Extra

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«Cada cicatriz que tenemos, es la confirmación de que las heridas sanan. Más cicatrices son marcas de superación que sólo un verdadero guerrero posee.»

Aiden

Ella había muerto, como toda una heroína, me sentía orgulloso de ella, siempre fue una chica valiente a pesar de tomar decisiones incorrectas en algunos casos. Gracias a ella Georgia estaba bien, tenía un corazón sano, la operación había sido todo un éxito y me sentí mejor al ver los ojitos de Natalie brillar por la felicidad.

Recuerdo ese día como si hubiese sido ayer. Recuerdo la felicidad de Natalie al volver a abrazar a su madre, recuerdo como al pasar de los meses Jessica compró una nueva casa para vivir con ellas, recuerdo a Natalie besar su mejilla. Todo tomó su rumbo, mi hermano terminó enamorandose perdidamente de Melissa y Tobías le encanta Denisse y viceversa, aunque lo nieguen todo el tiempo.

Las cosas cada vez eran mejor, mi amistad con Marggie seguía en pie, hace un par de meses conoció a un chico y desde entonces no hay ni un día que no deje de sonreír, ya sea al celular o cuando lo tiene en frente. Ver a las personas que amo siendo felices me llena de una felicidad indescriptible, me hace sentir orgulloso de todo a pesar de lo que tuvimos que vivir; después de todo ya esas cicatrices del pasado se han sanado.

—¿De verdad le estás prestando atención a la peli? —pregunta Nat con la nariz enfurruñada y yo sonrío por lo tierna que se ve.

Nos encontramos sentados en el sofá de mi casa frente al televisor viendo una película, todos lo sábados eso se había vuelto rutina, nos turnabamos para elegir la peli y hoy le tocaba a ella, era una película antigua de romance, aún no iba por la mitad y ya Nat había llorado mares.

—Lo intento, tu belleza no me deja concentrar mucho que digamos. —rueda los ojos y me da un corto beso en mis labios.

Amor, sí, hablemos del amor. El amor todo lo puede, puede destruirte y puede reconstruirte. Yo viví ambos, pero también entendí que eres tú quien le da el poder a la persona de hacer en tu vida alguna de las dos opciones, mis primeras relaciones no fueron para siempre, pero mientras duraron fui el hombre más feliz del mundo, eso es lo importante ¿No?

Ahora con Natalie todo es diferente, papá siempre dijo que cuando de verdad fuese la chica correcta lo sabría, no existe explicación alguna, simplemente se siente, y con Nat sentía eso. Cuando sonreía, cuando estaba nerviosa y empezaba a morder sus dedos, cuando se enojaba, cuando no estaba de acuerdo con algo y arrugaba el entrecejo; sólo la miraba y sabía que era ella. Era la chica correcta porque llegó a mi vida como un huracán arrasando con todo, poniendo mis sentimientos patas arriba y a la misma vez dándome tranquilidad y sanando las cicatrices del pasado.

***

Años después...

—Apresurate, mamá está desesperada, dice que ya es muy tarde. —habla mi hermano cansado de tanto subir y bajar las escaleras para apresurarme.

Me miro por última vez al espejo y despeino un poco mi cabello después de haberlo peinado por media hora. Hoy era nuestra graduación, así es, después de retirarme de la universidad me inscribí nuevamente junto con Jael y Natalie, fue una de las mejores experiencias, me dediqué a sacar sobresalientes en todas las asignaturas y todo eso valió la pena, saqué el mejor promedio y por ende tengo el privilegio de dar el último discurso.

—Estoy listo. —digo cuando quedo satisfecho.

Todos nos vamos en el coche de papá, mamá se encontraba super emocionada, estaba seguro de que terminaría llorando, suele hacerlo siempre, creo que eso es una característica de toda mujer.

Cicatrices | 2 | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora