BSD || BungouTober 2O19

DÍA 9: Madness | Ghost

✒ Trama:
Durante la quema de Yokohama a manos de Guild y Q, un fantasma del pasado se aparece ante el jefe de la mafia para recordarle que sus acciones pasadas siempre le perseguirán...

✒ Personajes:
• Ōgai Mori
• Anterior jefe
• Ryunosuke Akutagawa

♦♦♦

Yokohama era en aquel momento un verdadero infierno. El plan de Guild de quemar Yokohama por completo gracias a la habilidad de Q estaba saliendo a pedir de boca. La mafia, como uno de los protectores de Yokohama, no iba a permitir que unos extranjeros de pacotilla ensuciasen su amada ciudad, por lo que Mori mandó a todos sus efectivos a proteger a los habitantes mientras él pensaba alguna solución razonable para aquella situación. Y la única que se le ocurría era…

—Solo el niñato que te acompañaba aquella noche puede salvar la situación, doctor…

Alzó la vista desde su escritorio, encontrándose al anterior jefe de la mafia de pie ante él. Al mismo que asesinó para usurparle el puesto… 

Ya había vivido aquella misma escena cuando Randou utilizó su habilidad para “resucitarlo”. Pero ahora… ¿Por qué estaba allí?

—Si yo hubiese estado al mando, esto no hubiera ocurrido.

—Los muertos no hablan.

—Hay muertos que están más vivos que un vivo y usted lo sabe mejor que nadie, doctor —se rio el anciano.

—Desaparece de mi vista —escupió entre dientes.

—Sabes que no puedo hacer eso… Mientras viva en tu cabeza, jamás dejarás de verme… Este crimen siempre te perseguirá.

Mori lanzó un bisturí que traspasó a aquel fantasma en el acto y se clavó en la puerta del fondo.

—¿En serio pretendes matar a un muerto? —y se volvió a reír.

—¡Lárgate, esfúmate!

—¡Jamás!

El ambiente estaba muy denso… Mori notaba que empezaba a asfixiarse ante aquella angustia de tener que ver a ese anciano justamente ahora, cuando su amada Yokohama se destruía poco a poco.

—¿Tu amada Yokohama? ¡¿Qué has hecho tú por ella?!

—¡Matarte! —gritó mientras se levantaba de la mesa y empezaba a dispararlo.

Claro está, las balas le traspasaban sin más.

—¿Y alguien te lo ha agradecido?

—¡Cállate!

—¿Alguien te ve como el héroe que salvó a Yokohama de mí?

—¡Que te calles!

—¿En serio te mereces tanto sufrimiento cuando eres tú el que sustenta esta ciudad?

—¡NO! ¡CLARO QUE NO!

—Entonces… ¿Por qué sigues haciendo caso a ese hombre?

Mori dejó de disparar y lo miró sorprendido.

—No te mereces este sufrimiento, doctor… Y menos alguien que ha tomado el papel del malo de la serie para que el odio recaiga en ti y no en otros…

Se acercó a Mori mientras este tiraba la pistola al suelo.

—¿Sabes qué es lo que deberías hacer? Descansar… —y tomó entre sus manos su cuello. 

Empezó a apretar con fuerza el cuello del doctor mientras este se hincaba de rodillas en el suelo y se agarraba a sus manos.

—Lo hago por usted, doctor… Merece descansar ya de una vez…

El aire empezaba a faltar en sus pulmones, notaba también cómo la cabeza le iba a explotar… ¿Así iba a terminar todo para él? ¿Vencido por un fantasma del pasado? Estaba a punto de darse por vencido cuando las fuerzas empezaron a flaquearle, pero…

—¡JEFE!

Dos telas negras se habían enrollado en sus muñecas y tiraban de ellas para soltarlas de su cuello. El fantasma había desaparecido… Solo estaba él estrangulándose a sí mismo… 

—¡Jefe, pare!

Giró la cabeza y se encontró a Akutagawa en la puerta, utilizando a Rashoumon para sujetarlo.

—¿Akuta… gawa?

—¡Despierte, es todo cosa de Q!

Mori se dio cuenta de que sus mejillas estaban empapadas y, cuando una de esas lágrimas cayó en su boca, el sabor era el mismo que el de la sangre. 

Había caído él también en la habilidad de Q.

Con un rápido movimiento, Rashoumon apartó las manos de Mori del cuello del susodicho y las ató en la espalda.

—Será mejor que yo me quede aquí, jefe. 

—Me parece… Bien…

Si Akutagawa no hubiera intervenido, estaba seguro de que Mori hubiese muerto…

Asesinado por el fantasma de su crimen y presa de su propia locura.