Capítulo I

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El lugar vibraba de una manera impresionante. Podía sentir la emoción palpitando a la par de los corazones de las personas que habían aplaudido sus canciones. Aristóteles sonrió mirando aún lugar en específico. Temo le regresaba la misma sonrisa resplandeciente, con los ojos humedecidos por las lágrimas de alegría que amenazaban por salir. Ese hombre, Temo López, lo había cambiado todo en su vida.


Temo le había traído la felicidad, el amor, el sexo... todo lo bueno del mundo. Ari no podía estar más enamorado de él y más agradecido por haber sido quién terminará conquistando a ese ser humano fuera de toda regala que era Cuauhtémoc López Torres.


A lado de Temo, estaban Polita y Arqui. Ari aún no podía creer que su novio hubiera tenido la brillante idea de traerlos a su última presentación. A Ari casi se le cierraba la garganta por completo al verlos allí con esas caras de orgullo y felicidad.


Ari tomó el micrófono con su mano derecha y, sin dejar de ver a Temo, empezó a hablar con una sonrisa que parecía que nunca iba a abandonar su rostro.


―Quiero agradecerles a todos esta noche tan espectacular. Guatemala es la última parada para nosotros y ha sido maravilloso poder compartir con ustedes mi música. Para despedirme voy a cantarles algo que he escrito en este viaje y que fue inspirado por la persona más valiosa de mi vida. Cuando llegó a mi vida la cambió por completo y fue sin darme cuenta. Me llenó de felicidad y me enseñó algo que me trajo hasta aquí ―Ari se bebió la hermosa imagen de Temo. Sus ojos, su sonrisa... todo en él era perfección ―. Me enseñó a ser valiente. Por eso quiero que escuchen esto. Quiero que escuchen está declaración. Quiero que hagan suyo este amor valiente.


A medida que iba cantando liberaba esos sentimientos que Temo despertaba en él día con día. Temo era su razón para ser valiente. Temo era su razón para pelear contra el viento y la marea. Temo era su razón para levantarse siempre y pelear a capa y espada si fuera necesario por él, por ellos.


Temo López era su razón para vivir el amor.


Cuando su presentación terminó y escuchó los aplausos haciendo eco por todo el lugar, cerró los ojos por un momento y sonrió. Luego buscó a su familia y se dio cuenta que ya no estaban. Temo, Polita y Arqui lo esperaban arriba del escenario escondidos detrás de las cortinas azules. Corrió hacia ellos abrazándoles. Le dio un beso a su madre y Arqui.


Cuando fue el turno de Temo, lo tomó por la cintura y le dio una vuelta completa para luego besarlo en los labios de manera profunda. Joder, cómo había extrañado esos labios. Cuando se separó de su novio sonrió por lo aturdido que se veía. Ari de pronto sintió una pesada mirada, era la de Paco Lacencip, el socio y CEO de la productora con la que había hecho la gira.


Memo Larrea era el dueño, pero prestaba poca atención al negocio. Tenía demasiados como para centrarse en la productora por más que le gustará la música. Así que Paco era más que su mano derecha en ese negocio. A lo largo de esos meses, Ari se había hecho muy cercano a Paco, al grado de que le tenía verdadero cariño. Tal vez por eso mismo le sorprendió un poco la mirada que les estaba dando pues estaba algo cercana al lado negativo.


―¿Sucede algo Paco? ―Para la tranquilidad de Ari, Paco negó sonriendo.

—Absolutamente nada malo. La rompiste allá afuera. Eres un crack ―Paco miró a Temo ―. Tú debes ser el hermano de Pepe, Guillermo me habló de ti ―le tendió la mano y Temo la tomó a pesar de que odiaba que se refirieran a él como el hermano de o el hijo de. Pero Ari sabía porque lo hacía; Temo conocía perfectamente lo mucho que él admiraba a Paco.

Tal vez construir...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora