UNA SEMANA DESPUÉS.
[Lunes 28 de Junio de 2027]-Joaquín Bondoni.
Después de una intensa semana organizando pendientes y repartiendo los trabajos entre los diseñadores, al fin nos encontrábamos en México.
El viaje fue demasiado largo y un poco difícil ya que debido a su padecimiento Alex no soportaba pasar demasiado tiempo encerrado en el avión. Gracias al cielo unos días antes había comenzado su tratamiento y ya contaba con los medicamentos y dosis que lo ayudarían a no sufrir crisis. Aunque sinceramente no me gustará demasiado la idea de tener medicado a mi hijo, tenía que hacerlo si quería que estuviera bien y mejorará en su padecimiento.
Gracias a las ganancias y el gran capital de la marca había podido permitirme el comprar un avión privado. Este normalmente era utilizado para transportar las prendas y a los modelos cuando teníamos desfiles fuera del país o de la cuidad, y sólo en rara ocasión me tomaba la libertad de usarlo para beneficio personal.
Cómo en esta ocasión. Sabía que si me exponía a tomar un vuelo comercial con Emilio existía la posibilidad de generar un gran alboroto en el avión si alguien llegara a reconocerlo, aunque comprara un boleto en clase privada existía esa pequeña posiblidad y sinceramente no quería exponerme a que alguien nos viera, nos relacionara y después tener a todos los medios sobre mí para saber que hacía con Emilio en el avión.
Me ha costado tanto mantener mi identidad oculta de los medios para evitar su acoso a mí y mi hijo en estos años que no quiero arriesgarme a perder nuestra privacidad sólo por un viaje en avión.
Conozco a los reporteros de espectáculos y lo acosadores que pueden llegar a ser sólo para obtener información de un artista y más cuando se trataba de alguien como Emilio que cuenta con fama mundial y un montón de reporteros de diversos países detrás de él.
Definitivamente tomar prestado el avión de la empresa era la mejor opción. Por Alex y en parte también por Emilio.
El salir del aeropuerto fue una gran osadía. Emilio llevaba una gorra sobre su cabello y unos lentes de sol cubriendo sus ojos mientras caminaba con total precaución a un lado mío, no vestía con colores tan llamativos o ropas de marca y sus guardaespaldas iban unos metros detrás de él para no llamar mucho la atención, aunque tampoco iba tan preocupado ya que se mantenía discutiendo con Alex sobre cual de los waffles que habían ido a comer -hace unos días- había sido el más delicioso.
Alex se declinaba por la combinación con exceso de chocolate mientras que Emilio por la combinación de frutas.
Al salir finalmente del aeropuerto, no puede evitar emocionarme al ver a mis mejores amigos esperándonos afuera. Recargados cómodamente en la camioneta de Andrés platicando de no se que cosas, Nikolás parecía un poco desesperado ya que puede notar que varias veces fijaba su mirada en el interior y parecía buscar algo con demasiada insistencia.
Joaco: Alex -llamo su atención- ¿Ya viste quiénes vinieron a recogerte? -pregunto apuntando hacia donde se encuentran mis amigos-
Alex: ¡Son mis tíos! -grita al verlos- ¿Puedo ir con ellos?
Joaco: Ve, sólo ten cuidado de no chocar con nadie.
Alex: Sí, papá. Adiós Emilio -se despide con un simple ademán de manos para después comenzar a correr hacia Nikolás y Andrés- ¡El de chocolate fue el mejor aunque te cueste admitirlo! -grita sacándole una risa a Emilio-
Emilio: Bueno, Joaquín, ya me están esperando -dice apuntado una camioneta negra que se encuentra unos metros detrás de la camioneta de Andrés- Cuando llegué a casa te llamo para acordar la hora en que vamos a vernos mañana.
ESTÁS LEYENDO
Última Oportunidad
FanfictionLas relaciones de pareja no siempre son miel sobre hojuelas ni tan perfectas como las pintan en los libros de amor. En la vida, muchas veces se cometen errores, se toman decisiones equivocadas y se opta por elegir las salidas fáciles a los problemas...