BSD || BungouTober 2O19

DÍA 7: Spell | Curse

✒ Trama:
Tras el fracaso de su última trama, Poe se ve amenazado por un nuevo bloqueo, pero cierta persona le ayudará a superar su eterna maldición...

✒ Personajes:
• Edgar Allan Poe
• Louisa Alcott

♦♦♦

«Por mucho que el detective se empeñase en encontrar al culpable, todas las pistas que hallaba desaparecían en el acto. El llamado "detective maldito" no tenía por donde resolver aquel caso. Sin embargo, por
medio de una nota en la mesa, supo que…»

—Un momento, señor Poe…

La voz dulce y temblorosa de Alcott detuvo la lectura del susodicho. Tímidamente, Poe alzó la cabeza de su nuevo boceto y la miró. 

—¿Ocurre algo?

—Es que… Hay algo que no me cuadra… Si el detective está maldito porque hace desaparecer las pistas… ¿Cómo encontró la nota en la mesa? ¿No tendría que haber desaparecido también?

El típico silencio entre los dos miembros más tímidos de Guild llenó la estancia. Siempre que Poe terminaba una novela, solía enseñársela a Alcott, quien intentaba avisarlo de los sinsentidos de algunos acontecimientos (como este o como cuando Lovecraft le ayudó a escribir su anterior novela donde todos acababan muertos).

Poe dio un fuerte cabezazo sobre la mesa, asustando a su compañera.

—Tienes razón, Louisa… Yo no valgo para esto…

—¡E-eso no es cierto, señor Poe! 

—¿Tú crees? —levantó la vista esperanzado y con varias lágrimas en los ojos.

—¡P-pues claro! ¡S-siempre puede reescribir esa parte!

—¿Cómo?

La joven se llevó una mano a la barbilla.

—Bueno… ¿Q-qué le parece si el detective se encuentra con un personaje que puede anular su maldición? A-alguien que tiene el hechizo de hacer aparecer cualquier prueba…

Poe la observó mientras lo meditaba.

—¿Eso no es muy forzado?

—¡Ahhh! ¡Es cierto! ¡L-lo siento! —se excusó rápidamente mientras se sonrojaba.

—¡N-no! ¡N-no es culpa tuya, Louisa! ¡E-es mía por ser tan mediocre como escritor!

—¡N-no diga eso, señor Poe! ¡E-es el mejor detective de américa! ¡Y-y el mejor escritor!

—Eso… ¿Eso piensas? —preguntó con lágrimas aún en los ojos.

—¡P-pues claro! —apretó los puños Alcott— ¡Debe sobreponerse a esto tal y como el detective de su novela se sobrepone a la maldición!

Poe ojeó de nuevo su boceto.

—Puede que no sea mala idea crear al personaje que ayuda al detective con su maldición…

—¡¿E-en serio?!

—¡Sí! —sonrió tiernamente— ¡Muchísimas gracias, Louisa! ¡Siempre puedo contar contigo!

La joven sonrió también llena de ternura. Los dos sonrieron durante un rato hasta que en sus caras aparecieron los primeros sonrojos a causa de su timidez. Cuando esto ocurrió, ambos se giraron (Alcott tapando su cara con las manos y Poe con el libro).

Los dos eran tal para cual, pero lo que dijo Poe tenía toda la razón: por muy tímida que fuese Alcott, siempre podía confiar en ella. Era la persona que con un hechizo conseguía anular la maldición que pesaba sobre él cuando no podía seguir escribiendo.

El libro fue un completo bestseller en América y Alcott no tardó en percatarse de que el personaje que anulaba la maldición del detective era exactamente igual a ella… Y el detective, por extrañas circunstancias, llevaba con él un mapache…

Y eso no era todo… En los agradecimientos se podía leer claramente:

«Para la anuladora de mi maldición, quien ayudó a este escritor maldito por medio de sus bondadosos hechizos.»