Dos días en casa sin hablarle a nadie no ha sido muy fácil que digamos, mamá ha intentado hablarme de todas las formas posibles, y aunque duele, la he ignorado.
Estoy tan sumido en mis pensamientos que apenas me doy cuenta que papá está recargado en el marco de la puerta.
— ¿Podemos hablar? —pregunta y yo asiento.
El se acerca con su caminar decidido y se sienta a mi lado, yo me incorporo en la cama. Creo que ya es momento de hablar las cosas, dos días comportándome como un niño inmaduro han sido suficientes.
— Sé que todo esto para ti es demasiado difícil... —comienza. — también sé que debimos decirte todo desde hace mucho. Es verdad que tenemos oculto nuestro pasado, es cierto que a tu mamá le cuesta muchísimo contarles su pasado. Mira Aiden, no justifico haber ocultado algo tan importante, de verdad me disculpo en nombre de Elena y en el mío, pero eso no quita que te quiera como si yo mismo te hubiese engendrado, de verdad te amo y pocas veces se los digo a ti y a tu hermano, pero es la realidad. Y en cuanto al pasado, vivimos cosas espantosas, ustedes ni siquiera se lo pueden imaginar.
Suspiro;
—¿Quiénes son Lorenzo y Jessica?—Hijo, ellos influyeron mucho en el espantoso pasado de tu madre. A ella aún le faltan muchas heridas que sanar, por favor, un poco de paciencia.
—¡No! —exclamo despeinando mi cabello. — No me pueden pedir paciencia cuando nos piden a Nat y a mí que nos alejemos. No puedo tener paciencia cuando hay un hombre amenazandonos, un hombre que me golpeó y no me cabe ni la menor duda que haya sido quien provocó el accidente.
— Si te pedimos que te alejes de ella es porque te queremos cuidar. —nos interrumpe mamá. — Tú mismo lo has dicho, mira las cosas que han pasado, ese hombre no va a quedarse tranquilo, ¿de verdad quieres a Natalie? Entonces, alejate de ella o las cosas empeorarán.
Río;
—¿Qué? ¿la matarán?—Sí, o a ti. —dice y se va dejándome descolocado.
Frunzo el entrecejo y miro a papá, ¿de verdad sería capaz de matarla? ¿o matarme? Esto tiene que ser una broma.
—Dale tiempo, lo solucionaremos.
Y se va.
Esta vez es mi hermano quien entra, al parecer a escuchado toda la conversación.
—Te lo dije. —suelta. —Jamás nos contarán su pasado, si de verdad queremos saberlo debemos averiguarlo.
—¿Tú de que lado estás, Jael? —lo miro mal.
—¿De qué hablas?
—¿Estás conmigo? ¿vas a ayudarme? ¿o me echarás a un lado como hiciste con Nat?
—Estoy contigo hermano, estoy cansado de tantos secretos, ahora siento que todos estamos en peligro te alejes o no de Nat, ella está en peligro también y no podemos dejarla sola. Y lo que pasó con ella es una larga historia.
—¿Una larga historia? —niego y río. —Exijo que me la cuentes, a ver si se parece a la que yo me sé de memoria.
—Estoy enamorado de Nat. —suelta un suspiro y mi cara justo ahora es todo un poema. —Ese es mi mayor secreto, Natalie me gusta, me gusta muchísimo, desde siempre.
Ahora me siento mal, la imagen de ese beso con Nat no deja de reproducirse en mi cabeza; lo que sentí durante ese beso no deja de atormentarme, ¿de todas las chicas tenía que besarla a ella? Pude haber besado a Denisse, si bien lo sabemos es un poco extraña con ese cabello de color, pero le queda genial, es guapa, tiene lo suyo. Pero no, Aiden idiota Petterson tenía que besar a la chica de quien está enamorado su hermano.
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Cicatrices | 2 | ✔
RomanceHISTORIA SIN CORREGIR. ¿Podrá el amor terminar de sanar las cicatrices del pasado? ¿O simplemente éstas heridas acabaran con el amor? *** Secuela de "Raptada". Queda totalmente prohibida la copia o adaptación. Nota: No es obligatorio leer la primera...