Natalie.
Hace una hora exactamente que llegamos al hospital, antes de venir Jessica tuvo una fuerte discusión con la tía de Aiden, la cual paró cuando el susodicho se desmayó.
No he parado de caminar de un lado a otro, además que la tensión en el hospital era bastante notable, los padres de Aiden se encontraban aquí y Elena miraba a Jessica con odio. Hay muchas cosas que no entiendo y quisiera entender, pero ahora lo que más me importa es que Aiden se encuentre bien.
Siento un leve toque en mi hombro y me giro, era Jael. Apenas me había dado cuenta que estaba aquí.
—Hola. — saluda y rasca su nuca.
—Creí que más nunca ibas a hablarme. —aunque no lo crean mis palabras dolieron, porque de verdad pensé que jamás me volvería a hablar.
—Nat, tú eres y siempre serás mi mejor amiga, aunque yo sea un completo idiota. De verdad lo siento tanto, pero como ves —mira a su alrededor. — las cosas entre nuestras familias no están muy bien que digamos.
Suspiro, tengo a Jael demasiado cerca y estoy sumamente nerviosa, no sé si sea por su cercanía o por el hecho de que temo que luego de esto me deje de hablar nuevamente.
—Lo sé, pero en vez de alejarte debiste apoyarnos a tu hermano y a mí a descubrir que es lo que pasa. Aún estás a tiempo. —digo.
—No Nat, aún están a tiempo ustedes de dejar las cosas tranquilas. Tú viste como estaba Aiden, esto es peligroso.
Frunzo el entrecejo;
—¿Insinuas que lo que le pasó tiene que ver con todo?—¿Es que no lo ves? Esa mujer que dice ser tu madre debió haberle hecho algo muy grave a la mía para que se altere tanto al verla, ¿de verdad no lo has pensado? Primero ella aparece y dice que debes alejarte, no lo haces y pasa el accidente que tuviste con mi hermano. Otra vez te lo advierten y mira, Aiden está otra vez en el hospital.
Pensándolo bien todo lo que él decía tenía sentido, no sabía qué era lo que Jessica le hizo en el pasado a la mamá de Jael, pero ella me dijo que fue una persona muy mala, también dijo que corríamos peligro, ¿qué tan peligroso es todo esto?
—Jessica me lo advirtió, dijo que me alejara para que no me pasara nada ni a ustedes tampoco y no le hice caso. También dijo que fue alguien muy mala en su pasado. —Lo miro a los ojos. —Jael, eres mi mejor amigo, te necesito más que nunca.
No me pude contener y me aferré a su cuerpo, abrazandolo fuertemente y dejando salir mis lágrimas. Él acarició mi espalda y mi cabello con delicadeza, como siempre lo ha hecho cuando he estado mal y me refugiaba en él.
—Dios, te extraño tanto. —susurro.
Me separo de él y con sus pulgares seca mis lágrimas.
—Y yo a ti pequeña Nat.
—No te alejes, no quiero que lo vuelvas a hacer Jael, ya sentí que te perdí una vez y no quiero volver a sentirlo. —me sincero.
—Aquí estaré, así sea que sólo podamos hablar en el Instituto. —lo abrazo nuevamente hasta que siento que me alejan de él con brusquedad.
—Nos vamos, Natalie. —me dice Jessica.
—No, no pienso moverme de aquí hasta saber algo de Aiden. —digo decidida.
—No eres nadie para estar aquí, ahora, nos vamos.
—Ella tiene más derecho que tú de estar aquí.—le dice Elena. —Además, deberías irte ¿no crees?
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Cicatrices | 2 | ✔
RomanceHISTORIA SIN CORREGIR. ¿Podrá el amor terminar de sanar las cicatrices del pasado? ¿O simplemente éstas heridas acabaran con el amor? *** Secuela de "Raptada". Queda totalmente prohibida la copia o adaptación. Nota: No es obligatorio leer la primera...