Hogar

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La fría nieve caía como delicadas plumas que abandonan al ave emprendiendo el vuelo.

- ¡Ami! - gritó mamá desde la puerta de nuestra casa - entra ya, cogeras un resfriado - la mire por unos segundos para ver una vez más la nieve caer delicadamente.

- ¡Ami! - escuche a papá gritar desde uno de los cuartos de la casa.

Apenas escuche su voz, entre corriendo a casa, cerré la puerta tras de mí mientras agarraba el calor de nuestro hogar.

- Vaya que chica más testaruda - dijo mamá mientras agarraba mi mejilla y la estiraba - tan solo tiene 10 años y es toda una rebelde - suspiró.

- Es igual a su madre - bromeó papá mientras se acercaba a nosotras y nos daba un fuerte abrazo.

Reímos los tres, mi nariz aún estaba roja por el frío de la nieve. Papá notó aquello y se acercó a mi para tomarla con sus dedos.

- Ire por más madera, no sería bueno que te enfermaras en este tiempo Ami - papá sonrió mientras desordenaba mi cabello.

- Pero ya es muy tarde querido - le dijo mamá mientras lo miraba preocupada.

- Todo sea por mis dos mujeres - dijo colocando sus manos a la altura de su cadera con un aura poderosa.

- Es peligroso que vayas solo papá - dije mientras lo abrazaba - yo estaré bien, no me enfermare - dije mientras me agarraba de su ropa.

- Oh, Ami...sabes que eres muy delicada en este tiempo, debemos protegerte, somos tus padres - dijo mamá mientras se colocaba a mi altura, tocó mi nariz para regalarme una sonrisa - ire yo con tu padre, así te quedaras más tranquila, ¿cierto? - la mire feliz, mamá siempre acompañaba a papá a buscar madera, es una mujer fuerte y valiente.

- Ya sabes qué hacer estando sola - añadió mamá

- Si - les dije sonriendo. Cuando ellos salían de casa, yo bajaba hasta un pequeño escondite que tenemos bajo nuestro hogar.

- Esa es mi niña valiente - dijo papá alzandome en sus brazos, yo extendí los mios queriendo volar.

- Vamos para poder volver temprano - dijo mamá cuando terminamos de jugar - ten cuidado Ami, y no abras la puerta, bajo ninguna circunstancia - siempre temía cuando ella me daba esas indicaciones, aunque son ya la mayoria rutinarias aún no me acostumbraba a ese miedo en la soledad.

POV Narrador

Ami abrazó a sus padres, ellos correspondieron cariñosamente aquel abrazo. La niña los miró sonriente con sus mejillas coloradas, sus padres le besaron la frente para dejar aquella pequeña casita.

Ami los vio desde la pequeña ventana que decoraba la casa como ambas siluetas se iban perdiendo entre la nieve, calculaba que sus padres volverían al anochecer.

Decidió comer algunas frutas, eligió unas manzanas rojas y algunas peras para cortar, las juntó mezclandolas en una pequeña y nutritiva ensalada.

- sabrosas, sabrosas - decía mientras degustaba cada trocito de las frutas.

Terminó de comer y se sentó junto al poco fuego que quedaba en la pequeña chimenea de la casa, frotaba sus manos buscando calor, revisó si quedaba madera en casa, pero solo encontró un palito que podría servir. Sin pensarlo lo lanzó al fuego provocando que se prendiera lentamente.

Ami se quedó sentada junto al fuego juntando calor antes de bajar al escondite.

Con su cuerpo más abrigado, cogió otra manzana con su mano para llevarla consigo y esperar a sus padres en ese lugar más segura. Caminó hasta la habitación de sus padres y allí bajo el futón se escondía una pequeña puerta de madera, al levantarla se podía encontrar una improvisada escalera, Ami la usó para bajar, cerró la puerta de madera sobre su cabeza y siguió descendiendo por la escalera.

Entre La Niebla / Muichirô X Tu -Terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora