encuentros

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Muichirou

"Ataca, defiendete, esquiva, no decaigas, vuelve a levantarte y siempre da lo mejor de ti para salvar todas las vidas que puedas." — Esas son las palabras que escucho a diario desde que comencé con mi entrenamiento para ser pilar.

Oyakata-sama ha estado a cargo de mi entrenamiento, debido a que no hay un actual "pilar de la niebla"; debo ir con cada uno de los pilares para así ir subiendo de nivel.

Había estado ausente por un buen tiempo, viajando junto a los pilares cazando distintos tipos de demonios. Ahora había vuelto a la residencia de Oyakata-sama, era tiempo de tomar unas lecciones con él.

— Tu progreso es notorio — la voz del patrón tan serena como siempre me sacaba de cualquier pensamiento —, sí sigues así muy pronto alcanzaras el nivel de pilar, incluso antes de lo esperado.

Una sonrisa apareció en mi rostro al pensar en aquella fugaz posibilidad, extrañaba la voz de Ami, por más que pensara en su rostro necesitaba verla nuevamente; a veces temía olvidarla.

— Gracias por su entrenamiento. — hice una reverencia respetuosa hacia Oyakata-sama, él sonrió nuevamente y con unas pequeñas palmadas en mi espalda me obligó a mirarle.

— Me hace muy feliz tenerte aquí ya casi siendo todo un pilar — sus palabras eran tan sinceras y cálidas que mi interior se sentía agradecido —, sé también que a Ami le gustaría verte así. A pesar de tu edad cada vez te vas volviendo un hombre de confianza y fuerte. Confío en que cuidaras muy bien de mi hija.

No pude evitar sentirme algo nervioso por sus palabras, sentir aquella "aprobación" de parte del patrón provocó que sintiera un optimismo inigualable.

— Daría mi vida por ella — confesé casi en un susurro —, solo espero que nos recuerde a todos pronto.

Él volvió a regalarme una sonrisa, lo miré de la misma forma y antes de que pudiese seguir con el entrenamiento los gritos de un cuervo se acercaron rápidamente hacia nosotros.

— ¡MUICHIROU TOKITO!, ¡MUICHIROU TOKITO! — observé al ave volar sobre mí hasta que finalmente llegó a mi hombro, ofreció su pequeña pata y pude ver que en ella traía amarrada una nota con el detalle de una mariposa.

Le quité el amarre a la nota y extendí el pequeño trozo de papel para leer lo que venía escrito dentro de ella.

Leí esas palabras detenidamente y dejé caer el papel para salir corriendo de la residencia de Oyakata-sama.

Sumergido en la preocupación no me importó siquiera haber dado alguna explicación de mi reacción. Estaba enfocado en Ami y llegar a ella lo más rápido que fuese posible.

Ami

Caminar por la residencia mariposa es algo tan inquietante como interesante; puedes encontrarte con tantos cazadores heridos y cada uno de ellos con distintas historias que vas comprendiendo con mayor razón cuál es nuestro principal objetivo.

Pero nunca había visto con mis ojos algún cazador que tuviese una cabeza de jabalí.

Nos encontramos en uno de los pasillos, él estaba detenido frente a mí a unos pocos metros de distancia.
Tenía sus piernas un poco separadas y solo llevaba un pantalón con él.
Extendió un poco sus brazos y separó los dedos de sus manos, su respiración empezaba a aumentar e incluso gruñidos se escuchaban venir de él.

Di un paso hacía atrás, por el color de su pantalón deduje que era un cazador, pero su extraña actitud me inquietaba.

Mientras yo me alejaba él se acercaba aún más manteniendo el ritmo que yo llevaba.

Hasta que él empezó a reir euforico, allí supe que estaba demente y debía huir de ese lugar para no hacerle daño.

«Ha de ser un paciente de Shinobu, me matara sí le hago daño», pensé para luego dar media vuelta y correr a toda velocidad.

— ¡No huyas cobarde!, ¡JAJAJAJA! ¡Enfrentate a mí y deja ver a todos que puedo ser más fuerte que un pilar! — él lograba seguir mis pasos sin problema alguno.

Corría con prisa tratando de no ver hacia atrás, me ponía nerviosa sentir aquel extraño muchacho tan cerca de mí.

— ¡Estás loco!, ¡No demostraras nada de esa forma! — le grité sin dejar de correr —, ¡Ya dejame! ¡Vuelve a tu habitación!.

Pero él solo respondía a mis gritos con risas cada vez más fuertes y desenfrenadas.

En una vuelta para doblar a otro pasillo, por ir tan concentrada en huir de ese raro muchacho no alcancé a detenerme cuando otro joven apareció frente a mi.

Choqué con su pecho dando a parar directamente al suelo junto a él, ambos quedamos en una posición bastante comprometedora; yo tendida sobre él.

— ¡L-Lo siento! — habló nervioso con sus mejillas sonrojadas, el chico tenía un cálido color rojo en sus cabellos y ojos.

—  Ha sido mi culpa — interrumpí antes de que pudiese seguir disculpandose, con cuidado me puse de pie y le extendí la mano para ofrecerle mi ayuda —, o más bien dicho...fue culpa de él.

Lancé una mirada asesina al chico cabeza de jabalí que observaba silencioso la escena, los papeles se habían cambiado y ahora él quién temblaba ante mí.

— ¡Inosuke!, ¿qué hiciste? — el chico había aceptado mi mano y con ella se puso de pie sin problemas para luego acercarse al nombrado.

— ¿Lo conoces? — pregunté confundida, el joven de cabello rojo volvió su mirada hacia mí igual de confundido. Hizo una pequeña pausa para luego seguir hablando.

— Claro que si — respondió con una sonrisa —, ¿no lo recuerdas, Ami?.

Ahora estaba el doble de confundida, ¿por qué ese chico sabía mi nombre?

— Ahora que lo dices él sabía sobre mi posición de pilar — susurré un poco aturdida —, ¿Dónde nos conocimos? Perdona por ésto, pero recién estoy recuperando algunas de mis memorias y a ustedes no recuerdo haberlos conocido.

El chico de cabello rojo me observó con sorpresa y luego de pensar un poco en lo que había dicho pareció comprender lo que sucedía.

— ¡Ya veo! — dijo para golpear sus manos cómo sí hubiese tenido una idea —, entonces sería bueno que nos presentaramos como corresponde.

Dicho esto el joven de cabello rojo se acercó a mi y me extendió su mano.

— Mi nombre es Kamado Tanjirou, nos conocimos en éste lugar. Llegue junto a mis amigos después de una misión. Estoy seguro de que podremos llegar a ser grandes amigos — su voz parecía ser tan optimista y animada que de alguna forma me recordaba a Rengoku.

Sentí su presencia a través de las palabras de Tanjirou que no pude evitar sentir un pesar en mi corazón.
Inmediatamente mis ojos se cristalizaron ante aquel fugaz recuerdo y escondí la mirada del chico para que no viese mi reacción.

Pero él rápidamente en un acto que no pude prevenir extendió sus brazos para rodearme con ellos y así esconderme en un abrazo.

— Puedes llorar siempre que quieras — susurró a mi oído —, no debes sentirte mal por ello.

Agradecí sus palabras y me sumergí en su bondad. «¿Cómo puede un chico ser tan bueno con alguien que apenas conoce?», pensé mientras me dejaba abrazar por él.

Era extraño pero estar tan cerca de Tanjirou lograba que sintiera la presencia y antiguos recuerdos de Rengoku, agradecía estar en ese abrazo tan cálido y sincero sin querer apartarme de él hasta que una nueva voz presente nos obligó a separarnos

— ¿Ami? — dirigí mis ojos hacia quién me había llamado, por un segundo el mundo se detuvo cuando vi aquellos ojos color menta.








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Jiji les traje actualización♡ espero que la hayan disfrutado c:

Muchas gracias por todo el apoyo que les dan a mis historias T.T me hacen muy feliz :')

Nos leemos luego.

♡~

Entre La Niebla / Muichirô X Tu -Terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora