20.

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Las primeras clases dieron fin, ya era hora de salir y no tenía ánimos de estar rodeada de chicos que sólo gritan cosas sin sentido. Observé a cada compañero salir del salón con una sonrisa alegre, pero ni así me dieron ganas de echar relajo. No entiendo porque mis ánimos están más abajo de mis pies, nunca nada me pone así. O bueno, sólo cuando se trata de mi papá me pongo como ahora, eso hace aún más extraño.
Aunque lo he intentado como no se dan una idea, no he podido dejar de pensar en esa imagen.
Ryan besando a Jessie.
¿Quien lo esperaría, no?
Primero no podía verlo ni en pintura y ahora quisiera verlo, es un sentimiento nuevo que jamás antes había sentido por alguien más, sólo sé que quiero verlo, pero estoy queriéndome engañar diciéndome mentalmente que él no me merece. Aparte, no entiendo porque ellos dos estaban juntos si ya había aconsejado a Jessie sobre ese asunto y no es que me haya aprovechado, pero es una idiota por estar de nuevo con él, como lo dije antes: una mujer debe tener dignidad antes que nada.
En este caso es lo que me está detenido..
- ¡Victoria! -interrumpieron mis pensamientos. Mis ojos viajaron a aquella chica quién ni en sueños quería ver.
Sasha Schulz.
- ¿Que? -exprese arqueando una ceja.
Ella se encamino hasta mi cubículo y se colocó una mano en la cintura.
- Te buscan en la dirección. -dijo sin gracia alguna.- Ve de prisa, por favor. -sin más; se giró en sentido contrario y desapareció por la puerta.
¿Y ahora que hice, carajo?
Que yo recuerde no he hecho nada malo desde el lunes que tuve ese problema con la misma Sasha, a menos que..
¿Será por mi tardanza aquel día?
Me puse de pie y salí del salón, al salir invadieron mis oídos los gritos y risas de los demás alumnos que estaban en sus treinta minutos libres. Me dirigí hasta la dirección sin tantos rodeos, al estar frente a la puerta me tomé una respiración larga. No sabía porque me llamaban, pero estaba rogándole a dios que no haya hecho nada malo, no quería perder este último año de preparatoria, no, no, no.
Toque la puerta tres veces y recibí un:
- Adelante.
Esa fue mi señal para entrar. Cuando lo hice mi mandíbula se tenso y no era por miedo al director, sino por quién estaba con él. Él se giró en la silla y me miró con una sonrisa arrogante que me hizo enfurecer aquí mismo, apreté mis dientes para no saltar encima de él y abofetearlo. Lo ignore por un momento y mire al director quién estaba muy tranquilo en su asiento.
- Bien. -habla él poniéndose de pie.- Los dejo a solas. -rodeó el escritorio y salió de la oficina cerrando la puerta.
Eso hizo que mi mandíbula se relajará un poco, no sé que está pasando, pero sin el director aquí no tengo que fingir que nada está pasando. Pero, ahora la gran pregunta de los mil tomates es:
¿Que demonios hace aquí él?
- Victoria.. -con tan sólo escucharlo decir mi nombre, temblé de nervios. Él se puso de pie y me encaro.- Tenemos que hablar. -Ryan quiso tomarme de las manos, pero antes que lo hiciera las aleje de él.
- No tengo nada de que hablar contigo. -me apresuré a responder.
- ¿Que? -eso pareció sacarlo de sí.- Claro que si, esta mañana me vist..
- ¿Que si te ví besando a Jessie? -lo interrumpí.- Oh si, te vi.
- Deja que te explique las cosas, por favor. -insistió, pero para entonces mi orgullo ya estaba cegandome.- Lo que pasó fue qu..
- ¡No quiero que me expliques nada! -exclame sumamente furiosa.- No sé para qué carajos viniste aquí, estoy en mis horas de clases, no puedes interrumpirme así como así. ¿Entiendes? -reproche.
- Lo siento. -se disculpa dando un paso hacia mi, pero yo retrocedí.- Lo siento mucho, pero de verdad necesito hablar contigo. Estuve días queriendo estar bien contigo y ahora que lo logr..
- Lo echaste a perder. -lo interrumpí, eso pareció hacerlo enojar.
La expresión de Ryan cambio a una molesta y llena de sentimientos encontrados, pero eso no fue lo suficiente para ablandarme de nuevo con él.
- ¿Sabes que? -su mirada se centra en mis ojos.- Yo tampoco sé porque demonios vine a buscarte, no eres ni la mitad de mujer con las que he estado antes. Sólo eres una niña, no sé porque estoy aquí si a mí me sobran chicas mucho más lindas que tú y con mejor cuerpo que el tuyo. -todas sus palabras hicieron que bajará la mirada.
Entrelacé mis manos frente a mí y las mire tratando de no sentirme mal, pero era un intento inútil. La vista se me nublo haciéndome ver mis manos borrosas, estaba a punto de llorar, pero claro. Ahí estaba mi orgullo que me obligó a tallarme los ojos, después de unos segundos por fin mire a Ryan, lo ví a los ojos y al momento de hacerlo él pareció caer en cuenta de algo, lo supe por su expresión de sorpresa y tristeza.
Remojo sus labios y sus hombros quedaron por lo bajo.
- Victoria, yo..
- Vete. -musité conteniendo mis ganas de llorar a mares.- Quiero que te vayas y no vuelvas a buscarme más, no te quiero ver en mi casa, no quiero que vayas por las noches y mucho menos que estés viéndome a través de la ventana. -exigí con seriedad, pero él sólo me miraba sin decir nada.- ¡Vete! -exclame desesperada porque no se iba.
- Yo.. -murmuro dando un paso frente a mí.- Siento mucho mis palabras.. -me rodeo y salió de la dirección cerrando la puerta detrás de él.
Al oír la puerta cerrarse me senté en el asiento dónde él había estado sentado antes. Suspire largamente, ya no quería sentir esto, no quería sentirme mal por alguien que no valora mi persona. Con todo lo que Ryan hizo y dijo hoy me di cuenta de que él no es el chico indicado para mí, si lo fuera sería distinto conmigo, pero no, para él el cuero es lo que importa, él piensa que hay muchas chicas mejores que yo. Pero, al estar sin mi, se dará cuenta de que está equivocado, porque aunque mi orgullo y mi ego sean más grandes que nada. Sé que como yo no habrá ninguna, Ryan volverá a mí, eso lo sé.
Y yo ahí estaré, para hacerle saber que yo no soy como Jessie que la puede usar cuando se le antoje, eso es una promesa que cumpliré.

La Chica Indicada ✔️ [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora