Las clases fueron terminadas. Bueno, sólo las de medio día, ya era hora de salir al receso y por lo mismo había una gran fila en la cooperativa. Igual que ayer, la mayoría de los alumnos gritaban pidiendo sus cosas, mientras que la señora que atendía hacia lo necesario por atender a todos con rapidez. Volví a sentarme en el mismo lugar de ayer, tendría que esperar a que todos esos alumnos se fueran para tomar mi turno. Eso de hacer fila no era lo mío.
Había alumnos sentados ya, comían. Otros charlaban y algunos sólo paseaban por el patio, la hora del receso era muy escandalosa, creo que hasta ahora estaba dándome cuenta de que es la hora que menos me gusta de la escuela. El alboroto, los gritos, las personas juntas y voces por todo la zona nunca han sido algo que me agrade, si no fuera porque tengo hambre me quedaría en el salón hasta las siguientes clases.
— ¡Buuh! —escuche muy cerca de mi oído izquierdo. Eso provocó que me sobresaltará un poco.
No era difícil para mí saber de quién se trataba, con tan sólo oler su perfume supe que era Gris.
— No vuelvas a hacer eso. —musité entre dientes.
Pero eso le pareció divertido y río, segundos después apareció frente a mí y se sentó en el espacio vacío, su cabello rizado estaba suelto. Brillaba y se movía con ayuda del aire que corría por todo el lugar, mientras que su uniforme estaba impecable.
— Eres una boba, Victoria. —murmuro y río de nuevo.
- Te escuche. -amenacé.
- Sabes que eres una amargada. -comenta sacándome la lengua.- ¿Verdad?
- ¿Sólo viniste a recordarme eso o que? -replique con seriedad.
- Agh. -Gris rodó los ojos.- Vine a llevarte conmigo.
- ¿A dónde? -pregunte interesada.
Sabiendo que Gris está media loca, obviamente no la seguiría a un lugar así como así. Ella es de cuidado.
- Ya lo verás. -contestó cansada.- Haces muchas preguntas, cierra la boca, por favor. -ordeno entre dientes.
Gris al igual que yo es una persona de poca paciencia, a lo que vi ayer. Tampoco le gusta que hagan muchas preguntas y la entiendo, pero para ir a un lugar con ella me es algo complicado, con tan sólo pasar la tarde de ayer con ella me di cuenta de lo loca y despistada que es.
No le ve lo malo a nada, sólo mira lo divertido y lo gracioso, eso es lo malo de Gris. Qué no ve el peligro y lo arriesgado de las cosas.
- Bueno. -respondí secamente.
Eso fue lo suficiente como para que Gris se pusiera de pie y me ayudará a hacer lo mismo a punta de jalones. Caminamos por el pasillo largo que lleva a los salones hasta terminarlo, por un momento imaginé que entraríamos a uno de estos, pero mi sorpresa fue cuando vi que se cruzó el barandal del pasillo.Gris me hizo una seña para que hiciera lo mismo. Y así lo hice, me brinque el barandal y seguí sus pasos, iba detrás de ella viendo bien por donde íbamos y a dónde. Ella tomo mi mano por un momento y comenzó a correr, me obligó a hacerlo también, de lo contrario si no lo hiciera podría caer.
Después de correr por algunos tres minutos llegamos a la parte de atrás de uno de los salones. A lo que pude ver era el último salón del pasillo, yo creía que sería como un descanso para las dos, pero esa idea murió cuando me di cuenta de que estaban tres chicos sentados, estaban recargados en la pared. Ellos al verme junto a Gris guardaron silencio, junto a algo en sus bolsillos, era algo que no alcance a ver, pero a oler.
Estaban fumando marihuana.
O al menos dos de ellos si.
- Tranquilos. -hablo Gris acercándose a ellos.- Es de confianza. -informo, eso fue lo suficiente para que los chicos sacarán sus churros a mí vista.
- Hey. -la llame entre dientes al ver que ya estaba echada en la tierra junto a los chicos que fumaban.- ¡Gris! -exclame al darme cuenta de que no me hacía caso.
ESTÁS LEYENDO
La Chica Indicada ✔️ [En Edición]
Teen FictionTodo era nuevo para mí, después de que mi mamá se casará con mi padrastro nos mudamos a otro país. No conocía a nadie y nadie me conocía a mí. Esa era la principal desesperación que tenía. A los días a través de mi ventana pude ver que alguien me ob...