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Trato de sacarla de mi mente, pero es inútil.

No puedo dejar de pensar en Victoria, en lo único que puedo pensar es en que está con otro tipo. Realmente me enfurece que no esté conmigo, quiero tenerla conmigo y no que esté con otro tipo, no sé qué mañas tenga, no sé que estará haciendo en estos momentos, no sé si sigue molesta, no sé nada y lo peor de todo es que no me responde los mensajes. Tampoco las llamadas, me siento desesperado, quisiera que estuviera a mi lado, apenas se fue hoy y ya no sé qué hacer.

¿Dónde estás Victoria?

¿Estarás pensando en mí como yo en tí?

Estoy en mí habitación sin saber que hacer para matar todo está molestia, desde que Victoria se fue he estado tan hundido en mi propio mundo que ni siquiera sé que han hecho los chicos. Mi teléfono suena en mi pecho y lo tomo enseguida, creí que sería una llamada de ella, pero me decepcioné aún más cuando ví que no era así.

Era Mareny.

Respondí sin interés y lleve el teléfono a mi oreja.

- ¡Hola, hola! -su voz chillona y escandalosa invadió mi oído por un segundo.

Hice una mueca y respondí:

- ¿Que hay de nuevo?

El querer escucharme animado era inútil, me escuchaba pésimo.

- ¿Que tienes? -preguntó. Que Mareny se diera cuenta de mi estado de ánimo no era una novedad.- Te escucho algo tenso.

- No es nada. -mentí centrando mi mirada en el techo oscuro.- ¿A qué se debe tu llamada? -cambié el tema antes de que empezará con su interrogatorio.

Que Mareny me llame no es algo que sea de todos los días, ella es una chica muy divertida, amigable y su personalidad puede notarse en cualquier lugar.

- Sé que tu respuesta será negativa.. -murmura, seguidamente pausa y prosigue:- Pero igual quise hablarte para invitarte a una fiesta. ¿Qué dices? -replico entusiasmada.

Salir a una fiesta ahorita no sería mala idea, pero no puedo dejar de pensar en Victoria, no creo que sea bueno salir cuando ella no está conmigo, creo que si ella estuviera en mi lugar no saldría. Pero, en realidad no sé que esté haciendo, no sé si está con ese tipo.

- Déjame hacer unas cosas y ahorita te regreso la llamada. -digo poniendo el altavoz.

Salí de la llamada y busque su número en contactos.

- Está bien. -apenas contestó, colgué.

Marque el número de Victoria con la esperanza de que respondiera, pero no respondió. Apague el teléfono y lo dejé en mi pecho, volví la mirada al techo oscuro y decidí pensar mejor las cosas, ella no responde mis llamadas ni mis mensajes, sé qué tal vez está con su amiguito y eso me enfurece, pero tampoco quiero hacer algo que la moleste más, después de todo. Victoria, es una persona muy dura, ha tenido mucha paciencia conmigo y no quiero volver arruinar las cosas con ella.

Pero ella está con él.

Mi lado furioso hablo en mí mente.

Tomé nuevamente el teléfono y entré a la conversación de Mareny, enseguida le escribí un texto:

Me decidí y si iré, mándame la ubicación del lugar.

Apague el teléfono y lo dejé en el buró, me puse de pie y encendí la luz de la habitación, no suelo tenerla encendida en las noches y menos cuando sé que Victoria está en su habitación, me gusta verla desde aquí sin que ella se dé cuenta, de hecho. Yo fui quién le dió la idea a mis padrinos sobre una habitación en el fondo del terreno y de las cuatro ventanas, ellos me enseñaron una foto de Victoria y me hablaron de ella antes de que se mudaran a New Jersey.

Desde que la ví me gustó, en esa foto lucia muy linda, parecía ser una chica dulce y pasiva, pero cuando la conocí en persona me pareció ruda, ella es muy egocéntrica y eso me atrae. Mayormente, las mujeres dicen que son feas y no creen en sí mismas, pero Victoria cree en ella, está segura de su apariencia y de quién es, es una diosa en persona, pero que se valore es la primera razón por la cuál me enganche con ella.

(...)

Después de un rato ya me había bañado, no duré casi nada bañándome. No suelo salir a fiestas y menos sin compañía de una chica, pero igual no quise verme tan chamagoso, Mareny no me envió la ubicación del lugar, por lo que deduje que pasaría por mí. Salí de la habitación dejando todo en oscuridad y me dirigí hacia las escaleras, los chicos estaban en la sala. Veían caricaturas tranquilamente, en cuánto llegue hasta ahí, sus ojos se clavaron en mí.
- ¿Vas a salir? -Renzo pregunta arqueando una ceja. Su tono de autoridad no me sorprende en lo mínimo, siempre ha sido así.
- Así parece. -conteste no muy seguro.
- ¿Con quién saldrás? -Esme no tardó nada en preguntar.
- Mareny me invitó a una fiesta. -suspire cansado.
- Per..
- No me hagan más preguntas. -interrumpí a Roy.
Ahora sé lo que siente Victoria cuando le hago tantas preguntas, es algo frustrante.
Victoria..
Nuevamente la pensé.
Me preguntó. ¿Que estará haciendo?
Yo la pienso a cada instante, pero no sé si ella me piensa a mi, tal vez sólo estoy penando a lo tonto y ella está divirtiéndose con su amigo.
Escuché la bocina de un auto a las afueras de la casa. Supuse que era Mareny y caminé hasta la puerta de la casa, mientras lo hacía toque mi bolsillo del pantalón para verificar si traía el teléfono conmigo. Y así era, abrí la puerta y está rechino.
- ¡Que te vaya bien! -escuche que Liam grito.
Cerré la puerta detrás de mí y caminé hasta el pequeño portón del terreno. El auto azul oscuro de Mareny estaba estacionado frente a este, ella estaba recargada en la puerta del copiloto con los brazos cruzados, llevaba puesto un vestido amarillo. Las mangas quedaba eran cortos y dejaban ver sus hombros descubiertos, tenía cola de pato y le quedaba algo ajustado, esta noche mi amiga se veía realmente linda.
- Al parecer hoy si te bañaste. -su voz burlona me hizo reír un poco.- Mentira, amigo. Luces muy guapo.
- Gracias. -agradecí pasando mi pulgar por mis labios.- A todo esto. ¿De quién es la fiesta? -pregunté con cierta curiosidad.
- De una amiga mía. -contesta abriendo la puerta detrás de ella. Me da el paso y subo al coche mientras lo rodea, sube y prosigue:- Se llama Kendall, la conozco desde la secundaria, cumple diecinueve años. -comenta poniendo en marcha el auto.
- Nunca me hablaste de ella. -digo bajando el vidrio de la ventanilla.
- Claro que lo hice, tonto. -sus palabras me hacen verla. Pero, ella se concentra en ver el camino.- Sólo que en la secundaria eras mujeriego y cuando hablábamos no me ponías atención. -dijo con cierta molestia.
- Estás loca. -murmuré, reí un poco y recibí un codazo de su parte.- Auch.
- Ahora que lleguemos te la presentaré y verás que te caerá de maravilla. -el entusiasmo es notable en ella.
Lo único que necesito en estos momentos es a ella.

La Chica Indicada ✔️ [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora