Canción en multimedia: Light Years [The National]
Capítulo treinta y seis: Emociones encontradas
Viernes, 29 de noviembre
Jayden Bremen:
Apoyo el brazo sobre mis ojos, como si todavía hubiera algo de luz en mi habitación que no quisiera que me alcance. Está completamente a oscuras y hace horas que mis padres han apagado la luz del pasillo. Al contrario que ellos, el sueño no me ha llamado todavía, dudo que lo haga esta noche.
No he hecho más que dar vueltas desde que he llegado, primero lanzando las llaves de mi coche al techo una y otra vez mientras pensaba, sentado en el suelo y, después de que mi hermana entrara a darme las buenas noches, tumbado en la cama y a oscuras. No he dejo de darle vueltas al día de hoy, incapaz de concentrarme en algo más, incapaz de dejarlo ir.
Cada vez que cierro los ojos la veo, a Danielle, pero los recuerdos de esa chica risueña son sustituidos una y otra vez por la chica que entró temblando a mi coche y se dejó caer a los pies de los asientos traseros. Por la chica que no fue capaz de levantarse del césped en el Parque de las Ánimas y por la que se ha caído hoy frente a mí. Es como ver a distintas personas, porque me cuesta creer que la misma chica que me sonrió en el pasillo, abanicándose con una foto ridícula mía que apareció en las taquillas de todos y cada uno de mis compañeros, es la que tenía una mirada tan alarmada. La que apenas era capaz de mirarme y que parecía mirar más sobre su hombro que al resto de personas.
Esta vez no lo ha dicho, no ha dicho que no puede más como otras veces, pero juraría que lo ha sentido más que nunca. No sé qué hubiera hecho de haberlo escuchado. Lo sabía, sabía cómo iba a terminar esto, sabía que ella iba a volver mal porque así están yendo las cosas, pero no me escuchó. Ella fue igualmente, siempre va, y regresa peor cada vez, pero no ha querido escucharme y he vuelto a sentir esa opresión en mi pecho y esa impotencia al verla caer frente a mí, al entender que Danielle, la Danielle real, estaba perdida dentro de la chica que tenía delante.
¿Cómo decirle que no soy capaz de verla en ese estado, que se siente como si estuvieran destrozándome desde dentro?
Dejo el brazo caer al borde de la cama. Esto es lo que quería prevenir, ¿por qué no ha querido escucharme? Cuando recibí su mensaje, lo sentí de nuevo, el miedo, porque da igual lo que ella sienta, que yo seguiré corriendo en su busca sin importar el tiempo que pase, seguiré preocupándome de que termine mal y seguiré sintiendo esa angustia creciente cada vez que tengo que usar la aplicación de Amigos para comprobar que ha vuelto bien a casa.
Esta vez se juntó todo, supongo. Lily está destrozada desde que su mejor amigo desapareció. Ella tiene miedo por él, miedo de que no aparezca de nuevo y yo no puedo evitar sentir una mayor necesidad de estar con ella. ¿Y si ella fuera la siguiente? Jamás me lo perdonaría. La he acompañado a clase, de vuelta a casa y a sus extraescolares porque, ahora mismo, ni siquiera soy capaz de ceder esos quehaceres en favor de mis padres. Quiero hacerlo yo, necesito poder verla todo el tiempo.
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Compañeros de delitos
Novela JuvenilSin nadie en quien poder confiar, amenazados y utilizados como marionetas por una red de criminales, Jayden y Danielle no tendrán otra opción que la de romper todas las leyes y sus propios límites para tratar de mantener con vida a sus seres querido...