La Chica Indicada ✔️ [En Edición]

23.

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El celular sonó y ni siquiera me molesté en atenderlo, sé perfectamente quién me llama y la verdad no quiero seguir discutiendo con ella a lo tonto, le he dicho de todas las maneras existentes que me deje en paz, pero ella sigue ahí sin importarle mis palabras, no sé si no tenga dignidad o de plano está enamorada de mí.

- ¿No vas a responder? -me pregunta Esmeralda, ella está desayunando para ir a la secundaria.

Es lunes por la mañana y hablando con sinceridad, no tengo ánimos para ir al trabajo, desde hace días las ganas de hacer las cosas se han ido de mí, sé bien porque, pero me he estado haciendo loco para no aceptarlo.

Me pongo de pie y recojo mi plato sucio junto a otras cosas.

- Se nos hace tarde. -digo dejando de lado su pregunta.

Esme solo rueda los ojos y asiente, me dirijo a la cocina y lavo mi plato. Luego regreso al comedor con mi hermana, ella sigue desayunando con toda la paciencia del mundo.

- ¿Hoy no trabajas? -pregunta poniéndose de pie. Toma su mochila y se la coloca en el hombro.

- Está semana me toca el turno de la tarde. -conteste quitándole la mochila. La coloque en mi hombro y la apresuré a qué caminará hacia la sala.

- Oye, no. -reniega mientras salimos de la casa.- No quiero estar sola después de que llegue de la escuela. -hace puchero como niña pequeña y eso me molesta.

- Ya estás lo suficientemente grandecita como para que sepas cuidarte, Esme. -digo colocándole el seguro a la puerta de la casa.

- Igual llamaré a Vickie. -dice encogiéndose de hombros.

Me gire y caminamos juntos hasta la cerca del terreno. Le quite el seguro al coche y ayude a subir a Esme para después subir yo.

- No llamarás a nadie, señorita. -digo en regaño.- Y toma. -le entregue la mochila.

- Mira. -enciendo el coche y Esme señala el espejo retrovisor.- Hablando de Vickie, ahí está, seguramente va a la prepa. -comenta en un tono fastidioso.

Esmeralda tenía razón, Victoria estaba saliendo de su casa, llevaba el uniforme del instituto puesto, su cabello se veía brilloso y húmedo, como si acabara de tomar una ducha. Debo admitir que ese uniforme de colegio le queda bien, hace que su figura luzca de maravilla, mientras que sus piernas lucen muy atractivas con ayuda de su falda.

Han pasado algunos días desde aquel incidente y hasta la fecha no he podido sacarme de la cabeza que eche todo a la basura por un mediocre beso y unas estúpidas palabras que no decía enserio, me ha costado mucho ese impulso de rabia, ni yo mismo entiendo porque le dije lo que le dije ese día, ella me gusta mucho y sé que yo a ella también, pero nuestras personalidades son tan idénticas que chocamos mucho y eso es desesperante.

- Pregúntale si quiere que la llevemos al colegio. -mando a Esmeralda y ella no duda nada en bajar del coche y alcanzarla.

Victoria va un poco más enfrente de nosotros, ya que estuve metido en mis pensamientos, avanzó rápido. Ví que Esme la detuvo y se dieron un beso en la mejilla, le dijo un par de cosas y Victoria volteo hacia el coche.