Rey de los dragones [En corrección]

Guardián de los dragones. [Corregido.]

Luego de inclinarse los dragones escupieron fuego hacia Hippo. Hippo se asustó pero se dió cuenta de que no le dolía, luego se desmayó.

Al despertar Hippo escuchó a alguien hablándole

- Estás bien hippo?- dijo una voz

- Habrá muerto? - dijo otra voz

- No seas idiota. - dijo enojada otra voz. - Es imposible que el fuego sagrado lo haya lastimado

- Bueno, bueno. No te enojes. - Dijo la otro voz asustada.

Hippo se levantó y se dió cuenta que las voces eran nada más ni menos que los dragones. Golpeó la cabeza para ver si no era un sueño pero se dio cuenta de que no lo era.

- Te dije que no estaba muerto.- dice la Nadder.

- Co-como puedo entenderlos? Q-Que está pasando?!

- Tranquilo Hippo. - intenta tranquilizarlo Chimuelo. - Llevas la marca del alfa y desde ahora los dragones sabrán que eres el Rey de los dragones, junto a mi también como tú compañero rey.

Observa la marca, parecía ser un jeroglífico raro combinación de los tipos de dragones que lo prendieron fuego.

- Esa marca lo demuestra Hippo. Es la marca que te dimos.

- Q-Que?

- Además tendrás poderes de los 4 elementos, rapidez de aguijón veloz y tanta fuerza como la de un dragón. - Dice el Pesadilla Monstruosa orgulloso.

- QUE?! - era demasiado para procesar.

- Todos los dragones te obedecerán. A excepción de algunos dragones que se creen mucho - dijo con fastidio mirando a la nada uno de los Cremallerus.

Observó la marca sin entender lo que ocurría. Los dragones afirmaban haberle dado un papel vital. Pero Hippo era un Hippo, por qué los dragones esperaban tanto de él?

Chimuelo ronroneó y se restregó contra el. - No lo pienses tanto. - dice como si pudiera leer sus pensamientos.

Hippo abrazó a su amigo con fuerza por unos momentos. Intentando procesar todo.

Luego de unos minutos, se separan. Chimuelo le dice. - No podrás entenderme todo el tiempo. Aún eres nuevo en esto y tendrás que practicar para poder entenderme todo lo que digo y para controlar todo el poder que te hemos dado. Entiendes? Es tu deber como el protector de los dragones. No es un juego.

Hippo asiente decidido.

- Bueno, vámonos Hippo. Éste no es tu lugar y lo sabes.

Hippo asintió un poco triste, sabía que su amigo tenía razón pero al menos hubiera querido tener un lindo recuerdo en este lugar. Con eso en mente subió a Chimuelo y se fueron de la isla.