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Los lugares que conozco de hace tiempo, algunas personas de la ciudad, carreteras de las cuales sé su rumbo y pequeños detalles veía por la ventanilla del coche. Y si, voy de camino a mi antigua casa, mi hermano y su esposa fueron por mí al aeropuerto, no es por ser mala, pero no me dió ninguna gracia volver a ver a mi querida cuñada. A Brayan un poco, no soy tan cercana a él como debería serlo, pero si lo saludé, tampoco me veré como una maleducada, después de todo, debo aprender a sobrellarme con ellos dos, estaré con ellos toda la semana, no me queda de otra.
Mis ojos se iluminaron apenas ver mi antigua casa. Me sorprende que esté exactamente como cuando me fui de aquí, el mismo color, las mismas plantas de afuera, las mismas luces de la calle y los mismos baches. Debo admitir que me da gusto volver, ver mi antigua casa me trae muchos recuerdos, aquí viví mis dieciséis años y pensar que no quería volver hace unos días.. que extraña es la vida.
Baje del auto y no dudé en recorrer mi alrededor con la mirada.
- Lo extrañabas. -la voz de mi hermano retumba en mis oídos causándome molestia.- ¿No es así? -supone.
- Eso creo. -conteste sin interés y me gire hacia él.- Iré a caminar por ahí, después los veo. -avise sin esperar alguna respuesta.
Comencé a caminar sin importarme que mi hermano y su esposa estuvieran llamándome, ahora que estoy aquí no pienso pasármela encerrada. Conozco cada lugar de Miami, así que puedo ir a dónde se me plazca, mamá nunca hablo de estar castigada como para no poder salir a pasear, pienso estar todo el día fuera de la casa, no quiero estar con Brayan y su mujer a solas todo el tiempo, me aburriría mucho si lo hiciera.
Estoy de vacaciones y eso significa que mis amigos también. Eso es buena señal, puedo ir a buscarlos sin necesidad de esperar a que sea la hora de salida de la preparatoria.

(...)

Minutos después estaba frente a la casa de mi querido amigo. Sé que está en casa, es la hora de sol y él nunca sale a estas horas, tome mi tiempo y di una corta caminata hasta llegar a la puerta de su casa. Toque el timbre un par de veces y luego de unos segundos abrieron.

Entonces lo ví.

Sus ojos, sus labios, su cabello, su sonrisa.

- ¿Quie..

Me estampé en sus brazos.

Amaba verlo, amaba estar en sus brazos, me encantaba tenerlo de nuevo frente a mí, extrañaba su olor, esa sensación tan encantadora estaba en mí, estaba abrazando a Anthony, el chico más cercano que podría llamar mejor amigo, ni siquiera le había dicho algo. Sólo lo abrace y ya, era tanta mi emoción por verlo que las palabras sobraban, sus brazos recorrieron mi espalda y entonces supe que él también me echaba de menos.

- No sabes cuánto te extrañe. -susurre respirando su olor tan agradable. Él río por lo bajo y nos separamos.

-¿Cuando llegaste? -pregunto sosteniendo mis manos.- Me hubieras avisado antes para haberte ido a recoger al aeropuerto. -se apresuró a decir.

- Apenas llegué me vine para acá. -comento sin poder dejar de sonreír.- De verdad, no quería estar en casa con Bryan y su mujer.

- Espera, espera.. -habla haciendo pausas.- ¿Por cuánto tiempo vienes? -pregunto interesado.

- Pasaré noche buena aquí. -apenas lo dije me abrazo con fuerza y me soltó de golpe jalandome hacia adentro de su casa.

- ¡Esto lo debemos festejar! -exclamo más que alegre.

Caminamos hasta la pequeña sala y tomamos asiento.

- Definitivamente no. -me negué apenas escucharlo. Él me miró mal y proseguí.- Al menos no ahora. -agregué.

- ¿Que pasa contigo? -pregunte más serio.

Anoche después de que Ryan se marchó de mi habitación me dejó hecha todo un lió, ahora que estoy lejos de él siento un vacío en mi pecho, creo que no debí venir. Pero, desgraciadamente no estaba en mis manos decidirlo, me hubiese gustado quedarme con él, él ha sido bueno conmigo y lo apreció mucho, volvió a mi cuando más necesitaba de su compañía.

- Realmente no me lo creerás. -suspire agotada.- Son tantas cosas que no sé por dónde empezar.

- Hey, tranquila. -susurro tomando mis manos.- Más vale que empieces contándome, porque yo también debo contarte algunas cosas. -comento con emoción. Eso me hizo sonreír.

Juro que quisiera estar con Ryan en este momento..

***

Y así fue.

Ella se fue y no le importó que me quedará sin su presencia. Desearía que estuviera a mi lado, pero sé que eso es algo que no se puede, no tengo ganas de nada, no he salido de la habitación ni para desayunar, lo único que quería está noche buena era pasarla con Victoria, pero claro. Siempre sucede algo que eche a perder mis planes, tal vez estoy tomando las cosas mal, porque ella se fue contra su voluntad, pero igual; ella pudo insistir para poderse quedar conmigo, cosa que no hizo.

Ahora estoy molesto, con ella y conmigo, conmigo porque en vez de comprender su situación me puse en un mal plan, era para que la hubiese apoyado, porque ni ella misma quería irse. Por otro lado, estoy molesta con ella porque ni siquiera se ha dignado a mandarme un mensaje o un algo, no se despidió de mí, sé que se fue sólo porque ví a mi padrino subir maletas a la camioneta, sino hubiera visto eso, no supiera nada por ella.

Tenía tantos planes para noche buena y ahora todo se fue a la basura. Demonios, a veces amo las vueltas que da la vida y otras veces las odio.

Decidí dejar mi molestia de lado y tome mi teléfono. Busqué su número y me apresuré a escribirle lo siguiente:

¿Ya llegaste a Miami?

Apagué mi teléfono normalmente después de subirle el volumen al tono y espere su respuesta. Tal vez no responda, la última vez que la ví estaba aún más molesta que yo, no quiso ni besarme.

Luego de unos minutos, por fin respondió:

¡Hey, soy amigo de Vickie, ella está en el baño, pero ahorita le digo que te marque, bro!

Mis cejas se juntaron en disgusto.

¿Cómo que Vickie?

¿Por qué respondía sus mensajes y tenía su teléfono?

¿Quién era ese tipo?

En ese momento, mi mandíbula se tenso, sentí cada músculo de mi cuerpo despertar, las ganas de golpear a ese tipo me invadieron, no sabía quién era, pero quería golpearlo. Él estaba con Victoria y yo no.

¿Acaso ya se olvidó de mi?

¿De lo nuestro?

Apreté un par de segundos el teléfono en mis manos y terminé marcandole. Timbró, timbró y timbró, pero nunca respondió mi llamada, eso me hizo enfurecer, aparte de que se fue, estaba con un tipo, el dijo que estaba en el baño. ¿Tanta confianza había entre ellos?

La Chica Indicada ✔️ [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora