?! —gritó el detective, haciendo aspavientos.

—¿Puede que tenga que ver con el disco? —preguntó Atsushi mientras lo sacaba de la papelera y lo observaba de nuevo.

—¡¿Qué tiene de especial un disco de ópera?! 

—Debe ser especial, Ranpo-san… Está dedicado.

Ranpo tomó el álbum y observó que dentro ponía: “Para el mejor detective de todos los tiempos. Con cariño.”

—¿Puede que sea de algún caso?

Odia admitirlo, pero Atsushi acababa de dar en el blanco y él había quedado efectivamente como un idiota. 

♦♦♦

Mientras recogía los últimos informes del día, una canción inundó la Agencia. La doctora, confusa al principio, salió esperando encontrarse a Kenji regando sus plantas, pero se encontró a Ranpo sentado frente a un tocadiscos, viendo girar el enorme disco negro en él.

—Ranpo, ¿se puede saber qué haces?

—Escuchar esta canción. Me gusta su letra.

—Solo es el instrumental.

Uno intentando ser amable y Yosano siempre estropeándolo.

—Bueno, apaga eso y recoge de una vez… Ya es muy tarde —dijo molesta la doctora, regresando a la enfermería.

—Las estrellas son lo más antiguo que se puede ver hoy en día.

Yosano paró en seco tras oír aquello. Se giró poco a poco hacia él, con los ojos abiertos como platos. Ranpo, por su parte, estaba con la barbilla apoyada en su mano, sin dejar de mirar el giro del disco.

—Ranpo… Tú… ¿Te acuerdas?

—Solo un idiota se olvidaría de nuestro primer caso juntos.

La doctora notó cierto sonrojo en las mejillas del mayor. Tampoco le ayudó mucho a ocultarlo la cara de pocos amigos que intentaba poner, como si no le importara nada. Yosano simplemente sonrió. Pensó que el joven detective se había olvidado de aquel caso… El caso que los unió por primera vez y que le llevó a replantearse la conducta de su compañero, el cual en aquellos días nunca le cayó bien.

Tomó asiento a su lado en el sofá y apoyó su cabeza sobre el hombro del mayor, dejándose deleitar por aquella música que les transporta hacia aquel día en el que ambos empezaron a ser un equipo.

BSD || BungouTober 2O19Donde viven las historias. Descúbrelo ahora