Capítulo 58 - Síndrome del superviviente

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Canción en multimedia: I Lost a Friend [FINNEAS]

Capítulo cincuenta y ocho: Síndrome del superviviente*

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Capítulo cincuenta y ocho: Síndrome del superviviente*

Miércoles, 9 de enero

Danielle Ilsen:

Espero en silencio, sentada en la mesa de la cocina, si es que puede llamársele así en vez de "la única mesa del piso", esperando sin molestar por si él quiere saber algo más. El domingo, después de cambiar a los policías que había en la puerta y de asegurarme que mi familia y la de Jayden estaban protegidas, tras prometer haberles puesto vigilancia y enseñarme fotos para que me quedara tranquila, le conté todo.

Narré cada pequeño detalle de estos últimos tres meses, sorprendiéndome a mí misma con todo lo que recuerdo. Tres meses. Es extraño, al ir hacia atrás y dar con que fue en octubre cuando empezó todo este infierno, me quedé en blanco por un momento. Octubre está demasiado cerca, para mí había sido un infierno todavía mayor. Era como si siempre hubiera estado ahí, como si siempre hubiese estado conmigo, una pesadilla tan grande no puede haber durado sólo tres meses, pero lo ha hecho. Lo peor fue que, cuanto más recordaba, cuanto más contaba, siguiendo un calendario que Gibbs deja en su tablet para mí que va editando y me ayuda a no perderme, más entendía cómo sacaron todo lo que hicieron de mí. Hoy, mientras Gibbs termina de revisar las anotaciones al borde de las páginas que escribió e imprimió con mi versión para poder contrastarlo juntos el lunes, yo miro ese calendario. Lo que le conté, se mezcla con palabras de otros testigos, pero, ese calendario, tiene mi nombre.

Si voy un poco más hacia atrás y me remonto a septiembre, está también el nombre de mi antiguo profesor de biología. El día en el que amenazaron a su familia fue el dieciséis de septiembre, el día que le dieron un ultimátum, el veinticuatro, eso lo he leído en su ficha. Gibbs ha sido amable con eso, me deja ojear sus papeles sin quejarse, al principio, lo hacía con miedo, intentaba leerlo en la distancia o apartaba la mirada en cuanto él se daba cuenta, pero, al notarlo, él empujaba los papeles hacia mí y empecé a tener la confianza como para leerlos. Necesito saber, necesito entenderlo, porque no me parece justo. Supongo que en el fondo quiero esa explicación, quiero saber por qué este castigo, la peor parte es que, cuanto más sé, más me doy cuenta de que no es un castigo. Tenían amenazada a la mujer y al hijo de mi antiguo profesor, y, el ultimátum, vino con la aparición de cuerpo de Agatha Thorne el veinticinco de septiembre. Esa noche que tantas familias nos juntamos con flores y velas para demostrarles el apoyo, para dejar algo de luz en su oscuridad, él estaba en su casa, con una foto de su mujer y su hijo y la nota donde le advertían de que, si no hacía su parte, su hijo sería el siguiente. Cuenta, en su ficha, que se emborrachó esa noche, que no quería aceptarlo, pero lo hizo. Mi nombre fue sólo el primero en el que pensó, nada más. Tuvo que elegir tal y como yo he tenido que hacer, porque yo he elegido a mi hermano sobre otros, incluyendo el niño al que tuve que trasladar y que llevaron dormido en los brazos de una "pareja". Yo elegí a Tim sobre a cualquier otra persona. Byron eligió a sus hermanos sobre todos, también, y esa elección es la que terminó con la vida de una joven recién graduada que, sin poder estar segura porque nadie podría confirmarlo, yo diría que estaba metida en lo mismo, porque Simmons le felicitó por haber hecho "lo que debía hacer" para mantener todo a raya.

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