19 | Ha desaparecido.

183 25 2
                                    

A la mañana siguiente ya era lunes, cuando bajé listo para irme a la Universidad me encontré con mamá en el sofá. Fruncí el ceño al verla, estaba en pijama con su cabello despeinado, tomaba ese té raro color verde mientras su mirada se perdía en un punto fijo.

—Mamá, ¿estás bien? —le pregunto preocupado.

Ella centra sus ojos en mí y sonríe débilmente.

—Sí, creo que tengo un pequeño resfriado.

Pero yo sabía que eso era mentira. Su nariz estaba roja, pero sus ojos también, lo que indica que ha estado llorando. Además, tiene unas pequeñas bolsas debajo de sus ojos que me dicen que no ha conseguido dormir bien.

—No es cierto. —me mira sorprendida.—¿Estás así por Adam?

—Es tarde, debes irte a clases. —aparta su vista.

Suspiro y me siento a su lado.

—Que le den a las clases, mamá. ¿Por qué estás así? ¿qué te hizo mi abuelo? ¿por qué te afecta tanto el parecido de Adam con él?

Me mira;
—Tu abuelo le hizo mucho daño a mi familia cuando la verdad salió a la luz y papá renunció a todo y fue a la cárcel. No es fácil mirar a ese hombre sin pensar que es Alan.

—Mamá, mi abuelo está muerto, no tengo idea del nivel de daño que causó, pero ya no está más, ¿vale?

Asiente y me abraza. Yo beso su cabeza.

Quisiera insistirle en que me contara todo, porque sé que hay mucho más, pero creo que debo ir con calma. Claro, si es que no pierdo la paciencia antes.

Los chicos pasaron por mí y escuchamos un poco de música rara camino a la Universidad. Llegamos justo a tiempo así que nos dirigimos rápidamente a la primera clase. Mi móvil vibró pero no le presté mucha atención.

Las horas se me hicieron eternas, al parecer hoy todos los profesores se pusieron de acuerdo para hablar cada minuto de su hora correspondiente. Cuando por fin salimos me dispongo a revisar mi celular.

Natalie.
Buenos días Aiden, disculpa, ¿estás ya en la Universidad?

¿Aiden?

¿¿??

Necesito que vengas a casa.

Mi corazón empezó a palpitar de una manera desenfrenada, algo iba mal, lo sabía.

Yo.
Lo siento, apenas salgo de clases. Voy camino a tu casa.

Hey. —llamo la atención de los chicos pero ellos están concentrados dándose pequeños lepes. —¡Par de idiotas! —exclamo un poco fuerte y ambos posan su mirada en mí.

—¿Qué? —pregunta Logan.

—Necesito ir a casa de Nat.

Tobías rueda los ojos;
—Tú y pelusa acabarán juntos, ¡es una profecía!

Sujeto el puente de mi nariz;
—Esto es serio Tob, necesito llegar rápido, tenía varios mensajes de ella. Me necesita.

—Claro, tú también a ella. —chista y Logan ríe por mi cara.

Sin decir más nos subimos al auto y me despido de ellos cuando ya estoy bajando frente a la casa de Natalie.

Toco el timbre y empiezo a mover el pie un poco inquieto. Lo toco un par de veces más y paro de hacerlo cuando escucho unos pasos.

La cabellera morada de Denisse se asoma tras la puerta y me sonríe débilmente.

—¿Dónde está Natalie? —pregunto antes de que ella hable.

Cicatrices | 2 | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora