El reloj marca las 10:10 de la noche.
Me vestí con cualquier cosa, no tuve tiempo para ir a comprar algo, unos jeans oscuros, camisa de botones y zapatos negros es lo que me acompaña.
Liam, Renzo, Roy y Esmeralda están muy animados, no voy a negar que después de que hable con Victoria mis ánimos subieron un poco, el poder haber escuchado su voz fue algo que me aliviano, me encanta y a la vez esto me asusta. Es la primera vez que depende de alguien mi estado emocional, pero no importa, en este momento estoy esperando a que por fin se dé la media noche para poder llamarla. Deseó que esté con su amiga cuando llame a su número, de lo contrario valdrán basura mis planes de desearle una buena navidad.
Con todo esto me quedo pensando en todas las vueltas que da la vida. Hace un par de días habíamos planeado que Victoria pasaría noche buena aquí, en mi casa y tiempo más tarde, tuvo que irse. El hecho de que se fuera me preocupaba mucho, no quisiera que por está maldita distancia ella cambiará sus pensamientos y sentimientos hacia mí, creánme que lidie demasiado con sus contras como para que ahora esto se vaya al carajo.
Yo la quiero y ansío volver a verla, tenerla entre mis brazos, abrazarla, ver su carita toda egocéntrica.. dios, esa niña me hechizo sin hacer nada, desde un principio me mandó a freír espárragos. Pero, ahora que la he tratado más, me doy cuenta que ha valido la pena todo lo que hemos pasado, sé que muchas veces cometí errores, incluso dije cosas que no debía, pero ella es tan.. diferente a las demás chicas que he tratado. Qué siento que esto es un terreno nuevo para mí.
A pesar de esto, deseó que esté pasándola bien, no me gustaría que estuviera triste en una noche tan especial como lo es esta.
— ¡Oh Ryan, ven acá! —Liam me llama desde el patio trasero. No dudo ni un segundo en dirigirme hasta el patio y encontrarme con él.
Liam y los demás están aquí atrás, como es de esperarse. Liam y Esmeralda gastaron todos su ahorros en juegos artificiales, Renzo se negó a qué lo hicieran diciendo que era peligroso y esas cosas, pero Roy dijo que cuidaría de ellos. Está de sobra decir que aquí mi amigo no tiene una mentalidad de adulto.
— ¿Que sucede? —pregunté llevando mis manos a los bolsillos de mi pantalón.
— ¡Mira lo que hace esto! —exclamo mi pequeña hermana. Ella lucía un lindo pantalón de mezclilla, junto a unas botas cafés claras y un abrigo café, su cabello suelto cubría el alrededor de su rostro, mientras que un gorro café lucía en su cabeza.
— Veámos. —me límite a decir.
Liam se encargo de colocar varios de estos en una montañita de tierra, era una fila de algunos cinco chifladores, Esmeralda se encondió detrás de la silla donde estaba sentado Renzo; cubriéndose de cualquier peligro. Liam prendió fuego a uno de estos logrando que este encendiera los otros cuatro, en cosas de segundos salieron al aire soltando un ruido y chispas de colores relucientes.
Aunque dejaban un mal olor.
—Deben tener mucho cuidado con eso, Esmeralda. —Renzo saltó con sus palabras amargadas.
Mi hermana salió de su escondite sonriendo por la acción.
—Ni que me fuera a quemar, hermano. —alegó ella restándole importancia.— En todo caso dícelo a Liam, él es quién está encendiendolos.
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La Chica Indicada ✔️ [En Edición]
Novela JuvenilTodo era nuevo para mí, después de que mi mamá se casará con mi padrastro nos mudamos a otro país. No conocía a nadie y nadie me conocía a mí. Esa era la principal desesperación que tenía. A los días a través de mi ventana pude ver que alguien me ob...