Amor

12.2K 1.1K 857
                                    

POV Muichirou

Aquella noche el silencio reinaba en la residencia de Oyakata-sama, desde que Ami partió a su misión he estado esperandola sin duda alguna de su regreso, pero ya habían pasado tres días desde que se fue junto a los otros y ninguno ha envíado un solo cuervo dando aviso del estado de la misión, la ansiedad por el desconocimiento del paradero de ellos y por sobretodo de Ami  ha comenzado a inquietarme.

A diferencia de otras veces estaba demasiado intranquilo, tanto que no lograba dormirme.
Me puse de pie y caminé hacia la terraza buscando algo de aire fresco, creyendo que sería acompañado por la presencia de la luna, me sorprendí al ver el cielo lleno de grandes nubes grises amenazando dejar caer una fuerte lluvia.

Unos gritos que venían desde la entrada de la residencia me sobresaltaron, escuché pasos ir y venir por los pasillos.
Traté de no prestar mucha atención, a veces era "normal" que llegaran cazadores heridos, siempre estaban los encargados de atenderlos asi que no era gran riesgo, pero ésta vez los gritos eran excesivos, tanto que me pareció incluso escuchar la voz de Oyakata-sama dirigir a los encargados de sanar a los heridos.

Caminé hacia el pasillo siguiendo los gritos y las voces de quienes se encontraban en el lugar, atravesando la residencia pude dar con lo que buscaba.

Me detuve a secas al ver a Uzui herido de un ojo mientras sangraba de un brazo, pues había perdido una mano. Giyuu que estaba a su lado tenía cortes en todo el cuerpo, pero no parecía estar tan afectado como el otro pilar, busqué con la mirada a Ami, pero ella no estaba allí.

- ¡Les he dicho que me dejen! Ella debería tener toda la atención, nosotros estamos bien - gritaba euforico Uzui tratando de alejar a las pequeñas "enfermeras" que trabajan junto a Shinobu, ellas lo miraban preocupadas al ver la sangre brotar de su herida.

- Pero usted está gravemente herido, debemos tratar eso - hablaba nerviosa una de las niñas apuntando la muñeca de Uzui.

- ¡Tsk! ¡Estoy bien! Puedo detener el sangrado controlando mi respiración, por favor solo ocupense de ella - volvió a insistir el pilar.

Sumergido por la preocupación al escuchar las palabras de Uzui, volví a caminar dirigiendome hacía él, ignoré que estuviese mal herido y lo tomé de su uniforme.

- ¡¿Qué sucedió con Ami?, ¿Por qué solo pides que se ocupen de ella, pero no dices lo que le pasó?! ¡Se supone que era algo sencillo y rápido! ¡Tres pilares para una luna demoniaca! - lleno de rabia y miedo me dejé llevar por ambas emociones maldiciendo a los pilares por haber regresado en ese estado.

Uzui escondió su mirada, pude notar que su cuerpo se tensaba.

- Ella me salvó - habló Giyuu, inmediatamente dirigí mi mirada hacia él en búsqueda de más respuestas - No esperabamos encontrarnos con dos lunas demoniacas, aunque una de ellas contaba por dos - añadió con su expresión seria - Ami recibió un golpe muy fuerte en su cabeza, logramos terminar con los demonios ayer y desde allí hemos estado viajando hasta aqui sin detenernos, pero ella no ha despertado desde ese entonces - sentenció.

Solté a Uzui lentamente, retrocedí unos pasos mordiendo mis labios callando las ganas de llorar y gritar.
Un golpe en la cabeza acompañado de estar inconsciente era lo peor que podría pasar.

- Muichirou - la voz de Oyakata-sama me obligó a girarme, allí se encontraba con de pie unos pocos metros de mi, ya no había una sonrisa en su rostro, ni sentía la calidez en su voz, él al igual que yo lloraba por dentro en su corazón - Muichirou, ven - dijo extendiendo sus brazos.

Corrí hacía él como sí fuese un niño, no quería perder a nadie más...mucho menos a Ami.
Oyakata-sama me abrazó escuchando mi llanto, pude sentir que él también dejaba escapar rebeldes lágrimas desde sus ojos.

- Arrepentirme de haber dejado que partiera con su alma bañada en venganza no cambiara las cosas - susurró - pero no puedo negar que siento mucho pesar en mi corazón - añadió con tristeza en su voz - No puedo perder a otro de mis niños - pensar solo en esa posibilidad helaba mi sangre.

Me separé bruscamente de su abrazo alejando todo pensamiento oscuro, él notó mi miedo ante aquella posibilidad y dibujó una suave sonrisa en su rostro.

- Pero sabemos que ella es fuerte, ¿verdad? Nosotros la iluminaremos desde aquí, para que pueda salir de esa oscuridad que la rodea - añadió aún con esa sonrisa de optimismo en su rostro.

Tenía tantas emociones fuertes dentro de mi que no encontré palabra alguna que añadir, pero mis pensamientos fueron callados al sentir la puerta de la habitación en dónde se encontraba Ami abrirse lentamente.

- ¡Kochou! ¿Cómo está ella? - preguntó Uzui casi atacando a Shinobu, Oyakata-sama y yo nos acercamos a la pilar en búsqueda de respuestas ante la pregunta de Uzui.

Shinobu que tenía su rostro tenso y algo confundido demoró unos segundos buscando las palabras justas para responder ante nosotros.

- No tiene heridas superficiales que tengan relación con el golpe - habló aliviando en algo a los pilares, pero yo me seguía sintiendo igual de intranquilo - aún así ella sigue sin despertar...Podría estar en un coma o tener alguna hemorragia interna que no podamos detectar - añadió cerrando sus ojos - Ahora todo dependera de ella, no hay mucho que podamos hacer en estos casos...Sí transcurre mucho tiempo y ella no despierta, no creo que tengamos muchas esperanzas... - sentí éstas ultimas palabras clavar mi corazón, nos quedamos en silencio frente a Shinobu, a pesar de la preocupación de todos ella me observaba con mayor atención.

- Muichirou, acompañame por favor - dijo entrando nuevamente a la habitación.

Abrí mis ojos de par en par al ver que Shinobu me invitaba a pasar junto con ella, entró y seguí sus pasos, cerré la puerta trás de mi con sumo cuidado queriendo no molestar a nadie.

Shinobu caminó y se detuvo al costado de Ami, seguí su andar y logré llegar hasta ella.

La vi allí en una camilla con sus ojos cerrados juntando sus largas pestañas, sus labios que parecían estar más pálidos de lo normal estaban semi abiertos cómo sí tratase de dejar salir alguna palabra.
Su cabello, su hermoso y largo cabello había sido cortado desde la raíz.

- Tuvimos que cortarle el cabello para revisar su cabeza con más atención buscando alguna deformación o herida en el cráneo - susurró Shinobu pareciendo haber notado mi tristeza al verla allí de esa forma.

- Ella siempre será hermosa... - susurré, aunque no tenía relación con las palabras de Shinobu sentía que en éste momento Ami necesitaba más que nunca del apoyo y cuidado de quienes la rodeaban.

- Muichirou, te he pedido que vengas porque creo que sería bueno que tú le hablaras - la miré sorprendido ante tal petición, podría haberlo hecho Oyakata-sama en mi lugar por la relación que tienen ambos de padre e hija - Yo estoy segura del gran cariño que existe entre ustedes...tus palabras podrían llegar a ella - añadió con una sonrisa melancolica - Los dejare solos, vamos - ordenó Shinobu saliendo de la habitación seguida de otros "enfermeros".

Salieron cerrando la puerta tras de sí, nos quedamos solos en la habitación Ami y yo.
A pesar de tener sus ojos cerrados, mi corazón sentía que ella me estaba observando, no podía evitar sentirme nervioso por eso.

Llevé mi mano a su rostro acariciandolo suavemente, por más que pensara no encontraba las palabras exactas que decir.

Por eso, me acerqué lentamente a ella, unos mechones de mi cabello se reposaron sobre su pecho y yo sin poder evitarlo, besé una de sus mejillas.

- Te amo - susurré.

♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡

Tengo que admitir que una sonrisa tonta se dibujaba en mi rostro cuando escribía la ultima linea *-*
Ay, Muichirou...hoy me duele más que nunca haber leído el manga :c ♡

Espero que les haya gustado el capi!

Muchas gracias por todo♡ los amo♡

Entre La Niebla / Muichirô X Tu -Terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora