Luna

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POV Narrador

Muichirou partió junto a Rengoku un nuevo camino de entrenamiento, el pilar insistió en que sería lo mejor para el chico enfrentarse a los demonios desde ya y así formar un buen entrenamiento, siempre estando bajo el estricto cuidado y compañía de Rengoku.

Ami por su parte, retomó su rutina habitual, Oyakata-sama le ordenó distintas misiones a la pilar, pero ella siempre las terminaba rápido y lograba volver a casa antes de lo esperado.

Una tarde mientras Ami llegaba a la residencia del patrón una voz femenina la sacó de sus pensamientos.

- ¡Ami! - habló fuerte Shinobu mientras llegaba a su lado - ¡Tanto tiempo sin verte! Mirate, ya eres toda una pilar - hablaba la chica mientras le daba un abrazo a Ami

- Me alegra verte bien - habló Ami con una sonrisa. Ambas han sido amigas desde que Shinobu llegó a la residencia de Oyakata-sama en el momento que fue ascendida a pilar. Aunque al igual que con Rengoku le costó al principio acercarse a ella, pensó que no estaría mal tener una figura femenina a su lado.

- ¿Vienes de una misión? - le preguntó Shinobu mientras entraban a la residencia.

- Asi es - respondió desanimada Ami seguido de un suspiro.

- Puedo ver que algo te inquieta - añadió Shinobu observandola detalladamente

- Es que...han sucedido algunas cosas - habló  Ami inquieta, la chica le explicó todo lo sucedido con Muichirou a la pilar insecto, ella escuchaba con suma atención cada palabra de la joven.

- Ya veo...¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se fue? - preguntó Shinobu.

- Tres años - murmuró la chica, sabía que esto ocurriría, Rengoku es experto en irse sin enviar a sus cuervos dando noticias de él, quizas ahora lo hacia con mayor intención, solo para que Ami dudara sobre el estado de ambos.

- Sí está con Rengoku tienes que estar tranquila...todo saldra bien - sonrió Shinobu - solo debes esperar - añadió

Y así fue, Ami siguió esperando todos los días por alguna noticia de Rengoku y Muichirou, pero ya habían pasado dos años desde aquella conversación con Shinobu.
Ami ahora ya tenía la edad de veinte años, a veces ella se preguntaba cómo luciría Muichirou, él ya debería de tener 15 años.

Esa tarde Ami caminaba sin detenerse por el patio de la residencia, tenía sus brazos cruzados y el ceño fruncido. Había pasado una mala noche, tuvo una pesadilla con Muichirou, lo vio cortado por la mitad a manos de un luna superior. Eso provocó que despertara con una angustia en su corazón.

- Es suficiente - se dijo a sí misma tomando valor, guardó su katana en la funda colgada de su cinturon y partió para ver a Oyakata-sama que se encontraba en su habitación.

Abrió la puerta de esta de par en par, el patrón la recibió con una sonrisa, estaba sentado en su futón dejando sentir los rayos del sol sobre su cuerpo.

- Debo ir - habló la chica impaciente.

- Lo sé - respondió el patrón acompañado de su sonrisa - nunca pensé que podrías esperar tanto - añadió.

La chica comprendió que todo había sido una prueba, por ello la facilidad del permiso para que Rengoku se llevara a Muichirou, el patrón quería darle a entender a Ami que ella también puede tener su familia y protegerla, dejando así que ella finalmente se despegue de su lado.

Ami se retiró de la residencia con una sonrisa en su rostro, partiría a una nueva aventura para encontrar a Muichirou.
Pensó que lo más lógico sería ir primero a la residencia del pilar de la flama, no es un viaje muy pesado, asi que partió con la esperanza de encontrarlo allí.

Tras un día de viaje pudo llegar a la residencia de Rengoku, entró al lugar revisando casa rincón de aquel, pero por desgracia Muichirou no se encontraba allí.

- No me sorprende - susurró para si misma - de haber estado tan cerca hubiese ido a visitar a Oyakata-sama - añadió mientras caminaba a la salida de la residencia.

Frente a la residencia observó los posibles caminos que podría tomar, uno la guiaba a su derecha profundizando en los bosques aledaños, mientras que a su izquierda le abría paso a los pueblos cercanos.
La chica se cuestionó que camino debía seguir, miraba hacía ambos lados dudando sobre cual de los dos extremos decidir, pensó que lo mejor sería probar suerte en los pueblos cercanos, podría preguntar sí se ha visto a los dos chicos con sus descripciones fisicas. Se giró a su izquierda para seguir aquel rumbo, pero el grito de su cuervo que venía volando hacia ella con velocidad le hizo dar un pequeño salto del susto.

- ¡CAW! ¡CAW! ¡DEBES IR AL BOSQUE! ¡AL BOSQUE! ¡SIGUE EL CAMINO HASTA QUE CRUCES LA MONTAÑA! ¡UN LUNA DEMONIACA! ¡CAW! - el cuervo volaba sobre ella dandole las indicaciones a la chica.

Ami lo miró y asintió con su cabeza, sí había algo que respetaba eran las decisiones de Oyakata-sama, por algo le ha designado aquella misión.

La chica giró entonces su cuerpo para tomar el camino de tierra que estaba a su derecha, fue así como comenzó a entrar en la profundidad del bosque.

Llevaba horas caminando, la noche ya se hizo presente sobre su cabeza. La luna le acompañaba otorgandole esa luz que tanto le hacía falta.

- Al menos hay luna llena - murmuró

Siguió su viaje por el bosque, sentía como el camino se iba haciendo cada vez más inclinado, allí comprendió que estaba cruzando la montaña como le había indicado su cuervo.
Caminó por el sendero marcado, era notorio que el era un camino recurrente, pues podía ver los pasos marcados en la tierra, a no ser que alguien haya pasado por allí no mucho antes que ella.

Cruzó la montaña y el frío de la noche se hacía cada vez más presente, sin embargo, por el entrenamiento de Ami estaba acostumbrada a las bajas temperaturas, asi que pudo seguir sin problemas.
Tras haber cruzado ya la montaña, vio como el camino se escondía entre otros bosques, una parte de ella odiaba el hecho de estar sumergida tanto tiempo en ellos, le traía malos recuerdos.

Ami caminaba observando su entorno, era primera vez que tomaba ese camino. El silencio reinaba de tal forma que solo al oir su respiración sentía que este se escucharía en todo el lugar.

De pronto, pudo notar que en unos arboles más lejanos a ella distintas marcas de sangre teñían el lugar. Se acercó rapidamente hacia ellos verificando de sí se trataba de sangre o no.

- Es fresca - dijo mientras la tocaba con sus dedos comprobando aquello.

Un grito la sacó de sus pensamientos, era una voz masculina. Ami tomó su katana y corrió en dirección de donde provino aquel grito, observaba cada detalle cuidadosamente mientras avanzaba con velocidad, hasta que a un costado del camino entre unos arboles pudo dar con su destino.

Un demonio de cabello rosado oscuro con extraños tatuajes en su cuerpo tenía su brazo dentro del pecho de su victima, la sangre corría de él, divisó a lo lejos otro muchacho inconciente.
Se acercó más para tomar acción y ante su descubrimiento su sangre quedó helada.

- R-Rengoku - susurró.

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¡Perdón por la demora! ><
Con todo esto que está pasando en Chile, no he tenido mucho tiempo de escribir.

Aqui les traigo un capi c: espero que les guste! ♡

Muchas gracias por los comentarios y votos ♡♡♡

Entre La Niebla / Muichirô X Tu -Terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora