Familia

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POV Ami

- ¡Rengoku! - dije lanzandome a sus brazos para darle un fuerte abrazo, el pilar de la flama ha sido lo más cercano a ser un hermano mayor para mi - Pensé lo peor, no teníamos noticias tuyas...desde que partiste a aquella misión sobre ese tren una mala espina no me dejaba tranquila - dije con la voz temblorosa - Oyakata-sama me nombró pilar de la nieve, además estoy al cuidado de un pequeño niño...temía no volver a verte - admití aquel miedo solo para él, Rengoku llevó su mano a mi cabeza y acarició mi cabello con ternura.

- Sabes que siempre daré lo mejor de mi para volver, debo cuidar a mi familia - sonrió con aire triunfante - ahora - sujetó mi cintura con fuerza y me alzó en el aire, al igual que cuando yo era más pequeña y él había llegado hace poco a esta residencia.
- ¡Felicitaciones!, sé que serás una gran pilar - reí mientras él me alzaba, estar con Rengoku me conectaba a mi infancia robada, a aquellos días cuando jugaba con papá.

Me dejó en el suelo y nos dirigimos a la terraza de la residencia, nos sentamos allí mientras disfrutabamos del día.

- Asi que a cargo de un niño - habló rompiendo el silencio con una sonrisa en su rostro y los ojos cerrados.

- Un extraño y particular niño - murmure

- Veo que no estas muy emocionada - añadió abriendo uno de sus ojos para mirarme

- ¿Se nota mucho? - Rengoku rió ante mi broma - es...complicado - añadí - al principio iba todo bien, pero de un momento a otro su actitud cambió radicalmente - hablé.

- Debe haber pasado por algo muy fuerte - dijo volviendo ahora toda su mirada hacia mi - ¿Recuerdas como fue nuestro primer encuentro? - me miró serio, lo observe tratando de recordar aquel día.

Flash back

- Ami...querida, él es Rengoku...Nuestro nuevo pilar de la flama - habló Oyakata-sama presentandome a ese extraño joven de pelo amarillo con puntas rojas.

- ¡Es un gusto! - dijo haciendo una reverencia - Espero que seamos amigos - añadió con una sonrisa

- Yo no tengo amigos - dije escondiendome detras de Oyakata-sama - No confío en los extraños y menos en quienes quieran alejarme de Oyakata-sama - añadí.

- Ya veo... - dijo el extraño acercandose a Oyakata-sama, hizo una reverencia y habló - por favor le pido que permita que Ami sea mi amiga y no se aleje de ella bajo ninguna circunstancia - lo miré desconcertada, creí que solo se alejaría, pero cuando intentó nuevamente llamar mi atención pensé que podría confiar en él.

- Que truco más barato - susurré con las mejillas rojas mientras fruncía mis cejas

Él me miró con sus grandes ojos y una amplia sonrisa apareció en su rostro.

- Sé que seremos buenos amigos - el triunfo en sus palabras era algo que...admiraba.

Fin flash back

- Tu actitud conmigo no siempre fue la misma - dijo recordando el pasado - me costó tiempo que me admitieras en tu circulo...pero comprendí desde la primera vez que te vi lo que habías pasado, sin necesitar indagar más allá en ti, tus ojos hablaban del miedo y la soledad que te aterró en algún momento...Por eso sé que haras lo mismo por ese niño - me miró a los ojos y acarició mi cabello - Confío en ti, con todo mi corazón, Ami - lo miré sonriendo, sí había algo en Rengoku que admiraba era el optimismo y valentía en sus palabras.

- Lo haré - dije confirmando su petición.

Volví a la habitación del niño con un aura demasiado optimista, haber pasado la mañana hablando con Rengoku me había dejado impregnado su personalidad.
Me sorprendí al ver que caminaba con una sonrisa, aunque era algo que no me molestaba me causó extrañesa al dejarme influenciar tan facil por Rengoku.

- Truco barato - susurré para mi.

Abrí la puerta de la habitación, para mi sorpresa el niño no se encontraba allí. Entre buscando alguna pista que me diera con su paradero, sabía que sí Oyakata-sama descubría que no sé dónde se fue ese chiquillo, todo terminaría muy mal para mi.

- Muichirou - lo llamé mientras recorría la habitación, pero no lo encontraba por ningún lado. Hasta que observé hacia el patio que daba fuera de su habitación. Noté que la ventana estaba abierta y ha de haber salido por allí.

Imite su acción y salté por la pequeña ventana, él dio un pequeño salto del susto cuando escuchó mi cuerpo caer al cesped. Me había lanzado sin calcular la distancia de la ventana al suelo.

- Ouch - dije mientras me ponía de pie y sacudía mi uniforme.

Muichirou no dijo nada, solamente me observó con una extraña mirada. Caminé hacia él, pero mientras me acercaba él retrocedía con su ceño fruncido.
Me detuve al ver que él mantenía cierta distancia entre nosotros, traté de recordar sí había hecho algo que le molestara, pero no recuerdo haber actuado mal con él.

- ¿Muichirou? - pregunté preocupada al ver como él se posicionaba en forma de defensa, aunque a simple vista se nota que es un inexperto, trató de tomar la mejor postura posible.

- ¿Quién eres y cómo sabes mi nombre? - preguntó con su voz seca.

Quedé perpleja ante sus palabras, no sabía qué decir ni qué hacer. Antes de que pudiese hablar él abrió su boca para interrumpirme.

- ¿Oyakata-sama te permite estar aquí? - el hecho de que si lo recordara a él fue algo que me molestó.

- Yo te traje aquí - dije escondiendo mi molesta mirada dirigiendola hacia mis pies.

- No te creo - respondió sin dudar.

- Mi nombre es Ami, soy la pilar de la nieve. Oyakata-sama me ha designado como tu cuidadora. Te encontré junto a otro niño identico a ti, a quién supongo que es tu hermano. Solo te pude salvar a ti, y aquí estas...Aunque no comprendo a dónde va todo esto - traté de ser amable como Rengoku, pero la actitud de él simplemente me superaba.

- Mientes - gruñó, lo miré y pude ver algo que alejó el enojo en mi. Una especie de remordimiento cruzó por mi interior al ver como sus ojos se llenaban de lágrimas - y-yo no tengo u-un hermano - chilló tratando de no llorar.

Debo admitir que en ese preciso momento odie haber sido tan infantil, los celos de que reconociera a Oyakata-sama me habian superado. Sentí miedo al ver que él sería el más joven del lugar, siendo solo un niño se llevaría todo el amor de Oyakata-sama.
Que tonta fui.

Me acerqué a él, el chico secaba sus lágrimas con sus manos mientras decía cosas para que me alejara. Ignore cada una de sus palabras hasta que pude llegar a él, lo rodee con mis brazos para darle un tierno abrazo y cubrirlo con mi haori.

- Perdón Muichirou...dejame ser la familia que se te fue arrebatada...dejame protegerte - cerré mis ojos sintiendo como él lloraba desconsoladamente, ahora no es momento de preguntas ni de indagar sobre su pasado y su pérdida de memoria.
Por alguna razón, solo quería que el tiempo se detuviera allí, yo una chica no mucho mayor queriendo luchar contra todos para cuidar a ese pequeño niño de no más de siete años.

- Esta b-bien - dijo despacio mientra se agarraba de mi uniforme.

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¿Que tal? :(
Hice este capi algo más emotivo, o al menos traté jiji ♡

Perdón por la demora!!

Espero que les este gustando ><

Muchas gracias por todo!

Entre La Niebla / Muichirô X Tu -Terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora